TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
[quote="timbero"]el impuesto al cornudo para la gente VIP le llega a domicilio y para los pobres en el Telo más cercano[/q y bueno tendré que ir a buscarlo al telo.
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Atrevido,
La clausula es "class action" action class no existe
Su origen es del siglo XVII
No te cansas de decir gansadas?
La clausula es "class action" action class no existe
Su origen es del siglo XVII
No te cansas de decir gansadas?

Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
el impuesto al cornudo para la gente VIP le llega a domicilio y para los pobres en el Telo más cercano
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
angel escribió:El campo inyectara este año mas de 31.000 millones a la economia
asi el agro contribuira junto a Brasil , a una suba de 2.6% del PBI.
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Que puede llegar a ocurrir cuando el agro no liquide
la soja???. Parece ser que los van a obligar, que lindo
que se está poniendo esto...
la soja???. Parece ser que los van a obligar, que lindo
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
durante este año habra una megadevaluacion que pondra el pbi en su lugar, 20 o 30 por ciento abajo en dolares.
Si brasil crece tal vez 2 porciento, no movera ni una hoja en el aire.
Ninguna fuerza extaterrestre compensara el descalabro.
Esta claro ?
Si brasil crece tal vez 2 porciento, no movera ni una hoja en el aire.
Ninguna fuerza extaterrestre compensara el descalabro.
Esta claro ?
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Zaiat estará hablando de lo que la Sra Presidenta nos informa: que el mundo se nos cayó encima, que los buitres nos acechan, que los caranchos nos rapiñan, que la oposición no existe, que la Corpo y Clarín nos mienten, que los cipayos nos venden...
Es tal cual cria: encima le pagamos nosotros por escribir esas cosas... y para peor te tenes que comer gastadas...
Es tal cual cria: encima le pagamos nosotros por escribir esas cosas... y para peor te tenes que comer gastadas...

Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
El campo inyectara este año mas de 31.000 millones a la economia
asi el agro contribuira junto a Brasil , a una suba de 2.6% del PBI.
asi el agro contribuira junto a Brasil , a una suba de 2.6% del PBI.
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
cría, apelo a tu experiencia, ese impuesto al CORNUDO, lo recibis en tu domicilio o tenés que ir a buscarlo?
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Cada vez que paguen un impuesto, cuando les cobren el Iva, cuando paguen Ganancias, Bienes Personales, impuestos a las naftas, a la herencia, al cornudo, en fin , los miles de impuestos que se pagan , recuerden esa nota de Zaiat ... recuerden que a ese inutil, le pagan para escribir esas pavadas, con la que pagamos en esos impuestos..
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
http://www.pagina12.com.ar/diario/econo ... 02-09.html
El discurso económico convencional captura la atención en las sociedades modernas emitiendo mensajes que advierten acerca de que algo malo puede suceder. Los divulgadores de esos avisos siempre presentan un peligro potencial de consecuencias desastrosas para la economía y por lo tanto para el bienestar de la población. El motivo de esa eventual desgracia varía según el momento. No importa si predicen desastres donde no los hay y luego no se verifican, puesto que no son interpelados por la catástrofe que no fue. No pierden tiempo en revisar fallidos y reemplazan un miedo por otro. Intervienen en un escenario global donde se despliega la precariedad de la existencia, en general asistida por las religiones o la filosofía, abonando la economía del miedo. Alimentan la angustia de gran parte de la población por el riesgo a perder el trabajo, los ahorros o advierten que la perspectiva de la economía personal puede ser amenazada por el desborde inflacionario o una brusca alteración de la paridad cambiaria.
El objetivo de diseminar temores es disciplinar a una sociedad para que acepte situaciones que serían rechazadas si fueran ofrecidas en un marco normal. El miedo es el vehículo para condicionar el comportamiento colectivo. En una era de incertidumbre global, la meta es imponer de ese modo políticas impopulares. En los noventa se convocaba el recuerdo traumático de la hiperinflación para aplicar reformas devastadoras de derechos sociolaborales y de liquidación de activos públicos. Después se alertaba sobre el riesgo de salir de la convertibilidad para justificar fuertes ajustes fiscales con recortes del gasto público y de salarios y jubilaciones.
Las dudas sobre lo que está sucediendo y el temor sobre lo que vendrá provocan intranquilidad. Gran parte de la sociedad se encuentra así en condiciones vulnerables para absorber teorías conspirativas, escenarios apocalípticos y análisis de caos inminentes. El crecimiento espectacular de Internet con el flujo de información al instante y la comunicación vía mail y redes sociales ha derivado en un canal impresionante de rápida difusión de todo tipo de análisis y especulaciones. Los mercaderes de la ansiedad ocupan el centro de la escena y se requiere de una firme voluntad política para desenmascarar sus intenciones y neutralizarlos.
La persistente mención del riesgo a la debacle va consolidando la sociedad del miedo, donde existen antecedentes traumáticos que abonan el terreno del temor. En este delicado cuadro, el manejo de las expectativas juega un rol fundamental para construir consensos sobre cómo se desarrolla la economía, y para evitar que el círculo vicioso de las exageraciones pueda concluir en profecías autocumplidas. El español Joaquín Estefanía escribió el libro La economía del miedo, donde remarca que “el miedo ha sido siempre fiel aliado del poder. Nos han inoculado el miedo a la inseguridad económica, al paro, al otro, al que viene a disputar los pocos empleos que se crean...”. Cuando Estefanía habla del poder se refiere al económico. Rescata una viñeta del dibujante “El Roto” que resume ese concepto: “Tuvimos que asustar a la población para tranquilizar a los mercados”, dice un hombre de traje y corbata desde un balcón.
El recorrido desde la recuperación de la democracia en 1983 reúne varios capítulos de la economía del miedo. Para su construcción ha intervenido una variable financiera principal subordinando el resto. La administración alfonsinista padeció la evolución del dólar. El vaivén del billete verde era presentado como el termómetro más firme sobre la marcha de la economía. Cotización que acompañaba diariamente la información del estado del tiempo. El alza de la paridad cambiaria fue limitando así la gestión de la política económica, acorralada por la carga de los pagos de la deuda, hasta generar las condiciones para el golpe de mercado que hundió el gobierno, obligando el adelantamiento de la fecha de las elecciones y de la posterior entrega del poder.
Durante el menemismo, pese a la alianza del gobierno con los grupos económicos locales y trasnacionales y la banca acreedora, las contradicciones al interior del poder económico tenían como registro principal de esas tensiones el movimiento de los activos bursátiles. El tipo de cambio estaba congelado y la deuda se cancelaba con la venta de empresas públicas y emisión de nuevos bonos. La evolución de las acciones líderes era entonces el indicador para abonar el miedo económico. En esos años, las pujas por la permanencia del ministro de Economía, las agudas internas políticas en el gobierno o los intereses de grupos económicos y de la banca acreedora tenían como caja de resonancia el sube y baja de las acciones y bonos.
La memoria está más fresca con el índice de riesgo país que mantuvo en jaque la presidencia de Fernando de la Rúa enredada en la falsa ilusión de complacer al poder financiero como política de supervivencia. Ese indicador golpeaba día a día difundiendo con títulos catástrofes cada una de sus variaciones, afectando las expectativas de los agentes económicos. En esos años el riesgo país actuaba como termómetro de la economía dominada por la lógica financiera. Ese índice es la diferencia entre la tasa de interés del bono del Tesoro de Estados Unidos a diez años con la de uno similar argentino. Esa brecha era sinónimo de una mayor o menor confianza de los acreedores para prestar dinero comprando nuevos bonos en la refinanciación de vencimientos de deuda. El riesgo país actuaba como un factor de disciplinamiento del poder político para que aplique medidas de austeridad que, en búsqueda del respaldo de los mercados, aseguraran el pago de la deuda.
Cada una de esas experiencias con sus respectivas variables (dólar-Alfonsín; Bolsa-Menem; riesgo país-De la Rúa) tuvo al Fondo Monetario Internacional como el protagonista principal para (des)ordenar la economía con las condicionalidades de ajuste adheridas a los planes de auxilio financiero, facilitados por el despliegue de esos indicadores de la city alimentando la economía del miedo.
Este círculo vicioso se pudo romper con la cesación de pagos y la renegociación de la deuda con quita, disminución de la tasa de interés y extensión de los plazos de pago, como también con la cancelación total de la deuda con el FMI. Además, con la acumulación de abultadas reservas en las arcas del Banco Central para pulsear con éxito cada una de las corridas contra el peso. El riesgo país sigue ubicado en niveles muy elevados sin influencia relevante en el funcionamiento diario de la economía doméstica, revelando así que sólo es un índice de utilización política del mundo financiero, puesto que los indicadores de deuda argentinos son muy sólidos en relación con el PBI, reservas internacionales, sector externo y horizonte de vencimiento. La deuda dejó de ser un problema principal y el mercado de cambio oficial es manejado sin dificultad por el Banco Central.
La economía del miedo se quedó de ese modo sin indicadores de las finanzas globales para atemorizar sobre lo inevitable de una crisis. Ni el dólar, ni la Bolsa, ni el riesgo país. En el ciclo político del kirchnerismo irrumpieron entonces nuevos fantasmas con pronósticos sobre la inminencia de un default, recesión, desborde inflacionario o fuerte devaluación. Si bien tuvieron su impacto negativo en la formación de expectativas no han podido afectar en gran medida la evolución de la economía. El elemento diferenciador con los mencionados períodos anteriores fue que la gestión de la política económica no quedó subordinada a los dictados de indicadores financieros, sino que comenzó a disputar en pie de igualdad el control del escenario económico.
A partir del régimen de administración y control de acceso a la moneda extranjera, alquimistas de la economía del miedo encontraron la variable necesaria para recuperar aliento y fortalecer posiciones con predicciones de próximos descalabros: la cotización del dólar comercializado por fuera del circuito formal.
La trampa de la economía del miedo ahora es de color “blue”.
azaiat@pagina12.com.ar
:

El discurso económico convencional captura la atención en las sociedades modernas emitiendo mensajes que advierten acerca de que algo malo puede suceder. Los divulgadores de esos avisos siempre presentan un peligro potencial de consecuencias desastrosas para la economía y por lo tanto para el bienestar de la población. El motivo de esa eventual desgracia varía según el momento. No importa si predicen desastres donde no los hay y luego no se verifican, puesto que no son interpelados por la catástrofe que no fue. No pierden tiempo en revisar fallidos y reemplazan un miedo por otro. Intervienen en un escenario global donde se despliega la precariedad de la existencia, en general asistida por las religiones o la filosofía, abonando la economía del miedo. Alimentan la angustia de gran parte de la población por el riesgo a perder el trabajo, los ahorros o advierten que la perspectiva de la economía personal puede ser amenazada por el desborde inflacionario o una brusca alteración de la paridad cambiaria.
El objetivo de diseminar temores es disciplinar a una sociedad para que acepte situaciones que serían rechazadas si fueran ofrecidas en un marco normal. El miedo es el vehículo para condicionar el comportamiento colectivo. En una era de incertidumbre global, la meta es imponer de ese modo políticas impopulares. En los noventa se convocaba el recuerdo traumático de la hiperinflación para aplicar reformas devastadoras de derechos sociolaborales y de liquidación de activos públicos. Después se alertaba sobre el riesgo de salir de la convertibilidad para justificar fuertes ajustes fiscales con recortes del gasto público y de salarios y jubilaciones.
Las dudas sobre lo que está sucediendo y el temor sobre lo que vendrá provocan intranquilidad. Gran parte de la sociedad se encuentra así en condiciones vulnerables para absorber teorías conspirativas, escenarios apocalípticos y análisis de caos inminentes. El crecimiento espectacular de Internet con el flujo de información al instante y la comunicación vía mail y redes sociales ha derivado en un canal impresionante de rápida difusión de todo tipo de análisis y especulaciones. Los mercaderes de la ansiedad ocupan el centro de la escena y se requiere de una firme voluntad política para desenmascarar sus intenciones y neutralizarlos.
La persistente mención del riesgo a la debacle va consolidando la sociedad del miedo, donde existen antecedentes traumáticos que abonan el terreno del temor. En este delicado cuadro, el manejo de las expectativas juega un rol fundamental para construir consensos sobre cómo se desarrolla la economía, y para evitar que el círculo vicioso de las exageraciones pueda concluir en profecías autocumplidas. El español Joaquín Estefanía escribió el libro La economía del miedo, donde remarca que “el miedo ha sido siempre fiel aliado del poder. Nos han inoculado el miedo a la inseguridad económica, al paro, al otro, al que viene a disputar los pocos empleos que se crean...”. Cuando Estefanía habla del poder se refiere al económico. Rescata una viñeta del dibujante “El Roto” que resume ese concepto: “Tuvimos que asustar a la población para tranquilizar a los mercados”, dice un hombre de traje y corbata desde un balcón.
El recorrido desde la recuperación de la democracia en 1983 reúne varios capítulos de la economía del miedo. Para su construcción ha intervenido una variable financiera principal subordinando el resto. La administración alfonsinista padeció la evolución del dólar. El vaivén del billete verde era presentado como el termómetro más firme sobre la marcha de la economía. Cotización que acompañaba diariamente la información del estado del tiempo. El alza de la paridad cambiaria fue limitando así la gestión de la política económica, acorralada por la carga de los pagos de la deuda, hasta generar las condiciones para el golpe de mercado que hundió el gobierno, obligando el adelantamiento de la fecha de las elecciones y de la posterior entrega del poder.
Durante el menemismo, pese a la alianza del gobierno con los grupos económicos locales y trasnacionales y la banca acreedora, las contradicciones al interior del poder económico tenían como registro principal de esas tensiones el movimiento de los activos bursátiles. El tipo de cambio estaba congelado y la deuda se cancelaba con la venta de empresas públicas y emisión de nuevos bonos. La evolución de las acciones líderes era entonces el indicador para abonar el miedo económico. En esos años, las pujas por la permanencia del ministro de Economía, las agudas internas políticas en el gobierno o los intereses de grupos económicos y de la banca acreedora tenían como caja de resonancia el sube y baja de las acciones y bonos.
La memoria está más fresca con el índice de riesgo país que mantuvo en jaque la presidencia de Fernando de la Rúa enredada en la falsa ilusión de complacer al poder financiero como política de supervivencia. Ese indicador golpeaba día a día difundiendo con títulos catástrofes cada una de sus variaciones, afectando las expectativas de los agentes económicos. En esos años el riesgo país actuaba como termómetro de la economía dominada por la lógica financiera. Ese índice es la diferencia entre la tasa de interés del bono del Tesoro de Estados Unidos a diez años con la de uno similar argentino. Esa brecha era sinónimo de una mayor o menor confianza de los acreedores para prestar dinero comprando nuevos bonos en la refinanciación de vencimientos de deuda. El riesgo país actuaba como un factor de disciplinamiento del poder político para que aplique medidas de austeridad que, en búsqueda del respaldo de los mercados, aseguraran el pago de la deuda.
Cada una de esas experiencias con sus respectivas variables (dólar-Alfonsín; Bolsa-Menem; riesgo país-De la Rúa) tuvo al Fondo Monetario Internacional como el protagonista principal para (des)ordenar la economía con las condicionalidades de ajuste adheridas a los planes de auxilio financiero, facilitados por el despliegue de esos indicadores de la city alimentando la economía del miedo.
Este círculo vicioso se pudo romper con la cesación de pagos y la renegociación de la deuda con quita, disminución de la tasa de interés y extensión de los plazos de pago, como también con la cancelación total de la deuda con el FMI. Además, con la acumulación de abultadas reservas en las arcas del Banco Central para pulsear con éxito cada una de las corridas contra el peso. El riesgo país sigue ubicado en niveles muy elevados sin influencia relevante en el funcionamiento diario de la economía doméstica, revelando así que sólo es un índice de utilización política del mundo financiero, puesto que los indicadores de deuda argentinos son muy sólidos en relación con el PBI, reservas internacionales, sector externo y horizonte de vencimiento. La deuda dejó de ser un problema principal y el mercado de cambio oficial es manejado sin dificultad por el Banco Central.
La economía del miedo se quedó de ese modo sin indicadores de las finanzas globales para atemorizar sobre lo inevitable de una crisis. Ni el dólar, ni la Bolsa, ni el riesgo país. En el ciclo político del kirchnerismo irrumpieron entonces nuevos fantasmas con pronósticos sobre la inminencia de un default, recesión, desborde inflacionario o fuerte devaluación. Si bien tuvieron su impacto negativo en la formación de expectativas no han podido afectar en gran medida la evolución de la economía. El elemento diferenciador con los mencionados períodos anteriores fue que la gestión de la política económica no quedó subordinada a los dictados de indicadores financieros, sino que comenzó a disputar en pie de igualdad el control del escenario económico.
A partir del régimen de administración y control de acceso a la moneda extranjera, alquimistas de la economía del miedo encontraron la variable necesaria para recuperar aliento y fortalecer posiciones con predicciones de próximos descalabros: la cotización del dólar comercializado por fuera del circuito formal.
La trampa de la economía del miedo ahora es de color “blue”.
azaiat@pagina12.com.ar
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Doctor: Chapeau...
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- Registrado: Lun Feb 16, 2009 4:49 pm
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Cumplo en informar a todos los que estan leyendo esto, que si Uds siguen asi, inertes, paralizados, algunos incluso participativos y hasta complices, del desquicio que se ve agravado diariamente , pueden ser imputados, en el futuro, del delito de abandono de persona.. estan siendo testigos de un proceso de enajemiento, cuyos resultados, inequivocos, ya todos conocemos .. y no hacen nada.. al contrario, algunos se hacen complicen, avalan, alientan el camino del desastre .. yo me siento tranquilo , guardare estas lineas para presentar ante Su Señoria, y probar que fui el unico que intentó hacer algo...
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
En mi opinion, esos 15 minutos que dispone la ARGENTINA del 27 de febrero deben deslumbrar al mundo.Se debera combinar argumentos acerca de la aparicion de las CAC(clausulas de action class).
Esto lo explique antes, la CAC fueron creadas despues, Argentina no tiene por que adelantarse a su epoca con esa clausul y la corte no puede castigar a un pais por no haberla creado ANTES que la evolucion de los tiempos la cree .Ademas, del minuto 12.5 a 15 debe haber preguntas fuertes a la camara.
::::::::del tipo...( humilde aporte)
...esta Camara a a castigar a un pais por no haberse adelantado a su epoca creando las cac??
O va a pretender que el paraguas se inventel antes de la lluvia? porque primero fue la lluvia , luego los paraguas..
...va a pretender esta camara que los airbags se inventen antes de los choques? porque primero son los choques , luego los airbags...
o va a comprender esta omision por razones de evolucion historica de las CAC y va a propiciar y nacer el verdadero trato igualitario, que es pagarles EXACTAMENTE IGUAL que a los del canje[/b]??
Es Victoria.
Esto lo explique antes, la CAC fueron creadas despues, Argentina no tiene por que adelantarse a su epoca con esa clausul y la corte no puede castigar a un pais por no haberla creado ANTES que la evolucion de los tiempos la cree .Ademas, del minuto 12.5 a 15 debe haber preguntas fuertes a la camara.
::::::::del tipo...( humilde aporte)
...esta Camara a a castigar a un pais por no haberse adelantado a su epoca creando las cac??
O va a pretender que el paraguas se inventel antes de la lluvia? porque primero fue la lluvia , luego los paraguas..
...va a pretender esta camara que los airbags se inventen antes de los choques? porque primero son los choques , luego los airbags...
o va a comprender esta omision por razones de evolucion historica de las CAC y va a propiciar y nacer el verdadero trato igualitario, que es pagarles EXACTAMENTE IGUAL que a los del canje[/b]??
Es Victoria.

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- Registrado: Mar May 19, 2009 9:58 am
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
murddock escribió:Diazepam 5/10 mg, tomar 2-3 veces al dia.
con una toma 20 min antes de ingresar al foro creo que basta...
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