MILONGA escribió:Un buen argumento para no respetar el voto de las mayorìas, y quedarse con las minorìas del odio, porque lo que tienen uds. es odio, no les gustan los controles, estan demasiado acostumbrados a mentir y esconder sus econo mìas negras, a blanquearlas con estados permisivos y a fugarlas. Bueno parece que se acabo, lo ùnico que pueden fugar es lo que compren a 6,40 y bueno es un poco màs caro.
Se siguen fugando divisas, y seguirà ocurriendo. La pèrdida de confianza es absoluta, se siguen equivocando, e insisten en el error, los resultados estàn a la vista: (A ustedes el año pròx., los salvarà la soja y un poco Brasil, pero si siguen asì, el deterioro serà constante).
La pérdida de reservas de los últimos 20 meses no podría adjudicarse a la crisis externa, sino más bien a un factor doméstico. Ya que, por ejemplo, al contrastar la performance brasileña en dicho período surge claramente que los capitales siguieron llegando a la región. El Banco Central de Brasil incrementó sus reservas en u$s 63.437 millones en 2011 (a un total de u$s 352.012 M) y en lo que va de 2012 ya han subido u$s 26.807 millones (a u$s 378.819 M al 14 de septiembre).
Por ello no extraña que ante la menor oferta de divisas, que comenzó a agudizarse el año pasado a raíz de la sostenida salida de capitales, el Gobierno reaccionó con el control de cambios desde fines de octubre. El último balance cambiario del BCRA refleja que «la batería de controles que dispuso el Gobierno para hacer frente a la restricción externa y preservar las reservas ha generado un sinnúmero de efectos colaterales negativos (varios de los cuales incluso implican una pérdida de reservas para el BCRA)», según un informe del Estudio Broda. Entre los daños indirectos se destacan «el derrumbe del financiamiento comercial del resto del mundo para los importadores locales; el colapso de las colocaciones de deuda de las empresas privadas en el exterior; la pérdida de depósitos en dólares (u$s 6.511 M) del sistema financiero (lo que redujo los encajes bancarios y, por ende, las reservas)».
Pero además, en paralelo, se expandió el gasto de los argentinos en el exterior (el egreso neto de divisas por esta vía se multiplicó por cuatro) y hubo una retracción a casi cero del giro de utilidades y dividendos al exterior. También se registró una fuerte contracción del financiamiento comercial que pueden otorgar los exportadores locales a sus clientes del resto del mundo, lo que atenta con la competitividad de las exportaciones.
Por ello, a la vista de lo acontecido resulta llamativo que «aun con los controles se perdieron más reservas en el segundo trimestre de 2012 (-u$s 699 M) que en igual período de 2011, cuando no había restricciones cambiarias (+u$s 225 M)».
Queda en evidencia que al Central, aun con los controles impuestos, le cuesta detener la sangría de las reservas. La Argentina fue el único país de la región que perdió reservas cuando el objetivo de los controles cambiarios era precisamente preservar las reservas. Si se proyecta la oferta de divisas de los próximos meses cabe esperar que se intensifiquen los controles porque se reduce la oferta de dólares del agro.