Mensajepor AKD » Dom Dic 18, 2011 10:33 am
El siguiente es un muy breve párrafo de un libro que leí hace muchos años (en 1982, creo):
Díaz, Fanor. CONVERSACIONES CON ROGELIO FRIGERIO.
Bs. As., Editorial Hachette, 1977.
pp. 91-92.
"Periodista: Usted afirma que Gelbard hizo la misma política que Krieger Vasena en tanto ambos adoptaron medidas similares y a su juicio expresaron los intereses de grupos multinacionales. A esa política usted la califica de populista. ¿Cómo debe entenderse esto?.
Rogelio Frigerio: Si, si, efectivamente era populista, como lo es, en un gran conjunto de medidas la política del ministro Martínez de Hoz. El populismo es la mentira respecto de lo que conviene al pueblo. Una cosa es una política nacional y popular, que es indivisible ( ...) y otra cosa es lo que hicieron el señor Krieger Vasena y el señor Gelbard o lo que hace el señor Martínez de Hoz, mistificando la realidad, diciendo que la economía argentina es básicamente sana y en consecuencia no adoptando las medidas de cambio de estructura y las rigurosas medidas de saneamiento que son indispensables.
El señor Gelbard era populista porque congeló los precios y enrareció el clima económico con precios y tarifas políticas, pero también inicialmente congeló salarios ya que, en el fondo, eso era el "pacto social". Krieger Vasena y Martínez de Hoz congelaron los salarios y a la vez mantuvieron al sector público en una situación totalmente artificial, totalmente reñida con la verdad económica que es indispensable para restablecer el proceso de inversión.
Lo que no se paga como costo del combustible, del transporte, de la electricidad, del acero, de los teléfonos, se paga con la emisión sin respaldo que es el impuesto aplicado a toda la comunidad y especialmente a los trabajadores, o con una presión tributaria desmedida y arbitraria que cierra las posibilidades de inversión. Cuando el gobierno, como ocurre actualmente, de cada 100 pesos que gasta pide prestado o fabrica 70, se produce una tremenda distorsión. Una tremenda distorsión por ese 70 % no financiado con recursos genuinos, ya que la emisión y los préstamos con altos intereses para ser amortizados requieren después emisión -pesan sobre las espaldas de los trabajadores y de la enorme clase media argentina que ve destruir sus ingresos fijos-; y una tremenda distorsión por el 30% restante, que son impuestos irracionales, excesivos y aniquiladores de toda posibilidad de inversión; y también atentatorios contra los ingresos de la clase media y los asalariados. Por eso la racionalización administrativa no es antipopular. Es una medida indispensable para evitar la catástrofe, y es una medida que no provocará desocupación si se la toma en el cuadro de un programa de desarrollo que es capaz de absorber rápidamente la oferta de trabajo."
Para los más jóvenes, Rogelio Frigerio fue el principal ideólogo, creador, de lo que se conoce como "Desarrollismo", concepción que adoptara para su gobierno Arturo Frondizi después de haber recibido la clara influencia de Frigerio, y que le hiciera "tirar por la borda" lo escrito en su libro "Petróleo y Política".
Algunos adherentes o simpatizantes del kirchnerismo, reivindican las "políticas" llevadas a cabo durante estas 3 "administraciones" como desarrollistas.
Pruebas al canto.