Mensajepor alvarez123 » Jue Nov 24, 2011 12:06 pm
Merkel impone su solución de una unión fiscal sin más BCE a París y Bruselas
La canciller convence a Sarkozy de que no es necesario incrementar el papel del instituto emisor y zanja el debate sobre los eurobonos.- Acuerdan presentar una propuesta para modificar los Tratados antes de la cumbre de diciembre MIGUEL MORA - París - 24/11/2011
La canciller alemana, Angela Merkel, ha logrado hoy imponer su solución para dejar atrás la crisis del euro frente a los postulados que se defienden desde Bruselas, que aboga por avanzar en la creación de eurobonos, y París, que hasta hoy reclamaba una mayor implicación del BCE. Según ha explicado la dirigente alemana tras la minicumbre que ha celebrado en Estrasburgo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, para conseguir una moneda común estable y que cuente con la confianza de todo el mundo solo hay un camino y este pasa por llegar a una "unión fiscal con más integración política".
Para alcanzar esta unión y reforzar la gobernanza económica de la eurozona, Merkel y Sarkozy han anunciado que presentarán una propuesta para reformar los tratados. El texto se hará llegar al resto de socios europeos antes de la próxima cumbre del 9 de diciembre con vistas a que todo el mundo conozca antes de la cita los planes del eje franco-alemán, que ha recuperado cierta unidad tras la reunión de hoy.
Prueba de ello ha sido el rechazo expreso de Sarkozy a hasta la que esta mañana era una de sus soluciones para atajar la presión en los mercados, acoso que Francia está empezando a sentir en los talones. "El BCE no está en el debate y hay que dejar de hablar para bien o para mal del instituto emisor, porque es independiente", ha reconocido un Sarkozy a la contra. De hecho, ha llegado a justificar este cambio de opinión al asegurar que el objetivo es "tomar una decisión". "Podemos ser cabezones o dar un paso atrás", ha añadido el jefe del Ejecutivo francés antes de comentar: "Francia tiene una cultura y Alemania otra, intentamos entendernos lo mejor posible y hablo todos los días con la señora Merkel. Pero, ¿de verdad creéis que eso significa que estamos de acuerdo en todo? Ójala", se ha respondido.
"Creemos en un euro fuerte estable que sea apreciado como moneda estable en todo el mundo y vamos a hacer lo imposible por defenderlo. Eso implica que tenemos que tener más confianza recíproca y colaborar mucho más estrechamente entre los países del euro", ha declarado, por su parte, Merkel. Por este motivo, ha añadido, van a hacer "una revisión de los tratados que integrará a los países del euro en una unión fiscal con más integración política". Entonces, todo lo demás se desdramatizará y no hará falta hablar ni de ampliar el papel del BCE ni de los erubonos.
Sobre esta medida, que ayer fue defendida desde Bruselas por la Comisión con críticas directas a la propia Merkel, la canciller se ha mostrado inamovible. "Aprecio los proyectos de la Comisión sobre la disciplina fiscal pero los eurobonos tienen un problema". Según ha explicado estos bonos de la estabilidad, tal y como los bautizó ayer el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, "igualarían las tasas de interés de todos los países y eso nos impediría saber dónde están los problemas". "Antes de la crisis, todas las tasas estaban en el mismo nivel y si hacemos las cosas bien el mercado las volverá a igualar", ha defendido.
Sarkozy también se ha convertido a la religión de los que rechazan estos instrumentos de deuda de los socios del euro agregada. "No es bueno hablar de ellos, es peligroso hablar de ellos sin hablar del Gobierno europeo", ha reconocido el dirigente francés. Monti, por su parte, que sí es favorable a los eurobonos, ha dicho que Italia va a hacer los deberes en casa y que quiere contribuir a adaptar los programas económicos de la UE a la luz del ciclo económico.
El encuentro ha comenzado con unos minutos de retraso por una avería del avión en el que tenía que viajar la misión alemana. "Siento haber llegado tarde, pero el avión se ha estropeado", ha explicado la canciller a su llegada a la sede del Ejecutivo francés en Estrasburgo. Preocupado, Sarkozy le ha preguntado cómo ha sucedido, pero Merkel le ha tranquilizado revelando que, en el momento de la avería, no estaban dentro del aparato.