Mensajepor Jotabe » Mié Nov 09, 2011 8:08 pm
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..."Si esto se logra, y en conjunto el gasto público (ajuste de tarifas mediante) y la cantidad de dinero van más en línea con este número, es factible proyectar un deslizamiento del tipo de cambio en torno a 12%.
Esto es un dólar de 4,87 pesos a fin del próximo año, una economía en crecimiento (4,5%) con una inflación en torno a 18% y salarios en dólares moviéndose más en línea con la productividad.
Este es nuestro escenario base, compatible con un déficit de 0,8% del PIB en la cuenta corriente, y alguna apertura al crédito.
Ahora bien, si falla el freno a la nominalidad y los acuerdos salariales se negocian entre el 25/28%– algo que se va a saber ya en febrero cuando arranque la paritaria docente y se anuncie la movilidad de las jubilaciones- la demanda de dólares va a continuar alta y en algún momento podría gatillar un corrimiento más brusco del tipo de cambio consistente con una caída del salario en dólares y un freno a la economía.
Creemos que en caso de que falle el primer escenario, el salto cambiario no ocurriría sino hasta después de la salida de la cosecha.
Esto es un dólar a 5,5 pesos a partir de julio/agosto, una tasa de interés arriba del 20% con un overshooting inicial para estabilizar la demanda de pesos, una economía que se contrae en la segunda mitad del año (crece sólo 1,5% en 2011) y un aumento de los precios minoristas más cerca del 29%.
Aún en caso de materializarse nuestro escenario negativo, la probabilidad de ocurrencia de situaciones disruptivas es muy baja.
En este caso, el mayor corrimiento del tipo de cambio y el ruido que generaría en la economía la aceleración en la nominalidad impactaría de lleno sobre los salarios en dólares y sobre el nivel de actividad.
Sin embargo, y a diferencia de situaciones pasadas, el moderado overshooting del tipo de cambio no tendría consecuencias en términos sistémicos (con los bancos) ni con la deuda pública, justamente en un mundo donde el problema son la deuda y los bancos.
Esta dinámica contrasta con lo ocurrido en la crisis de 2001/2002, donde el abandono de la Convertibilidad y el salto del tipo de cambio (mucho mayor al proyectado para 2012 en nuestro escenario negativo) colapsó la hoja de balance del sistema financiero, que presentaba una fuerte dolarización, y la solvencia del sector público, con ingresos mayormente en pesos y una deuda que se encontraba nominada en un 97% en moneda extranjera."
Del informe mensual del Estudio Bein, 21 de Octubre de 2011
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NS/NC