Mensajepor chango salteño » Sab Ago 06, 2011 1:25 pm
MIRADA HACIA EL 14 DE AGOSTO
Es frecuente escuchar que el tiempo todo lo puede, todo lo cambia, todo lo cura, todo lo cubre con un manto de olvido; pero ese mismo tiempo, ante determinadas circunstancias, regresa inexorable haciéndonos comprender las cualidades y bondades de una persona. En ocasiones, tal reconocimiento suele ocurrir tardíamente, producto de la combinación de sensaciones presentes en una sociedad cansada de escuchar propuestas y promesas de unos y logros obtenidos por otros. Pero ni de una orilla ni de la otra muestran conciencia de la necesidad de sentarse a dialogar y sentar bases profundas y sustentables que contradigan a los que siempre nos toco ver: todo es blanco o todo es negro y quien ejerce el poder determina el color.
Desde luego, existen excepciones, y hoy estamos en presencia de una que ha sido descalificada durante los últimos años por la sociedad y por los funcionarios, quienes expusieron sus razones personales, políticas y corporativas. Y los demás espectadores mudos, atrapados en la dura lucha que significa vivir, desempeñando los roles que nos toca cumplir, abuelos, padres, hijos, etc. Nuestros mayores condenados a sobrevivir con sus magros haberes después de una vida de trabajo, nuestros padres luchando día a día con largas jornadas de trabajo a las que se suma la durísima tarea de trasladarse debido a la ineficiencia de nuestros servicios públicos, los jóvenes trabajando y estudiando, todos regresando a nuestros hogares con el deseo de disfrutar y compartir con los afectos. Y nuevamente, con pocas horas de descanso, continuar con la cotidianidad escuchándonos indiferentes los unos a los otros en la creencia de que todo siempre será igual o peor, producto del desencanto devenido de experiencias pasadas durante esta joven democracia, sin tener voz ni voto excepto en estos tiempos electorales en que tenemos la oportunidad de expresarnos, en forma breve pero contundente.
Precisamente por ser este el tiempo de elegir a nuestras futuras autoridades prestamos mucha atención a lo hecho y a lo que dicen que harán si acceden al poder. Y este contexto electoral lo encontramos a él, candidato frente a una sociedad que está renovando su confianza debido sus méritos y a los errores de otros, con el mismo discurso conciliador de años atrás: privilegiar el dialogo y mantener y profundizar el modelo productivista iniciado en su corto gobierno e instrumentado y ejecutado con éxito por su ministro de economía, modelo que ha dado frutos a partir de los primeros meses del 2003 y que perduran en la actualidad. Cuidadoso y mesurado él se mostró cercano a Mauricio mucho antes del arrollador triunfo del Pro en Capital, en Santa Fe con Miguel y hoy con Manuel, en Córdoba. Antes, con Mario en Chubut y mucho antes con el Lole, quien días atrás fijó su postura diciendo: “Que parte del soy Peronista no entienden”, al igual que él que también lo es desde siempre. El es Eduardo Duhalde. Cree en si mismo y en sus condiciones y capacidades para mantener y profundizar los logros obtenidos por el actual gobierno, como así también para reemplazar las políticas erradas del mismo. En síntesis, nos asegura una vez más gobernabilidad junto con su compañero de formula Mario, veterano en gestionar, y con su gran consejero Roberto, probable Jefe de Gabinete. Y cuenta, además, con el invalorable apoyo de su compañera de toda la vida, su esposa Chiche.