Estimado Profiterol
Quizás, tal vez, estos párrrafos (que no son míos) expliquen algunas de sus dudas:
...
Brasil.
En el período de predominio de la estrategia neoliberal en la Argentina (desde el golpe de Estado de 1976 hasta la crisis terminal del 2001/02), el PBI total aumentó en 27 por ciento y el per cápita cayó en 10 por ciento.
En el mismo período, el PBI del Brasil aumentó 120 por ciento y el per cápita en 30 por ciento.
En 1975, el PBI argentino representaba casi el 50 por ciento del brasileño, en 2002 apenas superaba el 25 por ciento.
Entre tanto, el Estado brasileño consolidaba el desarrollo de Petrobras, promovía la conversión de Embraer en la tercera productora de aeronaves del mundo, impulsaba el desarrollo de las empresas “campeonas” nacionales en la infraestructura y en industrias de base y sustentaba el financiamiento en poderosos bancos públicos, en primer lugar, el Banco Nacional de Desarrollo, que en la actualidad aporta el 20 por ciento del total del crédito en la economía, enfocando sus préstamos a los sectores estratégicos.
En la Argentina, en el mismo período, además de la tragedia de la violencia y el terrorismo de Estado, sufrimos la guerra y la derrota en Malvinas y una política sistemática, durante la dictadura y en la década del ’90, de desmantelamiento del poder nacional.
Se vendieron y extranjerizaron YPF, la fábrica de aviones de Córdoba, las empresas públicas y las mayores privadas nacionales, se disolvió el Banco Nacional de Desarrollo y se endeudó el país hasta el límite de la insolvencia.
Esta serie de calamidades demolió buena parte de la capacidad industrial del país, como lo demuestra el hecho asombroso de que, entre 1975 y 2002, el producto industrial per cápita cayó en 40 por ciento. Las consecuencias sociales fueron abrumadoras.
Es en ese escenario, tan diferente entre los dos países, donde tuvo lugar, en Brasil, el desarrollo de la producción de pollos y otros rubros de la industria mencionados en tu carta.
Nuestro atraso relativo respecto de Brasil viene de antes.
Esta década, la tendencia comenzó a revertirse y podremos seguirlo haciendo si se consolida una visión y una política nacional del pleno despliegue del potencial argentino.
...
El mejor espejo donde mirarnos en esta materia no es Brasil sino los “tigres asiáticos”, como Corea, Taiwán y China.
Todos ellos han sustentado su transformación productiva en políticas activas de industrialización, educación, impulso a la ciencia y la tecnología e industrias de frontera y tipos de cambio competitivos. Como lo revela la experiencia de los países emergentes exitosos, la paridad adecuada de la moneda nacional no es una condición suficiente del desarrollo pero sí una condición absolutamente necesaria.
Nota completa:
http://www.pagina12.com.ar/diario/econo ... 08-24.html