Las bolsas prometen mayores caídas a partir de la crítica situación de Europa
Hoy no habrá operaciones en Wall Street. El dato clave de la semana será el desempleo que llega el viernes en EE.UU. Pero no se descartan más medidas de ajuste en Europa. El mercado local seguirá acoplado al mundo
EL CRONISTA Buenos Aires
Nueva semana, flamante semana. Pero las expectativas son viejas. En los mercados bursátiles no se esperan muchos cambios en el corto plazo. De hecho, lo que señalan los expertos es que se moverán al compás de una alta volatilidad. En lo que hace a la rueda de hoy, se anuncia una jornada apática, debido a que no habrá operaciones en Wall Street por el feriado que conmemora el Memorial Day (Día de los Caídos).
No obstante, no se descarta la llegada de más medidas de ajuste en el Viejo Continente. Algunos especulan con la posibilidad de que esta semana el Banco Central Europeo (BCE) decida un recorte sobre las tasas de interés. Algunos prevén que la entidad baje las tasas, comentó Rubén Pasquali, operador de Mayoral Bursátil. Pero de lo que no caben dudas es de la permanencia de una elevada sensibilidad que se apoderó del mercado hace ya un tiempo. El conjunto de la semana pasada ha sido muy volátil para los mercados de buena parte del mundo, enormemente susceptibles a cualquier noticia sobre la situación financiera en Europa, y de la publicación de diversos datos macroeconómicos.
El viernes las principales bolsas terminaron en baja. En Nueva York el principal termómetro bursátil, el Dow Jones, se replegó 1,19% hasta los 10.136,40 puntos, para cerrar así uno de los peores meses de mayo de su historia. El selectivo S&P 500 perdió 1,24%, hasta 1.089,41, y el mercado Nasdaq descendió 0,91%, para quedar en 2.257,04 puntos. Con las pérdidas del viernes, el Dow acumula una caída en el mes de mayo del 8% y el S&P 500 y el Nasdaq cercana al 8,5% en ambos casos, lo que supone los mayores descensos desde febrero de 2009.
A la preocupación que generó el anuncio de un decepcionante dato del consumo privado en Estados Unidos se sumó la noticia de que la agencia Fitch rebajó la nota de la deuda española desde AAA (la mejor nota) hasta AA+ con perspectiva estable, una puntuación menos, al considerar que la recuperación económica del país será más difícil y prolongada que la de otros países con la máxima puntuación. La calificadora se une así a Standard&Poors, que a finales de abril rebajó la solvencia de España en una nota: de AA+ a AA. De esta manera, las bolsas europeas cerraron con una baja del 0,30 %, según la evolución del índice FTSEurofirst, pero ganaron casi un 3% en la semana por la búsqueda de oportunidades, tras alcanzar los registros más bajos de los últimos diez meses.
Para el mercado local, todos hablan de una sola palabra: acople. El viernes, las acciones líderes de la Bolsa porteña, el Merval, bajaron 0,35% y los títulos públicos también sufrieron caídas. El Discount, por caso, cayó 2,68%.
A pesar del contexto negativo, los analistas no creen que los índices lleguen a hundirse a niveles tan bajos como los alcanzados en la crisis de Lehman. Si bien existen riesgos muy importantes vinculados con los fundamentos, creemos que el soporte de la intervención gubernamental, la abundante liquidez y el nivel de valuación razonable de los principales mercados permitirían contener la baja actual, evitando una situación parecida a la vivida con Lehman Brothers, señaló un informe de Delphos Investment.
Por el lado de EE.UU., el dato relevante que estará bajo el ojo del mercado será la tasa de desempleo, que recién llegará el viernes, entre otros indicadores de menor relevancia que se difundirán a lo largo de la semana.
TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Sin fondos frescos, el Gobierno buscará canjear deuda en 2011
Los analistas privados creen que será la única opción, ante el fracaso de la emisión del Global 2017
Javier Blanco
LA NACION
El fallido intento de volver a los mercados internacionales de deuda voluntaria con la emisión del bono Global 2017, operación que había planeado en paralelo al "mensaje amistoso" que significaba la reapertura del canje, obligará al Gobierno a profundizar la estrategia de financiamiento por la que ha optado en los últimos años: seguirá "raspando las ollas" de distintos fondos del sector público y reprogramando los vencimientos de los bonos que estén en poder de inversores institucionales locales.
Así lo comienzan a analizar los analistas de mercado, que no desconocen que la frustrada emisión por 1000 millones de dólares, que había sido presentada por el Ministerio de Economía con el objetivo de reabrirle las puertas del mercado internacional al sector privado, fijándole una tasa de interés más baja, no hará más que sumarle 1300 millones de dólares en vencimientos de deuda de aquí al fin de 2011, teniendo en cuenta los bonos y cupones que se darán a los tenedores de papeles en default que acepten el canje que cerrará esta semana, considerando un nivel de aceptación del 60 por ciento para esa operación.
Después de todo, el objetivo no declarado de la oferta del Global 2017 era cubrir buena parte del pago de las obligaciones que el propio canje agregaba al país hasta fin del año próximo, de manera de no limitar la capacidad de movimientos financieros del Gobierno, con todo lo que implica tener un año electoral a la vista.
Con las necesidades para este año cubiertas (por la utilización de las reservas del BCRA, las refinanciaciones de los vencimientos intra-Estado y los colchones de recursos frescos que aportarán la Anses, el BCRA y el Banco Nación), la mirada del mercado está focalizada en los vencimientos programados para el año próximo.
"Suponiendo que el canje de deuda termine con una aceptación del 60 por ciento y que se refinancian todos los vencimientos de deuda intrasector público y con los organismos internacionales, el año que viene el Gobierno deberá pagarles 10.972 millones de dólares a acreedores privados", apuntó la consultora Delphos Investment en su último informe, y de esa cifra apenas US$ 3000 millones representan obligaciones en moneda nacional.
Más complicado
Se trata de una cifra 42% superior a la que debe afrontar este año, básicamente debido a la amortización del Bonar V, título por el cual el Gobierno deberá abonar unos US$ 1500 millones, y al pago de renta de los cupones por el crecimiento del PBI proyectado para el año en curso (este año se lo ahorraron por el pobre desempeño que la economía tuvo en 2009).
Pero además se descuenta que se trata de deuda más complicada de pagar, porque en 2001 el Estado tendrá limitaciones por el lado de los ingresos. "Es difícil esperar un crecimiento de las exportaciones agroindustriales como el observado entre 2009 y 2010 (que se amplificó por la sequía de 2009), y cabe esperar que los ingresos por exportaciones sean algo menores al crecimiento nominal que registre la economía, en la medida en que mantengan su estrategia de usar el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria y que el Central no tenga tantas utilidades para aportar", conjeturó en un reciente informe la consultora Analytica, al analizar las consecuencias posibles de la "decepción del canje".
El efecto "pinzamiento" derivado de esta situación, que incluye la desaparición del superávit fiscal (ver infografía), hace que los inversores ya se estén planteando escenarios para lo que viene.
Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, cree que el Gobierno apelará a los "colchones remanentes de liquidez" que vaya encontrando en el Estado o "anexos". Según sus cálculos, le quedarán "unos US$ 5000 millones remanentes de 2010", pero aun así le faltará cubrir una brecha "estimada en US$ 4500 millones, 2000 millones de los cuales representarán la primera obligación de pago del Gobierno que venga". Ante esta situación, conjetura que posiblemente opte "por un aumento en el límite de los adelantos transitorios que pueda girarle el BCRA o intente armar otro fondo con reservas".
Desde Analytica, avalan la teoría que indica que "seguirán raspando las ollas", imagen con la que alude a tomar todos los fondos que estén a mano en organismos oficiales o semioficiales. Pero descree de que volver a recurrir a las reservas sea una opción real: "Una decisión de este tipo no sólo debería superar la resistencia política del Congreso, sino que estará condicionada por los límites que pone la situación económica. Después de todo, los US$ 6500 millones que el Gobierno tomó este año no estarán muy lejos del nivel de superávit que tendrá la cuenta corriente en 2010. Y en 2011 ese balance cerraría en equilibrio". Por todo esto supone que el Gobierno redoblaría sus esfuerzos en los próximos meses para "volver a los mercados".
Letras del Tesoro
Para Delphos, lo que viene son nuevos canjes para reprogramar los vencimientos más pesados de corto y mediano plazo y colocaciones netas de deuda entre bancos locales, reeditando la emisión de Letras del Tesoro.
La consultora observó que la mitad del total de vencimientos para ese año están concentrados en los cupones, el mencionado Bonar V y el Boden 2012 surgido del corralón de depósitos de 2002. "Los pagos de 2011 para con el sector privado por esos tres bonos representan el 34% del total de vencimientos de capital e intereses del Estado con privados, o 46%, si se consideran únicamente los servicios en moneda extranjera".
Como suponen que el Estado encontrará "fuertes dificultades para afrontar sus servicios de capital e intereses en moneda extranjera sin emitir deuda en los mercados internacionales", teorizan que la salida será proponer "un canje de los Bonar V y/o los Boden 2012, que aliviaría mucho los vencimientos en dólares de 2011".
A su vez, para financiar los vencimientos en pesos no descartan "una colocación de bonos soberanos a los bancos locales, que en términos históricos se mantienen poco expuestos al sector público". "Al inicio de la era K, el crédito de las entidades privadas al Estado representaba el 39% de sus activos locales (sumando títulos soberanos y préstamos directos). A marzo de este año eran tan sólo del 22%, teniendo en cuenta tenencias de activos emitidos por el BCRA (Letras y notas), y bajan al 7% sin considerarlas". De allí que creen que la tentación será importante.
ETAPA FINAL PARA EL CANJE DE BONOS EN DEFAULT
El canje de deuda en default entrará esta semana en su etapa final y el Gobierno confía en que logrará obtener una aceptación del 60% que se había fijado como piso. En cambio, algunos analistas privados consideran que el resultado logrado en el tramo mayorista del canje estuvo por debajo de las expectativas iniciales y bajaron su proyección de una aceptación total de 80%, a un rango de entre el 60 y el 70%. El lunes 7 de junio vencerá el plazo para que los inversores con bonos en default se adhieran a la operación, y el Gobierno continuará esta semana implementando una activa participación en diarios del interior de Italia y Alemania, con el foco puesto en captar la atención de los bonistas más pequeños.
Los analistas privados creen que será la única opción, ante el fracaso de la emisión del Global 2017
Javier Blanco
LA NACION
El fallido intento de volver a los mercados internacionales de deuda voluntaria con la emisión del bono Global 2017, operación que había planeado en paralelo al "mensaje amistoso" que significaba la reapertura del canje, obligará al Gobierno a profundizar la estrategia de financiamiento por la que ha optado en los últimos años: seguirá "raspando las ollas" de distintos fondos del sector público y reprogramando los vencimientos de los bonos que estén en poder de inversores institucionales locales.
Así lo comienzan a analizar los analistas de mercado, que no desconocen que la frustrada emisión por 1000 millones de dólares, que había sido presentada por el Ministerio de Economía con el objetivo de reabrirle las puertas del mercado internacional al sector privado, fijándole una tasa de interés más baja, no hará más que sumarle 1300 millones de dólares en vencimientos de deuda de aquí al fin de 2011, teniendo en cuenta los bonos y cupones que se darán a los tenedores de papeles en default que acepten el canje que cerrará esta semana, considerando un nivel de aceptación del 60 por ciento para esa operación.
Después de todo, el objetivo no declarado de la oferta del Global 2017 era cubrir buena parte del pago de las obligaciones que el propio canje agregaba al país hasta fin del año próximo, de manera de no limitar la capacidad de movimientos financieros del Gobierno, con todo lo que implica tener un año electoral a la vista.
Con las necesidades para este año cubiertas (por la utilización de las reservas del BCRA, las refinanciaciones de los vencimientos intra-Estado y los colchones de recursos frescos que aportarán la Anses, el BCRA y el Banco Nación), la mirada del mercado está focalizada en los vencimientos programados para el año próximo.
"Suponiendo que el canje de deuda termine con una aceptación del 60 por ciento y que se refinancian todos los vencimientos de deuda intrasector público y con los organismos internacionales, el año que viene el Gobierno deberá pagarles 10.972 millones de dólares a acreedores privados", apuntó la consultora Delphos Investment en su último informe, y de esa cifra apenas US$ 3000 millones representan obligaciones en moneda nacional.
Más complicado
Se trata de una cifra 42% superior a la que debe afrontar este año, básicamente debido a la amortización del Bonar V, título por el cual el Gobierno deberá abonar unos US$ 1500 millones, y al pago de renta de los cupones por el crecimiento del PBI proyectado para el año en curso (este año se lo ahorraron por el pobre desempeño que la economía tuvo en 2009).
Pero además se descuenta que se trata de deuda más complicada de pagar, porque en 2001 el Estado tendrá limitaciones por el lado de los ingresos. "Es difícil esperar un crecimiento de las exportaciones agroindustriales como el observado entre 2009 y 2010 (que se amplificó por la sequía de 2009), y cabe esperar que los ingresos por exportaciones sean algo menores al crecimiento nominal que registre la economía, en la medida en que mantengan su estrategia de usar el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria y que el Central no tenga tantas utilidades para aportar", conjeturó en un reciente informe la consultora Analytica, al analizar las consecuencias posibles de la "decepción del canje".
El efecto "pinzamiento" derivado de esta situación, que incluye la desaparición del superávit fiscal (ver infografía), hace que los inversores ya se estén planteando escenarios para lo que viene.
Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, cree que el Gobierno apelará a los "colchones remanentes de liquidez" que vaya encontrando en el Estado o "anexos". Según sus cálculos, le quedarán "unos US$ 5000 millones remanentes de 2010", pero aun así le faltará cubrir una brecha "estimada en US$ 4500 millones, 2000 millones de los cuales representarán la primera obligación de pago del Gobierno que venga". Ante esta situación, conjetura que posiblemente opte "por un aumento en el límite de los adelantos transitorios que pueda girarle el BCRA o intente armar otro fondo con reservas".
Desde Analytica, avalan la teoría que indica que "seguirán raspando las ollas", imagen con la que alude a tomar todos los fondos que estén a mano en organismos oficiales o semioficiales. Pero descree de que volver a recurrir a las reservas sea una opción real: "Una decisión de este tipo no sólo debería superar la resistencia política del Congreso, sino que estará condicionada por los límites que pone la situación económica. Después de todo, los US$ 6500 millones que el Gobierno tomó este año no estarán muy lejos del nivel de superávit que tendrá la cuenta corriente en 2010. Y en 2011 ese balance cerraría en equilibrio". Por todo esto supone que el Gobierno redoblaría sus esfuerzos en los próximos meses para "volver a los mercados".
Letras del Tesoro
Para Delphos, lo que viene son nuevos canjes para reprogramar los vencimientos más pesados de corto y mediano plazo y colocaciones netas de deuda entre bancos locales, reeditando la emisión de Letras del Tesoro.
La consultora observó que la mitad del total de vencimientos para ese año están concentrados en los cupones, el mencionado Bonar V y el Boden 2012 surgido del corralón de depósitos de 2002. "Los pagos de 2011 para con el sector privado por esos tres bonos representan el 34% del total de vencimientos de capital e intereses del Estado con privados, o 46%, si se consideran únicamente los servicios en moneda extranjera".
Como suponen que el Estado encontrará "fuertes dificultades para afrontar sus servicios de capital e intereses en moneda extranjera sin emitir deuda en los mercados internacionales", teorizan que la salida será proponer "un canje de los Bonar V y/o los Boden 2012, que aliviaría mucho los vencimientos en dólares de 2011".
A su vez, para financiar los vencimientos en pesos no descartan "una colocación de bonos soberanos a los bancos locales, que en términos históricos se mantienen poco expuestos al sector público". "Al inicio de la era K, el crédito de las entidades privadas al Estado representaba el 39% de sus activos locales (sumando títulos soberanos y préstamos directos). A marzo de este año eran tan sólo del 22%, teniendo en cuenta tenencias de activos emitidos por el BCRA (Letras y notas), y bajan al 7% sin considerarlas". De allí que creen que la tentación será importante.
ETAPA FINAL PARA EL CANJE DE BONOS EN DEFAULT
El canje de deuda en default entrará esta semana en su etapa final y el Gobierno confía en que logrará obtener una aceptación del 60% que se había fijado como piso. En cambio, algunos analistas privados consideran que el resultado logrado en el tramo mayorista del canje estuvo por debajo de las expectativas iniciales y bajaron su proyección de una aceptación total de 80%, a un rango de entre el 60 y el 70%. El lunes 7 de junio vencerá el plazo para que los inversores con bonos en default se adhieran a la operación, y el Gobierno continuará esta semana implementando una activa participación en diarios del interior de Italia y Alemania, con el foco puesto en captar la atención de los bonistas más pequeños.
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Ambito
Cómo opera mayor mesa de dinero del mercado local (la de la ANSES)
El titular de la ANSES, Diego Bossio, presentó la Mesa de Operaciones del FGS. «Permitirá garantizar y darles más transparencia a cada una de las decisiones en materia de inversiones que tomamos desde la ANSES. Además, posibilitará grabar cada una de las operaciones que se realiza», sostuvo. Si bien desde que en diciembre de 2008 se creó este fondo -con los aportes previsionales que antes estaban en manos de las AFJP- está en funcionamiento esta mesa, recién ahora se decidió darla a conocer. Está ubicada en el cuarto piso de la dependencia de la ANSES de Tucumán y San Martín, rodeada por vidrios esmerilados que no permiten ver del otro lado de esta oficina.
Cuando llegan a trabajar cada uno de los cinco operadores (de los ocho que finalmente conformarán esta mesa), apagan obligatoriamente sus celulares y se sientan frente a los cuatro monitores desde los que siguen la evolución del mercado. Ya tienen instalado el servicio de Bloomberg (que muestra en tiempo real la marcha de la jornada), y dentro de poco contarán también con el de Reuters. Casi todos vienen de haber trabajado en mesas de dinero de AFJP o de sociedades de Bolsa. Hay uno que se focaliza exclusivamente en títulos públicos, otro en acciones, uno en divisas y dos en plazo fijo, la inversión favorita del FGS.
«Las operaciones diarias se registran en las actas del Comité Ejecutivo del FGS», explicó Lisandro Cleri, gerente de Transacciones y Operaciones de la mesa. El comité al que hizo referencia está conformado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino; el viceministro de Economía, Roberto Feletti; el secretario de Finanzas, Juan Carlos Pezoa, y el titular de la ANSES, Diego Bossio. Además, Cleri indicó que «debido a todas las medidas que están en práctica para darles total transparencia a las operaciones, como la grabadora de voz, sí o sí los operadores tienen que vender al mejor precio que consiguen de cinco cotizaciones».
Las principales colocaciones del FGS están orientadas a «inversiones productivas», tal como lo repitió en más de una oportunidad Bossio en la presentación a la prensa. Las que se definen desde la mesa de dinero (por alrededor de $ 150.000 millones) son principalmente plazos fijos, dando prioridad a los bancos que utilicen esos fondos para dar líneas de créditos para el sector productivo (mayormente, estatales); rescate de la suscripción de Fondos Comunes de Inversión, resabio de colocaciones de las AFJP (el FGS no puede invertir en éstos); venta de acciones en el exterior ya que tampoco puede destinar el dinero a ese fin; y en títulos públicos, donde se encuentra el 61% del total de la cartera del FGS, porcentaje muy cercano al límite marcado por ley, del 65% del Fondo.
Además de la grabadora de voz, que permite tener registro y documentación respaldatoria de las operaciones diarias, instalaron líneas telefónicas punto a punto para incrementar los controles e intentar evitar filtraciones de información. A fines de 2008, cuando se creó el FGS, había $ 98.224 millones de pesos. Al 30 de abril de este año creció un 52%, a $ 149.287 millones.
La mesa de dinero más importante del país no registró ninguna operación en las últimas tres semanas. Ocurre que, debido a los límites y restricciones impuestos por ley acerca de las posibilidades de efectuar transacciones con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, es menor el movimiento diario que en otras mesas que cuentan, inclusive, con mucho menos stock de dinero que el del FGS.
Cómo opera mayor mesa de dinero del mercado local (la de la ANSES)
El titular de la ANSES, Diego Bossio, presentó la Mesa de Operaciones del FGS. «Permitirá garantizar y darles más transparencia a cada una de las decisiones en materia de inversiones que tomamos desde la ANSES. Además, posibilitará grabar cada una de las operaciones que se realiza», sostuvo. Si bien desde que en diciembre de 2008 se creó este fondo -con los aportes previsionales que antes estaban en manos de las AFJP- está en funcionamiento esta mesa, recién ahora se decidió darla a conocer. Está ubicada en el cuarto piso de la dependencia de la ANSES de Tucumán y San Martín, rodeada por vidrios esmerilados que no permiten ver del otro lado de esta oficina.
Cuando llegan a trabajar cada uno de los cinco operadores (de los ocho que finalmente conformarán esta mesa), apagan obligatoriamente sus celulares y se sientan frente a los cuatro monitores desde los que siguen la evolución del mercado. Ya tienen instalado el servicio de Bloomberg (que muestra en tiempo real la marcha de la jornada), y dentro de poco contarán también con el de Reuters. Casi todos vienen de haber trabajado en mesas de dinero de AFJP o de sociedades de Bolsa. Hay uno que se focaliza exclusivamente en títulos públicos, otro en acciones, uno en divisas y dos en plazo fijo, la inversión favorita del FGS.
«Las operaciones diarias se registran en las actas del Comité Ejecutivo del FGS», explicó Lisandro Cleri, gerente de Transacciones y Operaciones de la mesa. El comité al que hizo referencia está conformado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino; el viceministro de Economía, Roberto Feletti; el secretario de Finanzas, Juan Carlos Pezoa, y el titular de la ANSES, Diego Bossio. Además, Cleri indicó que «debido a todas las medidas que están en práctica para darles total transparencia a las operaciones, como la grabadora de voz, sí o sí los operadores tienen que vender al mejor precio que consiguen de cinco cotizaciones».
Las principales colocaciones del FGS están orientadas a «inversiones productivas», tal como lo repitió en más de una oportunidad Bossio en la presentación a la prensa. Las que se definen desde la mesa de dinero (por alrededor de $ 150.000 millones) son principalmente plazos fijos, dando prioridad a los bancos que utilicen esos fondos para dar líneas de créditos para el sector productivo (mayormente, estatales); rescate de la suscripción de Fondos Comunes de Inversión, resabio de colocaciones de las AFJP (el FGS no puede invertir en éstos); venta de acciones en el exterior ya que tampoco puede destinar el dinero a ese fin; y en títulos públicos, donde se encuentra el 61% del total de la cartera del FGS, porcentaje muy cercano al límite marcado por ley, del 65% del Fondo.
Además de la grabadora de voz, que permite tener registro y documentación respaldatoria de las operaciones diarias, instalaron líneas telefónicas punto a punto para incrementar los controles e intentar evitar filtraciones de información. A fines de 2008, cuando se creó el FGS, había $ 98.224 millones de pesos. Al 30 de abril de este año creció un 52%, a $ 149.287 millones.
La mesa de dinero más importante del país no registró ninguna operación en las últimas tres semanas. Ocurre que, debido a los límites y restricciones impuestos por ley acerca de las posibilidades de efectuar transacciones con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, es menor el movimiento diario que en otras mesas que cuentan, inclusive, con mucho menos stock de dinero que el del FGS.
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Ambito
Para ahorristas: Indek impulsa cupón del PBI
El feriado de Estados Unidos de hoy llega en un momento oportuno para el mundo, pero no para la Argentina, donde el viernes los bonos quedaron en inmejorable posición para continuar al alza. Los títulos locales, mientras los mercados del mundo retrocedían, consiguieron importantes subas de hasta un 1,70% porque aparecieron inversores atraídos por las elevadas rentas que exhiben después de las últimas caídas. Como se sabe, cuando baja el precio, se eleva la renta del bono. Hay que detenerse a observar el monto de negocios para tener una idea de cómo se están manejando los inversores. El viernes, en el Mercado Abierto Electrónico, el total operado cayó casi a la mitad. Fue uno de los tres volúmenes de negocios más bajos de mayo.
El tema es que no había vendedores de bonos porque no querían deshacer la cartera y los que querían comprarlos debieron pagarlos más caros. Ésta es una clara señal de que hay una apuesta a la suba de los títulos públicos en el plazo más inmediato. Los más buscados fueron los posdefault en dólares porque son los de más corto plazo y tienen una renta de hasta un 14,50%. El Boden 2012, que vence en agosto de 2012, equivale a un plazo fijo del 12,5% en dólares. El Boden 2015, a su vez, paga una tasa del 7% anual, que a los precios que tiene hoy el bono equivale a una del 10%. En octubre de 2015, cuando venza el bono, se pagará íntegramente el precio nominal de 100 dólares por lámina. Hoy el Boden 2015 cuesta poco más de 74 dólares. Esto explica por qué el título en la última semana subió un 3,44%.
Los que buscan riesgo tienen los cupones PBI, que a los valores actuales son más que atractivos a pesar de su elevada volatilidad. Lo que se paga hoy por este derivado, que nació con el canje de la deuda de 2005 que se hizo en la gestión de Roberto Lavagna, se recupera casi en su totalidad a fin del año que viene con la renta que se estima van a pagar. Hay quienes especulan con que el INDEC será un aliado invalorable para ganar con los cupones porque, desde la misma manera que en sus mediciones, muestra una inflación menor a la real, cuando se trata del crecimiento de la economía siempre apunta hacia arriba. Hay memoriosos que recuerdan julio de 2007 cuando nevó en Buenos Aires. En ese mes hubo fábricas que suspendieron empleados por falta de energía, ya que se privilegió el consumo domiciliario del gas. Sin embargo, el INDEC midió que ese mes la industria creció un 8,5%.
Día clave
Hoy, con menos negocios de los habituales, los inversores seguirán buscando aumentar sus carteras de deuda argentina porque Europa parece estar algo más calma con los ajustes de sus economías en marcha. Ésta era la parte decisiva de la crisis. Si los parlamentos no hubieran aprobado los recortes de los gastos públicos, el derrumbe habría seguido en los mercados por la enorme caída que habría tenido el euro. Ahora, de a poco, los inversores van asumiendo riesgos. El día clave es mañana con los mercados funcionando a pleno, aunque Europa hoy puede dar algunas señales positivas.
El dólar, por su parte, tendrá una jornada más tranquila en la Argentina. El feriado del Memorial Day en Estados Unidos limitará las operaciones en dólares. Por eso el viernes fue un día más intenso de lo habitual debido a que los jugadores se apresuraron a cerrar sus posiciones de fines de mes. Son muchos los que durante mayo se vendieron al contado y compraron dólares a futuro aprovechando las bajas tasas para tomar seguro de cambio. Con un dólar tranquilo, bajan los riesgos de operar en bonos y desde mañana los volúmenes negociados pueden subir considerablemente. Junio puede ser un buen mes para los bonos de la deuda en dólares y para los nominados en pesos de corto plazo.
Para ahorristas: Indek impulsa cupón del PBI
El feriado de Estados Unidos de hoy llega en un momento oportuno para el mundo, pero no para la Argentina, donde el viernes los bonos quedaron en inmejorable posición para continuar al alza. Los títulos locales, mientras los mercados del mundo retrocedían, consiguieron importantes subas de hasta un 1,70% porque aparecieron inversores atraídos por las elevadas rentas que exhiben después de las últimas caídas. Como se sabe, cuando baja el precio, se eleva la renta del bono. Hay que detenerse a observar el monto de negocios para tener una idea de cómo se están manejando los inversores. El viernes, en el Mercado Abierto Electrónico, el total operado cayó casi a la mitad. Fue uno de los tres volúmenes de negocios más bajos de mayo.
El tema es que no había vendedores de bonos porque no querían deshacer la cartera y los que querían comprarlos debieron pagarlos más caros. Ésta es una clara señal de que hay una apuesta a la suba de los títulos públicos en el plazo más inmediato. Los más buscados fueron los posdefault en dólares porque son los de más corto plazo y tienen una renta de hasta un 14,50%. El Boden 2012, que vence en agosto de 2012, equivale a un plazo fijo del 12,5% en dólares. El Boden 2015, a su vez, paga una tasa del 7% anual, que a los precios que tiene hoy el bono equivale a una del 10%. En octubre de 2015, cuando venza el bono, se pagará íntegramente el precio nominal de 100 dólares por lámina. Hoy el Boden 2015 cuesta poco más de 74 dólares. Esto explica por qué el título en la última semana subió un 3,44%.
Los que buscan riesgo tienen los cupones PBI, que a los valores actuales son más que atractivos a pesar de su elevada volatilidad. Lo que se paga hoy por este derivado, que nació con el canje de la deuda de 2005 que se hizo en la gestión de Roberto Lavagna, se recupera casi en su totalidad a fin del año que viene con la renta que se estima van a pagar. Hay quienes especulan con que el INDEC será un aliado invalorable para ganar con los cupones porque, desde la misma manera que en sus mediciones, muestra una inflación menor a la real, cuando se trata del crecimiento de la economía siempre apunta hacia arriba. Hay memoriosos que recuerdan julio de 2007 cuando nevó en Buenos Aires. En ese mes hubo fábricas que suspendieron empleados por falta de energía, ya que se privilegió el consumo domiciliario del gas. Sin embargo, el INDEC midió que ese mes la industria creció un 8,5%.
Día clave
Hoy, con menos negocios de los habituales, los inversores seguirán buscando aumentar sus carteras de deuda argentina porque Europa parece estar algo más calma con los ajustes de sus economías en marcha. Ésta era la parte decisiva de la crisis. Si los parlamentos no hubieran aprobado los recortes de los gastos públicos, el derrumbe habría seguido en los mercados por la enorme caída que habría tenido el euro. Ahora, de a poco, los inversores van asumiendo riesgos. El día clave es mañana con los mercados funcionando a pleno, aunque Europa hoy puede dar algunas señales positivas.
El dólar, por su parte, tendrá una jornada más tranquila en la Argentina. El feriado del Memorial Day en Estados Unidos limitará las operaciones en dólares. Por eso el viernes fue un día más intenso de lo habitual debido a que los jugadores se apresuraron a cerrar sus posiciones de fines de mes. Son muchos los que durante mayo se vendieron al contado y compraron dólares a futuro aprovechando las bajas tasas para tomar seguro de cambio. Con un dólar tranquilo, bajan los riesgos de operar en bonos y desde mañana los volúmenes negociados pueden subir considerablemente. Junio puede ser un buen mes para los bonos de la deuda en dólares y para los nominados en pesos de corto plazo.
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
MAM escribió: Darío, si conocieras tan bien el paño del armado político sabrías que Duhalde no va de candidato.
Eso es lo que normalmente te hace creer Tachuela y luego aparece como candidato "porque el pueblo se lo está pidiendo".
Darío de Junín
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Fuente I ---> http://m.lanacion.com.ar/1269623-brasil ... -se-achica
Fuente II ---> http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1269623[/quote]
Gracias, sabia que no eran palabras de mi amigo, pero no conocia la fuente de donde lo saco
Fuente II ---> http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1269623[/quote]
Gracias, sabia que no eran palabras de mi amigo, pero no conocia la fuente de donde lo saco
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Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
AKD escribió: Lo puse al lado del que dice que el RO15 iba a tener una TIR del 5%, merced al canje.
...
Que poder de sintesis.... con 5 palabras desactivaste 10 paginas de alucinaciones.. mi tiempo agradecido
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
MAM escribió:(...) Segundo, los candidatos que ponen son un disparate total! Como hacen varios encuestadores estos días para justificar que los K y sus candidatos van primeros, del otro lado ponen a 500 opositores, como si después fueran todos separados. Así es lógico que den los números que anuncian! No tiene ningún sentido encuestar así, pero bueh, parece que tipos como atrevido lo entusiasman juaaaaaaa
"Si las elecciones de gobernador fueran hoy, en el Conurbano se impondría Scioli por el 22,6%; seguido de Fracisco de Narváez con el 22,3%, Sergio Massa 15,8%; Martín Sabatella 13,0%; Ricardo Alfonsín 12,2% y Margarita Stolbizer con el 7,4%."
Hay un oficialista (Scioli), un cuasi oficialista (Sabatella), un "intermedio" (Massa) y tres opositores (el Colo, el hijo de Alfonsín y Stolbizer). ¿A vos te parece que algunos de esos opositores se pueden juntar? Yo creo que los únicos que podrían llegar a ir juntos son Alfonsín y Stolbizer, lo que no cambiaría el resultado.
Re: TVPP TVPA TVPY Cupones Vinculados al PBI
Hola a todos, les pego un mail que me mandaron muy interesante
Nuestro país debe crecer y evitar las posturas proteccionistas para concretar la inevitable
Es difícil encontrar un país que haya interpretado y aprovechado la crisis que atraviesa la vida pública argentina con mayor velocidad e inteligencia que Brasil. No sólo su gobierno, sino también su empresariado.
La venta de varias importantes compañías argentinas a capitales brasileños es un signo, entre otros, del crecimiento de la importancia relativa de nuestro vecino frente a nuestras debilidades. El caso más reciente ha sido la adquisición del control del Banco Patagonia por parte del Banco do Brasil, equivalente allí a nuestro Banco Nación.
Antes se produjo la compra del conglomerado energético de Pérez Companc y Petrolera Santa Fe, realizada por Petrobras. También fue adquirido el control de Alpargatas por la que fuera su filial brasileña, Alpargatas São Paulo, una subsidiaria del grupo Camargo Correa. Este mismo holding brasileño adquirió Loma Negra, responsable de la mitad de la producción de cemento del país y dueña del ferrocarril Ferrosud. El grupo belga-brasileño InBev compró la Cervecería Quilmes y Belgo Mineira tomó el control de Acíndar. En la industria de la carne, Friboi compró Col Car, Swift y el ex CEPA, y Marfrig se quedó con Estancias del Sur, Maryí y Quickfood. En el sector textil se produjo la compra de Umbro Argentina por el Grupo Dass.
Estas son sólo algunas de las operaciones que muestran la expansión brasileña en la actividad productiva y comercial argentina. No se ha dado un proceso similar en el sentido inverso. Las inversiones de empresas argentinas en Brasil son muy escasas, a excepción de algunas grandes compañías de siembra que han demostrado una particular capacidad de exportar tecnología diferenciada.
El impulso de capitales y empresas brasileñas para invertir en el exterior tiene su paralelo en el crecimiento de la inversión extranjera directa en ese país. Actualmente, la que recibe Brasil cuadruplica la que recibe la Argentina, mientras que en la década del noventa la relación era sólo de una vez y media. La mayor interacción con el exterior permite la internacionalización del empresariado y una más fluida transferencia y absorción de tecnología. Ello, a su vez, es una de las razones del mayor potencial expansivo brasileño.
De lo primero que hay que cuidarse frente a este proceso es de las reacciones proteccionistas, xenófobas o nacionalistas que pueda inspirar, como la reciente prohibición de importar de Brasil productos que se fabrican en la Argentina, medida que generó una amenaza de nuestro vecino de adoptar similares medidas. De ahí el encuentro que, en el marco del Tercer Foro de la Alianza de Civilizaciones, realizado ayer en Río de Janeiro, mantuvo nuestra presidenta con el de Brasil, con la intención de evitar un enfrentamiento comercial. A su término, Cristina Kirchner afirmó que la relación entre las dos naciones es "más que buena" y que sirvió para "profundizar el intercambio comercial entre ambos países".
Es posible que haya un sector de la sociedad argentina que contemple con dolor la superioridad de un país que, como Brasil, tenía una economía más pequeña que la Argentina hasta hace pocas décadas. Pero esa perspectiva sólo asegura que queden ocultas las razones profundas de este fenómeno de época.
Una de ellas es que Brasil atraviesa un momento estelar de su historia que le está otorgando una relevancia de alcance global. Una de sus manifestaciones es la rentabilidad de las empresas.
La vitalidad del sector empresario brasileño contrasta con los problemas que afectan a las empresas argentinas. Estas deben enfrentar la falta de financiamiento y la pequeñez del mercado de capitales, en particular luego de la estatización del sistema provisional.
Este marco se ensombrece, además, por la incertidumbre política y el pernicioso intervencionismo estatal. Estas desviaciones hacen que las empresas argentinas dejen de invertir e investigar y pierdan escala. Finalmente, muchas de ellas no resisten la globalización y terminan vendidas a fondos o empresas del exterior que, como las brasileñas, son más competitivas.
El resultado de este juego es paradójico: la desnacionalización se ve facilitada por las políticas de un gobierno que, como otros anteriores, sólo en la retórica rinden culto a la industria nacional.
Sería un error suponer que Brasil crece y la Argentina se achica nada más que por razones económicas.
Las claves de la evolución brasileña hay que buscarlas más allá de la economía y más allá del actual gobierno de Lula da Silva, que en todos sus éxitos es heredero del de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso. Conviene recordar las condiciones principales de esa diferencia entre ambos países.
Una de las más importantes es que los brasileños no han cedido a la identificación entre Estado y gobierno, tan habitual entre nosotros. El sector público en Brasil se mantiene al margen de las urgencias electorales de los partidos.
La manifestación más evidente de esta separación es la calidad de la diplomacia, que les permite a los brasileños moverse en la escena internacional con objetivos y conductas de largo plazo.
Esta separación entre el Estado y el gobierno permite la continuidad de las políticas centrales. Sin ella, habría sido imposible que el actual plan económico brasileño hubiera sido ejecutado ya por cinco administraciones, o que los hallazgos petroleros en aguas profundas sean el resultado de estudios que se iniciaron hace más de treinta años, durante el gobierno militar, y que jamás se interrumpieron, cualquiera que fuere el precio del crudo.
Seguramente, la calidad del empresariado brasileño encuentra apoyatura en un buen nivel de su universidad pública. Brasil se muestra más exigente y menos sujeto a los desbordes políticos e ideológicos de organizaciones de estudiantes y de docentes, que en la Argentina han contribuido a deteriorar la calidad de la enseñanza en todos los niveles.
Es particularmente en las etapas superiores de la educación en las que se difunde en toda la sociedad el valor que tiene la competencia y la superación profesional. La excelencia de su universidad pública se alcanza a través de un riguroso examen de ingreso que prioriza la calidad académica.
También Brasil ha dotado a su política de un mejor sistema electoral. No hay que olvidar nunca que el sistema electoral es la usina de la que surgen los gobiernos. Los brasileños lo han sacado hace ya tiempo de las manos del Poder Ejecutivo y lo han confiado a una justicia que hace gala de su independencia.
Estas características se explican unas a otras. Tal vez si se aislara cada una de ellas, no existiría sin las demás.
En estos días, en la Argentina se ha producido una circunstancia que demuestra el carácter sistémico de esa cultura pública del Brasil.
Es habitual elogiar, sobre todo en la Argentina, la autonomía y sentido estratégico del empresariado brasileño. Sin embargo, daría la impresión de que, fuera de las coordenadas virtuosas de su propio país, esos hombres de negocios no exhiben las mismas condiciones.
Hace pocos días, por ejemplo, los brasileños de Camargo Correa y Petrobras fueron los primeros en obedecer a las presiones del Gobierno para que abandonaran la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
Las ventajas de Brasil no son, entonces, de carácter económico, ni tienen que ver con una superioridad de sus recursos humanos. Son características de orden institucional y político. Este es el plano en el cual Brasil debe interpelarnos. Es inevitable que lo haga, por la sencilla razón de que es un país inevitable para la Argentina.
Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas; le siguen China, Estados Unidos y Chile. La Argentina es el tercer origen de las importaciones brasileñas, siguiendo a Estados Unidos y China. La idea de una estrategia de contención para "frenar al gigante" en la que se fundan muchos discursos que circulan entre nosotros, no puede ser buena.
La única contención posible y saludable es el crecimiento de la Argentina removiendo las trabas que la paralizan y haciéndola confiable sobre la base de profundos cambios en el plano institucional y cultural. Tampoco puede ser una buena receta cierta pretensión brasileña de adquirir protagonismo global desdeñando la suerte de la región. Estamos condenados el uno al otro y, por lo tanto, el único destino posible es la integración.
Nuestro país debe crecer y evitar las posturas proteccionistas para concretar la inevitable
Es difícil encontrar un país que haya interpretado y aprovechado la crisis que atraviesa la vida pública argentina con mayor velocidad e inteligencia que Brasil. No sólo su gobierno, sino también su empresariado.
La venta de varias importantes compañías argentinas a capitales brasileños es un signo, entre otros, del crecimiento de la importancia relativa de nuestro vecino frente a nuestras debilidades. El caso más reciente ha sido la adquisición del control del Banco Patagonia por parte del Banco do Brasil, equivalente allí a nuestro Banco Nación.
Antes se produjo la compra del conglomerado energético de Pérez Companc y Petrolera Santa Fe, realizada por Petrobras. También fue adquirido el control de Alpargatas por la que fuera su filial brasileña, Alpargatas São Paulo, una subsidiaria del grupo Camargo Correa. Este mismo holding brasileño adquirió Loma Negra, responsable de la mitad de la producción de cemento del país y dueña del ferrocarril Ferrosud. El grupo belga-brasileño InBev compró la Cervecería Quilmes y Belgo Mineira tomó el control de Acíndar. En la industria de la carne, Friboi compró Col Car, Swift y el ex CEPA, y Marfrig se quedó con Estancias del Sur, Maryí y Quickfood. En el sector textil se produjo la compra de Umbro Argentina por el Grupo Dass.
Estas son sólo algunas de las operaciones que muestran la expansión brasileña en la actividad productiva y comercial argentina. No se ha dado un proceso similar en el sentido inverso. Las inversiones de empresas argentinas en Brasil son muy escasas, a excepción de algunas grandes compañías de siembra que han demostrado una particular capacidad de exportar tecnología diferenciada.
El impulso de capitales y empresas brasileñas para invertir en el exterior tiene su paralelo en el crecimiento de la inversión extranjera directa en ese país. Actualmente, la que recibe Brasil cuadruplica la que recibe la Argentina, mientras que en la década del noventa la relación era sólo de una vez y media. La mayor interacción con el exterior permite la internacionalización del empresariado y una más fluida transferencia y absorción de tecnología. Ello, a su vez, es una de las razones del mayor potencial expansivo brasileño.
De lo primero que hay que cuidarse frente a este proceso es de las reacciones proteccionistas, xenófobas o nacionalistas que pueda inspirar, como la reciente prohibición de importar de Brasil productos que se fabrican en la Argentina, medida que generó una amenaza de nuestro vecino de adoptar similares medidas. De ahí el encuentro que, en el marco del Tercer Foro de la Alianza de Civilizaciones, realizado ayer en Río de Janeiro, mantuvo nuestra presidenta con el de Brasil, con la intención de evitar un enfrentamiento comercial. A su término, Cristina Kirchner afirmó que la relación entre las dos naciones es "más que buena" y que sirvió para "profundizar el intercambio comercial entre ambos países".
Es posible que haya un sector de la sociedad argentina que contemple con dolor la superioridad de un país que, como Brasil, tenía una economía más pequeña que la Argentina hasta hace pocas décadas. Pero esa perspectiva sólo asegura que queden ocultas las razones profundas de este fenómeno de época.
Una de ellas es que Brasil atraviesa un momento estelar de su historia que le está otorgando una relevancia de alcance global. Una de sus manifestaciones es la rentabilidad de las empresas.
La vitalidad del sector empresario brasileño contrasta con los problemas que afectan a las empresas argentinas. Estas deben enfrentar la falta de financiamiento y la pequeñez del mercado de capitales, en particular luego de la estatización del sistema provisional.
Este marco se ensombrece, además, por la incertidumbre política y el pernicioso intervencionismo estatal. Estas desviaciones hacen que las empresas argentinas dejen de invertir e investigar y pierdan escala. Finalmente, muchas de ellas no resisten la globalización y terminan vendidas a fondos o empresas del exterior que, como las brasileñas, son más competitivas.
El resultado de este juego es paradójico: la desnacionalización se ve facilitada por las políticas de un gobierno que, como otros anteriores, sólo en la retórica rinden culto a la industria nacional.
Sería un error suponer que Brasil crece y la Argentina se achica nada más que por razones económicas.
Las claves de la evolución brasileña hay que buscarlas más allá de la economía y más allá del actual gobierno de Lula da Silva, que en todos sus éxitos es heredero del de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso. Conviene recordar las condiciones principales de esa diferencia entre ambos países.
Una de las más importantes es que los brasileños no han cedido a la identificación entre Estado y gobierno, tan habitual entre nosotros. El sector público en Brasil se mantiene al margen de las urgencias electorales de los partidos.
La manifestación más evidente de esta separación es la calidad de la diplomacia, que les permite a los brasileños moverse en la escena internacional con objetivos y conductas de largo plazo.
Esta separación entre el Estado y el gobierno permite la continuidad de las políticas centrales. Sin ella, habría sido imposible que el actual plan económico brasileño hubiera sido ejecutado ya por cinco administraciones, o que los hallazgos petroleros en aguas profundas sean el resultado de estudios que se iniciaron hace más de treinta años, durante el gobierno militar, y que jamás se interrumpieron, cualquiera que fuere el precio del crudo.
Seguramente, la calidad del empresariado brasileño encuentra apoyatura en un buen nivel de su universidad pública. Brasil se muestra más exigente y menos sujeto a los desbordes políticos e ideológicos de organizaciones de estudiantes y de docentes, que en la Argentina han contribuido a deteriorar la calidad de la enseñanza en todos los niveles.
Es particularmente en las etapas superiores de la educación en las que se difunde en toda la sociedad el valor que tiene la competencia y la superación profesional. La excelencia de su universidad pública se alcanza a través de un riguroso examen de ingreso que prioriza la calidad académica.
También Brasil ha dotado a su política de un mejor sistema electoral. No hay que olvidar nunca que el sistema electoral es la usina de la que surgen los gobiernos. Los brasileños lo han sacado hace ya tiempo de las manos del Poder Ejecutivo y lo han confiado a una justicia que hace gala de su independencia.
Estas características se explican unas a otras. Tal vez si se aislara cada una de ellas, no existiría sin las demás.
En estos días, en la Argentina se ha producido una circunstancia que demuestra el carácter sistémico de esa cultura pública del Brasil.
Es habitual elogiar, sobre todo en la Argentina, la autonomía y sentido estratégico del empresariado brasileño. Sin embargo, daría la impresión de que, fuera de las coordenadas virtuosas de su propio país, esos hombres de negocios no exhiben las mismas condiciones.
Hace pocos días, por ejemplo, los brasileños de Camargo Correa y Petrobras fueron los primeros en obedecer a las presiones del Gobierno para que abandonaran la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
Las ventajas de Brasil no son, entonces, de carácter económico, ni tienen que ver con una superioridad de sus recursos humanos. Son características de orden institucional y político. Este es el plano en el cual Brasil debe interpelarnos. Es inevitable que lo haga, por la sencilla razón de que es un país inevitable para la Argentina.
Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas; le siguen China, Estados Unidos y Chile. La Argentina es el tercer origen de las importaciones brasileñas, siguiendo a Estados Unidos y China. La idea de una estrategia de contención para "frenar al gigante" en la que se fundan muchos discursos que circulan entre nosotros, no puede ser buena.
La única contención posible y saludable es el crecimiento de la Argentina removiendo las trabas que la paralizan y haciéndola confiable sobre la base de profundos cambios en el plano institucional y cultural. Tampoco puede ser una buena receta cierta pretensión brasileña de adquirir protagonismo global desdeñando la suerte de la región. Estamos condenados el uno al otro y, por lo tanto, el único destino posible es la integración.
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