Mensajepor blanco » Dom Ago 07, 2016 1:53 pm
El Gobierno le pone límites a la industria electrónica fueguina
Por el alto costo fiscal, que ya supera los $30.000 millones anuales, las empresas sólo podrán fabricar aires, celulares y televisores. El resto se podrá importar. Para bajar los precios de las PC, también se prevé rebajar el arancel del 35% al 16%.
Desde la página 1 Lo que tenemos que definir es si nos interesa tener una industria electrónica o no”. Frente al debate abierto acerca de los costos y beneficios de mantener el régimen promocional de Tierra del Fuego, Gustavo Castelli, CEO de BGH, plantea el mayor interrogante que atraviesa hoy a las empresas que producen en el país una amplia gama de electrónicos bajo un gran esquema de subsidios y con escasa competitividad. El Gobierno pretende resolver ambas cuestiones, pero reconocen que “es un problema complejo” porque el polo industrial tiene 10.800 empleados directos y 8.100 indirectos (el 26% del empleo privado total) y representa el 35% de los ingresos del Estado provincial.
Creado en 1972, el régimen promocional fueguino se estableció por ley (19.640) y desde entonces fue eje de controversias. Por lo pronto, el Gobierno limitará sus alcances permitiendo fabricar únicamente televisores, celulares y acondicionadores de aire. El resto de los productos (equipos de audio, codificadores de TV, microondas y computadoras, por ejemplo) se podrían importar sin restricciones vía licencias automáticas. Por otro lado, y con el objetivo de bajar los precios al consumidor, está prevista una baja del 35% al 16% en los aranceles a la importación de laptops, netbooks y tabletas.
Esa doble intención oficial, bajar el costo fiscal y los precios de los electrónicos, fue expuesta con crudeza por Oscar Aguad hace dos semanas. El ministro de Comunicaciones culpó al régimen de promoción fueguino por el atraso tecnológico en el país y la baja competitividad de la industria local. “Necesitamos tener la última tecnología al precio más barato posible porque hoy, con todas las prerrogativas que tiene Tierra del Fuego, este teléfono (aludiendo al iPhone) sale casi un 100% más caro que en los EE.UU.”, dijo.
Desde la isla lo cruzaron casi todos, desde la gobernadora, Rosana Bertone, hasta legisladores radicales. Igual, esas declaraciones causaron tal conmoción que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, viajó la semana pasada a Tierra del Fuego para anunciar obras. Y al ser consultado sobre la continuidad del régimen, tranquilizó: “La verdad es que la promoción industrial tiene su sentido, tiene que quedarse y tiene que mejorar”. Pero agregó que “tenemos que mejorar las políticas públicas permanentemente. La promoción tal cual está alcanza para algunas cosas, pero es evidente que no alcanza para otras”.
Los dichos encierran una encrucijada. Tiene una importancia crucial para la economía fueguina, sobre todo para los 75.000 habitantes de Río Grande. Pero sostener al régimen (los fabricantes no pagan IVA, Ganancias ni derechos de importación) este año representará $30.114 millones. La cifra surge del presupuesto 2016, donde es posible evaluar el esfuerzo fiscal de varios proyectos de promoción, como el de fomento a las pymes ($1.622 millones), a la investigación y desarrollo científico y tecnológico ($120 millones), a la educación técnica ($340 millones), y por la ley del software ($673 millones).
“Tierra del Fuego depende del régimen. Somos conscientes de eso y todo proceso de cambio hay que hacerlo con cuidado, en forma progresiva, consensuando con todos y teniendo en cuenta a los trabajadores. Pero hay que hacerlo”, dijo a iEco el subsecretario de Industria, Martín Etchegoyen. El funcionario, de todos modos, aclaró que se están evaluando alternativas para diversificar la matriz productiva de la isla para bajar el costo fiscal, como la petroquímica, energía, pesca, producción maderera, entre otras. “Hay que explorar otras vías, esto no es un problema binario y hay que encararlo, algo que nunca se hizo”, advirtió.
A los fabricantes fueguinos, las críticas de Aguad los puso en alerta. Algunos creen que, en realidad, es el pensamiento fiel del presidente Mauricio Macri. “Una declaración así es algo oficial, y preocupa porque es la opinión de un ministro”, dice Castelli, de BGH. El ejecutivo destaca que la opinión de Aguad “no tiene fundamento real del tema y niego rotundamente que estemos atrasados tecnológicamente”. Por otro lado, reconoce que los precios de la producción local son altos, pero “esto no es un problema sólo del régimen, sino de toda la industria en general, que no es competitiva”, sentenció.