Mirá este video.
Mirá al ciruja.
Escuchá la música emotiva.
Mirá cuando le cortan el pelo y lo afeitan, y regocijate con la sonrisa de su rostro, al ver cómo lo ponen lindo.
Lindo por un rato.
Lindo como uno, que es de clase media todos los días.
Observá las lágrimas de emoción del ciruja.
Sientí pena por su situación, pero alegrate de que unos tipos fueron un día, y le dieron ropa y comida.
Y lo pusieron lindo y presentable, como uno.
Lo disfrazaron de persona digna, por un rato.
No te preguntes qué hará el ciruja los restantes 364 días del año, ni el resto de su vida.
No te hagas preguntas.
No hagas preguntas.
No cuestiones.
Tomá nota del lindo gesto que tuvieron estos tipos, y de sus seguras buenas intenciones.
Pero no te preguntes por qué este tipo es ciruja, ni por qué hay cirujas en las calles de un mundo con riquezas suficientes para que todos podamos comer y vivir dignamente.
Menos aún se te ocurra preguntarte por qué, al mismo tiempo, hay tipos con una riqueza tan descomunal y obscena que, bien distribuída, acanzaría para eliminar la pobreza del mundo.
No pienses en esas cosas.
No, no te detengas en esas cosas.
No vale la pena.
Las cosas son así.
Así que mirá este video.
Ponele "Me gusta".
Compartilo.
Que cunda el ejemplo.
Que la gente entienda que la caridad es la única forma aceptable de solidaridad.
Quizá, algún día, logremos que los cirujas se sigan muriendo de frío o de hambre en la calle, pero esta vez lo harán bien vestidos y con una sonrisa en la cara, sonrisa que expresará su agradecimiento por tus putas buenas intenciones y tu tranquilidad de conciencia de mie***.
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