DarGomJUNIN escribió:El 13/1/2910 el Tesoro Público español completó su primera emisión de deuda del Estado del año. Uno de los principales compradores con una estimación del 15 % de lo emitido es China, que está cambiando deuda en dólares por euros.
Se trata de obligaciones a diez años con una rentabilidad del 4,096% y un volumen total de la emisión de 5.000 millones de Euros. Fuente principal: Diario ABC (Madrid)
La fuente principal no aclara a qué llama rentabilidad.
En el caso de The Economist la tasa de interés es la tasa una vez hecha la licitación. Es decir, la tasa de interés que figura en las condiciones de emisión si el bono se vendió a la par (que suele ser así en bonos a un año).
Pero la "rentabilidad" de ABC puede pensarase que sea la tasa técnica o esa tasa incremetada por el precio real pagado bajo la par o la TIR en cualquiera de ambos casos.
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Sin embargo, suponiendo que es el mismo tipo de tasa, la situación de España se agrava:
Tasa__________________Antes__________Ahora________Diferencia en %
A un año__________________0,72___________0,89____________+ 36%
A diez años________________3,95___________4,096___________+ 3,7%
El Banco Central Europeo emite Letras todos los meses. Si España hace otro tanto, quien esperó un mes ganará lo mismo con un 26% menos de dinero.
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Pero España no es una isla, completa en sí misma; las campanas doblan para todos: si las tasas suben en Europa, las actuales de cualquier lado, incluyendo las de Argentina, se volverán menos atractivas y los precios de nuestros bonos bajarán.
No solo porque la diferencia de tasas sería menor (si fuera por mayor riesgo allí poco debería cambiar la cosa aquí), sino porque aumentaría la demanda de fondos (si cada vez que renuevo deuda debo pagar más intereses, cada vez necesito más plata) y en especial aumentaría la expectativa de tasas futuras más altas.
Y si más difícil le sería colocar deuda al Gobierno de Argentina (por esos dos aumentos y la menor diferencia de tasas aunque sea por riesgo externo), su deuda actual se volvería más riesgosa, porque el Gobierno no podría renovarla con la facilidad que habría tenido antes.
Un circulo vicioso ante el que nuestro Gobierno poco puede hacer más que lo que ya está haciendo: apurar el canje y tomar la deuda que precise a estas tasas aún bajas.
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Quienes siguen las acciones parece que ven el mismo paisaje, pero desde otro lugar. Hace tiempo que esperan una corrección de precios (el Dow Jones últimamente viene
laterlizando y los operadores esperan que defina tendencia) y las voces de alarma de los economistas (Stiglitz, Roubini, Krugman, FMI) parecen contradecir cada vez más los precios alcanzados por muchos activos financieros.
Es que hay una contradicción en que los precios de los bonos y las acciones de USA estén ambos con precios altos. Un grupo u otro está equivocado en sus respectivas expectativas de deflación con recesión o de inflación con recuperación.
La explicación más simple es que hay una abundancia de liquidez. Y la consecuencia más fácil de imaginar es que se resolverá, tarde o temprano, vía inflación en dólares.
Pero a este relato muchos le oponen el ejemplo de Japón, donde los picos de precios de casas y acciones se alcanzaron hace más de diez años sin que su moneda se devaluara tanto, desde entonces, respecto al dólar.
La incertidumbre, como siempre, continúa.