"Argentina es un país caracterizado por antinomias: Civilización o Barbarie, La Gloria o Devoto,
Canillita o Campeón. No hay puntos intermedios. Hoy esta dicotomía se traslada a la nota del país
en su calidad de deudor, que sin crédito internacional, se debate entre el “default y el investment
grade”. Por primera vez en muchos años, el perfil de deuda del Gobierno no parece complicado,
salvo por el detalle (no menor) de que el país permanece totalmente al margen de los mercados, y
el ejercicio de stress al que se está sometiendo a la deuda va a poner a prueba la capacidad para
transitar los próximos años casi exclusivamente con recursos propios, el máximo exponente del
“vivir con lo nuestro”. Ahora bien, si Argentina logra pasar los próximos dos años cancelando
todos los vencimientos de la deuda el problema “maldito” de la deuda pública pasará a ser
historia; y la discusión se trasladará final y merecidamente a la reconstrucción de las
instituciones del propio Estado (determinante de la tasa de crecimiento potencial), instalando la
agenda larga del desarrollo económico y social.
La poca información disponible -sólo hay datos agregados de los bonos valuados a precios de
mercado que surgen del balance semanal del BCRA y no resulta sencillo seguir los movimientos de
la ANSES luego de la estatización de las AFJP´s-, nos lleva a la necesidad de realizar hipótesis
para reconstruir la historia. Rearmando los datos surge que, a fines de 2008, la deuda neta de
activos y de acreencias intra sector público ascendía a 31% del PIB, prácticamente el mismo nivel
de 1996, pero con un tipo de cambio mucho más cerca del equilibrio, y en 2011, considerando una
refinanciación plena intra sector público, este número se reduciría a un sorprendente 24% del
PIB. En este escenario, la próxima administración encontrará una economía desendeudada, sin
desequilibrios estructurales básicos y un amplio margen para avanzar en la agenda de largo
plazo. De todos modos, también cabría preguntarse los motivos por los cuales la administración
actual avanzaría hacia este escenario, cuando el camino del ajuste fiscal para pagar la deuda
implica en el corto plazo mayores costos sociales y, consecuentemente, menores chances de retener
el consenso social. Finalmente ¿Será esta la intuición que está llevando en Argentina a una
proliferación de posibles candidatos presidenciales? ¿Acaso la posibilidad inédita de recibir en
2011 una papa o un hierro apenas tibios?"
5 de mayo de 2009
http://www.estudiobein.com.ar/data/uplo ... esumen.pdf
Aún te quedan dudas, Cría?