Re: Actualidad y política
Publicado: Mié Abr 27, 2016 3:00 pm
La piba es diplomàtica, su papà comunista la fuè a visitar al centro liberal màs importante del mundo, estamos todos locos, o a ellos ya se le cayò la careta hace rato: (la cuestiòn es que acomodò a sus hijitos en la funciòn pùblica), ellos si que no tienen problemas de empleo, ni de salarios, total la gilada paga impuestos para sufragar sus gastos.
María Paula Zannini, la hija más grande, es diplomática. La Presidenta le tomó juramento en abril de 2013, cuando egresó del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Esta abogada, de 31 años, fue enviada a uno de los destinos más deseados como cónsul de tercera clase, uno de los escalafones más bajos de la carrera. Se mudó a Washington en febrero de 2014 para trabajar en la misión argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA), oficina a cargo de la ex ministra Nilda Garré. Viajó acompañada por su marido, el diplomático Juan Francisco Gutiérrez Tellería (también flamante egresado), que fue nombrado al mismo tiempo que su mujer, pero en la embajada argentina en Estados Unidos, con sede en la misma ciudad.
"No creo que haya tenido ningún privilegio por ser «hija de». Todos los países occidentales son codiciados en Cancillería. Todos quieren estar en París, Roma o Estados Unidos, es cierto. Pero casi siempre hay varios lugares disponibles", justificaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores. Y estimaron que el salario básico de un cónsul de tercer grado supera los 10.000 dólares mensuales.
En su primer año como funcionaria, los bienes de María Paula crecieron de $ 0 a casi $ 1 millón, según las declaraciones juradas que presentó ante la Oficina Anticorrupción. Detalló ingresos anuales que superan los $ 300.000, pero sus gastos están por encima de los $ 550.000. También informó la compra de un departamento de 70 metros cuadrados en Capital con un crédito del Banco San Juan por medio millón de pesos.
Ruiz
LA NACION
Martes 23 de junio de 2015
25820
3701
La familia Zannini no tiene problemas de desempleo: María Paula, Franco, Carlos Justo y Francisco, los cuatro hijos de Carlos Zannini, son empleados públicos. Y más: también su yerno Juan Francisco Gutiérrez Tellería trabaja para el Estado. Todos fueron nombrados después de que el hombre de confianza de Cristina Kirchner desembarcara en la Casa Rosada.
María Paula Zannini, la hija más grande, es diplomática. La Presidenta le tomó juramento en abril de 2013, cuando egresó del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Esta abogada, de 31 años, fue enviada a uno de los destinos más deseados como cónsul de tercera clase, uno de los escalafones más bajos de la carrera. Se mudó a Washington en febrero de 2014 para trabajar en la misión argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA), oficina a cargo de la ex ministra Nilda Garré. Viajó acompañada por su marido, el diplomático Juan Francisco Gutiérrez Tellería (también flamante egresado), que fue nombrado al mismo tiempo que su mujer, pero en la embajada argentina en Estados Unidos, con sede en la misma ciudad.
"No creo que haya tenido ningún privilegio por ser «hija de». Todos los países occidentales son codiciados en Cancillería. Todos quieren estar en París, Roma o Estados Unidos, es cierto. Pero casi siempre hay varios lugares disponibles", justificaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores. Y estimaron que el salario básico de un cónsul de tercer grado supera los 10.000 dólares mensuales.
En su primer año como funcionaria, los bienes de María Paula crecieron de $ 0 a casi $ 1 millón, según las declaraciones juradas que presentó ante la Oficina Anticorrupción. Detalló ingresos anuales que superan los $ 300.000, pero sus gastos están por encima de los $ 550.000. También informó la compra de un departamento de 70 metros cuadrados en Capital con un crédito del Banco San Juan por medio millón de pesos.
Ruiz
LA NACION
Martes 23 de junio de 2015
25820
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La familia Zannini no tiene problemas de desempleo: María Paula, Franco, Carlos Justo y Francisco, los cuatro hijos de Carlos Zannini, son empleados públicos. Y más: también su yerno Juan Francisco Gutiérrez Tellería trabaja para el Estado. Todos fueron nombrados después de que el hombre de confianza de Cristina Kirchner desembarcara en la Casa Rosada.
