Re: Actualidad y política
Publicado: Lun Mar 05, 2018 7:32 pm
Si se puede, en lugar de darle subsidios para que se rasquen los higos, o se los lleven los punteros, acá hay otra forma para impulsar la inventiva y el desarrollo personal.
La Nación
Los argentinos que fabrican accesorios de celulares, compiten con los chinos y facturan $8 millones
Gerardo Falsarella pasaba las últimas horas del día entre las aplicaciones de su celular. Una recorrida por Instagram, Facebook y mucho relojeo en Tinder lo entretuvieron hasta que se le durmió uno de los dedos con los que sostenía el celular y se golpeó la cara con el aparato. La mañana siguiente, ni bien se despertó, llamó a su amigo y compañero de la carrera de Administración de Empresas, Nicolás Viñes, y le dijo: "Hay que hacer algo para sostener el celular". Ese fue el nacimiento de Ringo, un anillo con creativos diseños que se adhiere al reverso del teléfono para agarrarlo.
La idea le valió a Viñes y Falsarella alcanzar una pequeña fortuna: hoy venden unos 40.000 accesorios al mes en 5.000 puntos de venta alrededor del país y tienen previsto facturar $8 millones este año.
Según Viñes, con la idea que tuvo su socio se pusieron a investigar si existía algo parecido en el mundo y encontraron que, en otros mercados, ya se comercializaban los ring holders, que se usaban sobre todo en Asia. "No teníamos ni idea de su existencia, pero eso nos confirmó la hipótesis de la necesidad de hacer algo", asegura.
Los distintos modelos de Ringo
Llegaron a la conclusión de que el mercado de accesorios para celulares estaba en explosión en la Argentina y hasta había cadenas que ofrecían muchos productos, pero todos eran chinos, genéricos, despersonalizados y de poca calidad. "Vimos ahí la oportunidad de agregar valor. Si lo de los accesorios era el nuevo kiosco ¿Cuál era el diferencial? La marca. Acá, cuatro o cinco importadores traen la misma cosa y se matan por el precio y la marca es sólo el nombre del importador", explica Viñes.
Entonces decidieron desarrollar la marca Ringo a través de las redes sociales para lanzar a gran escala un producto que consideraban de consumo masivo. Empezaron a medir reacciones y se dieron cuenta de que el público los veía como una novedad: entraban al mercado en el momento justo e instalaron su nombre como el genérico del producto.
En la primera etapa, la inversión inicial fue de US$15.000 y luego, a los tres o cuatro meses de salir al mercado, se presentaron para obtener un préstamo del programa PAC Emprendedores del Ministerio de Producción. Recibieron un subsidio de $350.000 con el que desarrollaron una matriz más grande para producir a mayor escala. Por último, obtuvieron un crédito del BICE por $500.000 que les permitió comprar una impresora de cama plana japonesa para trabajar los diseños por su cuenta.
La Nación
Los argentinos que fabrican accesorios de celulares, compiten con los chinos y facturan $8 millones
Gerardo Falsarella pasaba las últimas horas del día entre las aplicaciones de su celular. Una recorrida por Instagram, Facebook y mucho relojeo en Tinder lo entretuvieron hasta que se le durmió uno de los dedos con los que sostenía el celular y se golpeó la cara con el aparato. La mañana siguiente, ni bien se despertó, llamó a su amigo y compañero de la carrera de Administración de Empresas, Nicolás Viñes, y le dijo: "Hay que hacer algo para sostener el celular". Ese fue el nacimiento de Ringo, un anillo con creativos diseños que se adhiere al reverso del teléfono para agarrarlo.
La idea le valió a Viñes y Falsarella alcanzar una pequeña fortuna: hoy venden unos 40.000 accesorios al mes en 5.000 puntos de venta alrededor del país y tienen previsto facturar $8 millones este año.
Según Viñes, con la idea que tuvo su socio se pusieron a investigar si existía algo parecido en el mundo y encontraron que, en otros mercados, ya se comercializaban los ring holders, que se usaban sobre todo en Asia. "No teníamos ni idea de su existencia, pero eso nos confirmó la hipótesis de la necesidad de hacer algo", asegura.
Los distintos modelos de Ringo
Llegaron a la conclusión de que el mercado de accesorios para celulares estaba en explosión en la Argentina y hasta había cadenas que ofrecían muchos productos, pero todos eran chinos, genéricos, despersonalizados y de poca calidad. "Vimos ahí la oportunidad de agregar valor. Si lo de los accesorios era el nuevo kiosco ¿Cuál era el diferencial? La marca. Acá, cuatro o cinco importadores traen la misma cosa y se matan por el precio y la marca es sólo el nombre del importador", explica Viñes.
Entonces decidieron desarrollar la marca Ringo a través de las redes sociales para lanzar a gran escala un producto que consideraban de consumo masivo. Empezaron a medir reacciones y se dieron cuenta de que el público los veía como una novedad: entraban al mercado en el momento justo e instalaron su nombre como el genérico del producto.
En la primera etapa, la inversión inicial fue de US$15.000 y luego, a los tres o cuatro meses de salir al mercado, se presentaron para obtener un préstamo del programa PAC Emprendedores del Ministerio de Producción. Recibieron un subsidio de $350.000 con el que desarrollaron una matriz más grande para producir a mayor escala. Por último, obtuvieron un crédito del BICE por $500.000 que les permitió comprar una impresora de cama plana japonesa para trabajar los diseños por su cuenta.

