houseman escribió:El pro recibió un país en ruinas:
Presión impositiva superior a los países nórdicos (sí, considerando la inflación, es superior), lo cual sitúa practicamente a todo el sector privado en el lado oscuro de la curva de Laffer.
Déficit de casi 9%.
Infraestructura destruida.
Un mercado de trabajo segregacionista (Apartheid entre el empleo público y el privado)
Nucleo inamovible de pobreza del 30%, y generalizada entre los menores de edad.
Todos sabíamos que las opciones eran dos:
Desagradable: Ajuste fiscal clásico, congelar gasto público, privatizar esas empresas de mie*** como aerolíneas y buena parte del sistema previsional, flexibilización laboral.
Desastroso: Todo sigue igual pero con una megadevaluación se licúa el gasto y das vuelta el deficit BoP.
Tercera opción: Aborto, Secretaría de movilidad en bicicleta y cabinas anti estres en palermo.
Tengo algunas discrepancias con tu visión:
Acá no podés privatizar casi nada; mucho menos Aerolíneas (a la que habría que disolver, más que privatizar). No es viable políticamente.
Y cuando digo no es viable, quiero decir: si lo intentás, te bajan, así de sencillo. Y ya viste lo que pasó cuando modificaron el sistema de cálculo de haberes, casi se metieron adentro de la Cámara, con Diputados que les querían abrir las puertas. Habrás visto los abrazos entre el kirchnerismo duro y el massismo.
Para hacer flexibilización laboral, necesitás fuerza palamentaria. Acá tenías algunos diputados, y un quito del Senado. Y sólo 5 gobernadores. No hay antecedentes en toda la historia de la Argentina de un gobierno con tan poco apoyo institucional.
No sólo no hicieron un ajuste en muchas cuestiones, sino que las expandieron, como el gasto social. Aún así, hicieron de todo para bajarlos. Hasta repartieron helicópteros como souvenir en la Plaza.
Tu tercera opción es la principal crítica que les hago: agenda escandinava para cabeza argenta.
El aborto, en algún momento, había que tratarlo.
Lamentablemente, con otro nivel, del que estamos a años luz.
Lo que si creo (y lo creo desde antes del 10 de diciembre de 2015) es que Macri debió haber hecho uso de una sola Cadena Nacional, pidiendo la atención del caso, para trazar la magnitud de los problemas que recibió, su gravedad, y qué nos esperaba.
Y una cosita más: tampoco nos olvidemos que entre que ganó y asumió, la insigne Corte Suprema de Justicia de la Nación le tiró por la cabeza el fallo sobre la deuda de la Nación con 3 provincias, que Doña Cristina extendió generosamente a todo el resto, a horas de irse.
No lo recuerdo, pero esa causa se había empezado a sustanciar hacía casi una década.
Ese es el país que tenemos, esa es la Corte Suprema, emblema de seriedad por excelencia.
Macri es un tipo bastante limitado.
Pero Argentina es impresentable.