Shibuya escribió: ↑ Ja ja, no seas tan pavo Aquiles.
Como vas a negar a River, o hablar de penosa historia. El fútbol argentino es River, Independiente, los clubes rosarinos, algo de Argentinos Jrs, y pará de contar. Los bo sta han vivido envidiando a River, y a la sombra de River. Pudieron acercarse un poquito cuando empezaron a gastar millonadas en jugadores de otros clubes, y ni que hablar de las enormes ayudas arbitrales, reconocidas por Grondona, y que hemos escuchado en audios del gordo angelici. En los 2000 con todo comprado, tuvieron que probar con Bilardo, con el Bambino que había ganado en River, hasta que el gangoso caprichoso fue a buscar a Bianchi que había ganado en Vélez. Ya no le quedaba nada por probar.
No escuchaste hablar de la máquina? No sabés que club dio mas jugadores a la selección nacional? No sabés quiénes fueron Alfredo Distéfano, Enrique Omar Sívori? No sabés el orgullo que se siente de ganar Copas Libertadores con técnicos del club, con grandes jugadores surgidos en el club? Con un estilo futbolistico que nos identifica a todos los riverplantenses. Que vas a saber si tu ídolo es la momia Palermo de estudiantes! Vos solos sabés de definiciones por penales y algún que otro abandono
Cuál es tu último ídolo? Ángel Clemente Rojas? O el boquiabierta de Calito?
Estábamos hablando de otras cosas, pavo de Shibuya....pero viendo que te metés en la conversa, a vos te atiendo también. Nadie negó ídolos y fútbol....empezaste mal. Hablábamos del historial de pechugueos de River, reconociendo este presente formidable, que poco tiene que ver con la historia general de tu club.
De la máquina de River del 40 y 50, no dije nada. Pero deberías tener más respeto por el grandioso Boca de los años 60 y 70...
Y más allá de entrar a tallar hasta el infinito, te recuerdo que el Toto Lorenzo fue jugador de Boca, así que el comentario fue al pe**. Es medio aleatorio que un jugador del club no saque campeón de algo grande....y no viene mucho al caso, me importa salir campeón y punto.
Y laváte la boca para hablar del gran Martin Palermo, que te hizo la cola hasta el hartazgo.
