Mensajepor another time » Vie Oct 31, 2014 8:12 pm 
			
			
			
			Cuanta ignorancia! Veamos q es un lobbista
El lobby se basa en el concepto de puerta giratoria. A un lado, la política; al otro, el sector privado. Y el lobbista entrando y saliendo de ambos. Todo buen lobby tiene en nómina a uno o varios ex políticos con buenos contactos en el Congreso y en la Casa Blanca. Y, si son de partidos diferentes, mejor.
El lobby es, de hecho, una jubilación dorada para todo político. Sino que se lo digan a Al Gore, la cabeza visible del lobby ecologista (que también es miembro de la junta directiva de Kleiner Perkins Caufield & Buyers, una firma con inversiones en las farmaceúticas BioCryst y Novavax, cuyas acciones han subido como la espuma con todo este embrollo de la gripe A).
Posiblemente en el imaginario colectivo al hablar de lobbista, se piensa en hombre trajeado, escondido en un sombrero y una gabardina, con un maletín de piel donde posiblemente guarda documentos secretos o fajos de billetes de 500 euros. Nada más ajeno a la realidad. Son profesionales como cualquier abogado, consultor, empresario...
Trabajar en un lobby no es fácil.
Para los empleados normales, los horarios y las condiciones laborales de un lobby de los más importantes son similares a los de una consultora de primera fila estilo McKinsey o un banco de inversión como Goldman Sachs. Es decir: brutales.
Un lobbista suele trabajar 12 horas al día cinco días a la semana, si tiene suerte y no se lleva trabajo a casa el fin de semana. Y, cada 15 minutos, debe rellenar una ficha explicando a su supervisor lo que está haciendo. A cambio, disfruta de un salario más que aceptable. Un becario cobra unos siete euros netos a la hora, casi el doble de lo que puede lograr en una consultora normal. Un asociado -es decir, un directivo medio- unos 70.000 euros netos al año. Un socio o un asesor -como Dole y Daschle- al menos 120.000 euros. 
En paises corruptos como el nuestro, el lobbista se asimila al funcionario de turno. No hay necesidad de recurrir a un lobbista para generar un negocio con el estado. Se le da una coima, una prebenda y se obtiene el beneficio buscado. Si fuera necesario un vínculo entre el privado y el funcionario responsable, se buscará a un ex funcionario o político q seguramente sabrá donde, como y a quien tocar. No hay q ser demasiado perspicaz para imaginarlo.
En yanquilandia, el ser lobbista es un trabajo calificado y muy buen remunerado, q tributa los impuestos correspondientes a dicha actividad.
O sea, nombraron a una lobbista y ex funcionaria del gobierno de EE UU en un cargo público, y le mandan una carta de repudio y de reconsideración?
Es joda. HUMO.