El animal más difícil de matar de la Tierra es el llamado Oso de agua o tardígrado. invertebrados microscópicos de 0,1 ó 0,2 mm de largo con ocho patas regordetas, garras y cabeza a modo de pequeña sonda.
Los tardígrados fueron descritos por primera vez por Johann August Ephraim Goeze en 1773. El nombre Tardigrada significa “de paso lento” y fue dado por Lazzaro Spallanzani en 1777 justamente debido a la lentitud de este animal.
Los tardígrados son especialmente abundantes en la película de humedad que recubre musgos y helechos, aunque no faltan especies oceánicas y de agua dulce, no habiendo virtualmente rincón del mundo que no habiten. Son prácticamente indestructibles, no mueren incluso si los hervimos, congelamos, los metemos bajo presión o los desecamos. Existen estudios que demuestran que, en estado de metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre los -272º C (casi la temperatura más fría posible) y los 149º C, así como a la inmersión en alcohol puro y en éter. Científicos rusos afirman haber encontrado tardígrados vivos en la cubierta de los cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior.
Son los animales tan duros que incluso se ha descubierto que pueden sobrevivir en el espacio exterior.
