Mensajepor Pascua » Jue Feb 10, 2011 9:22 am
Ni las verdulerías de Barrio Norte venden a los precios que dice Clarín
Publicado el 10 de Febrero de 2011
Por Lucia Alvarez
La canasta publicada en la tapa del matutino del martes no refleja la realidad. Hasta en el local ubicado a metros de donde vive el CEO del grupo, algunos productos costaban un 30% menos. Y en Constitución, la brecha es del 60%.
Golpe al bolsillo”. Con ese tono alarmista, el diario Clarín abrió su edición del martes 8 de febrero anunciando un “violento movimiento de precios” en frutas y verduras, “vinculado a factores estructurales”. El matutino tomó como fuente a la asociación de defensa al consumidor Adelco y a Coto Digital, para estimar que entre diciembre de 2010 y enero de 2011, el precio de la lechuga había crecido un 76% y el kilo de limones trepado a $ 20,20. Las cifras ya fueron desmentidas por el titular de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas del Mercado Central de Buenos Aires, Fabián Zeta. Pero más allá de las respuestas oficiales, una simple recorrida por comercios porteños, ayuda a poner en juego la falsedad de “La otra canasta”.
En realidad, bastaba sólo con que el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, comparara las estimaciones de Adelco con los precios de su verdulería más cercana, para prever el error. En el Pick Market de Arenales y Libertad, una especie de verdulería boutique donde prima la venta de productos importados, tanto el kilo de limones, a $ 14,50, como las manzanas a $ 7,50, se encontraban un 30% y un 35% más baratas que lo publicado por su diario.
O en todo caso, el CEO podría haber solicitado a los periodistas del diario que consulten en las tiendas cercanas al edificio de Clarín, en el barrio de Constitución. Por ejemplo, en la esquina de Tacuarí y Martín García, a sólo tres cuadras, hay una verdulería con un cartel anunciando la promoción “Dos Kilos de Tomate, 5 pesos.” Allí, la lechuga está a $ 10, los tres kilos de papa a $ 5, el kilo de zanahoria a $ 4, los limones a $ 16 y la cebolla a $ 3 pesos.
A unas cuadras de allí, en el barrio de San Cristobal, las pizarras de otra tienda también se encargan de desmentir la hiperinflación de Clarín. Aunque con productos de menor calidad que los de Pick Market, las dos tiendas de Carlos Calvo y Entre Ríos tienen el kilo de tomates a $ 3, la manzana a 6 y 7, la cebolla a $ 2 y los limones a $ 8, es decir, un 60% más barato que lo publicado por Clarín. Aunque tal vez ninguna de estas cifras sea tan impactante como la de la lechuga, que lejos de los $ 10, se encontraba a $ 4, en cualquiera de sus variedades. “Este es un barrio obrero, de gente humilde, yo no puedo vender mis verduras a los precios que dice ahí”, explicaba Salvador, dueño de la verdulería.
También en la Plaza Almagro, una tienda sobre la calle Sarmiento desacreditaba la publicación del martes. En este caso, salvo por el tomate, ningún precio alcanzaba los de la canasta del matutino, e incluso gran parte de ellos estaba a mitad de precio, o incluso menos. Lechuga a $ 7 (un 33% más barata), papa blanca a tres kilos por $ 6, manzana deliciosa a $ 6,50 ($ 4 si se trataba de manzana gala, es decir, un 60% más barato), la docena de huevos a $ 6 pesos (un 50% más económica) y cebolla a $ 2,50 (un 35% más barata).
Pero el matutino no sólo publicó precios “equivocados”, también estimó aumentos, en porcentajes, desproporcionados con la realidad. Entre los incrementos más sobresalientes está el de la lechuga, con un 76%. Sin embargo, los mismos verduleros se encargaron de refutar esas cifras: “algunos subieron y otros bajaron. Hace un mes la lechuga estaba a 14 pesos”, explicó Sandro, en Constitución. De ser así, el precio de la lechuga no se habría casi duplicado, sino que habría disminuido en un 30% durante ese período.
Ayer, la presidenta Cristina Fernández aludió a la dispersión de precios y al aprovechamiento de algunas cadenas de comercialización: “Todo el mundo sabe que según el barrio en el que está ubicado el supermercado las cosas tienen un precio, y si está en zona norte, donde está la gente de mayor poder adquisitivo, la misma cadena le pone otro precio”, advirtió.