Estrategia para competir con Google y Apple
Microsoft apunta a las pantallas táctiles para triunfar con Windows 8
La interfaz "Metro" busca adaptarse a las nuevas formas de relacionarse con tablets y smartphones a la vez que mantiene de respaldo el tradicional escritorio de Windows para quienes no se sientan cómodos con los cambios.
El gigante informático Microsoft lanzará en octubre su nueva versión del sistema operativo Windows, su producto estrella, y atento a los cambios tecnológicos de los últimos tiempos decidió apostar fuerte a las pantallas táctiles mediante un cambio radical en su interfaz de usuario. Además de buscar mantener su posición dominante en las computadoras hogareñas, el nuevo desafío de la firma es claramente hacerse un lugar en el mercado de las tablets e insistir en el de los smartphones.
El gigante de Redmond finalmente se zambulló de lleno en la lucha con Google y Apple, quienes producen la parte mayoritaria de los sistemas operativos que se usan actualmente en los dispositivos móviles. El buscador domina a través de Android y anunció su tablet Nexus 7, mientras que la firma que fundó Steve Jobs lidera gracias a sus iPad, iPhone y iPod. Ante este escenario, Microsoft ya prepara su propia tablet, la Surface, y la estructura de Windows 8 es otro paso en ese camino hacia la movilidad.
Incluso Steve Ballmer, director ejecutivo de la compañía que inició junto a Bill Gates, consideró que el futuro lanzamiento será "simplemente la noticia más importante para la empresa en los últimos 17 años", lo que lo ubica en un cambio de magnitud similar al que significó Windows 95 y su masificación en todo el mundo.
• Metro
Así se llega a un Windows 8 que apuesta de lleno a su interfaz "Metro", rompiendo con la tradicional manera de manejarse en la pantalla principal. Esta herramienta permite usar la pantalla táctil de manera intuitiva, con botones y desplazamientos propios de la nueva manera de manejarse con la tecnología. Con los antiguos "programas" ahora conviven las "aplicaciones", muchas de las cuales se pueden descargar gratuitamente de "Windows Store".
Otro aspecto significativo es que el sistema operativo será idéntico para PCs y tablets, y levemente diferente para celulares. Esto implica que el usuario sólo va a tener que aprender a usarlo en un dispositivo y podrá trasladar esa experiencia a los demás.
Quizás uno de los puntos más endebles de "Metro" sea su excesiva dependencia en las pantallas táctiles, lo que lleva a ser un poco frustrante intentar usarlo en una computadora con mouse. Sin embargo, el escritorio tradicional permanece, aunque en segundo plano, y el usuario conservador podrá manejarse a la vieja usanza, salvo algunas variantes.
Más allá de las mejoras visuales y de navegación, bajo el escritorio yace la misma solidez estructural del Windows 7 y casi todos los programas que "corren" en esa versión funcionarán en la nueva. También se suma un minimalista Internet Explorer 10 que se despoja de botones y centra su atención sobre la Web.
La sincronización es otra característica central en W8: permite al "loguearse" en cualquier dispositivo contar con la configuración, fotos, aplicaciones y demás que se haya generado en otros aparatos. Esto es posible al guardarse los contenidos en el servicio de alojamiento en la "nube" de Microsoft, Skydrive. Además, se centralizan los contactos en una agenda que los importa las distintas redes sociales y mails que utiliza el usuario.
Por último, sólo habrá tres versiones diferentes del Windows 8 (a diferencia de las cinco de W7) y la más barata se podrá descargar en Estados Unidos a partir de los u$s 40 frente a la versión en DVD que estará u$s 70. La opción de "bajar" el Windows permite actualizar versiones anteriores desde XP.
Desde Microsoft explicaron a ámbito.com que todavía no están definidos los precios para el mercado local. Pero prometieron a este medio que la versión más básica, que se instala en los equipos más económicos que salen de fábrica, tendrá todas las funcionalidades de la común a excepción de habilitar un único idioma (el del país de venta).
Los cambios introducidos en Windows 8 apuntan a mantener su liderazgo en las computadoras personales y salir a pelearle a sus competidores el mercado de los sistemas operativos para tablets y smartphones. La apuesta a la nueva interfaz es un cambio drástico que podrá ser clave para su triunfo en dispositivos móviles pero que habrá que esperar para ver si no resulta una molestia para sus usuarios de PCs.