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Partieron dos colegas…
Ya no se escucharan sus voces, sus risas, sus palabras. No volverán a transitar los pasillos y los consultorios de sus hospitales. Sus seres queridos se quedarán sin sus abrazos, sus pacientes sin sus doctores, sus colegas sin sus compañeros, sus alumnos sin sus saberes.
Ella 56, él 64, sin comorbilidades, sanos.
Ella dermatóloga y médica de guardia en el Hospital Fernández. Él, especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva en el Hospital de Quemados. Destacados en lo suyo.
Ambos jóvenes, llenos de vida, de proyectos. Buena gente. Muy buena gente.
Ambos trabajadores incansables, luchadores. Construyeron su vida desde abajo, con esfuerzo y dedicación.
Ambos queridos, respetados por sus pacientes y sus pares.
Ambos amados por sus familias, a quienes dejan sumidas en un profundo dolor y vacío.
A ninguno de los dos les mejoraron los salarios ni tuvieron licencias.
En algún momento dejaron de ser héroes y pasaron, como tantos “esenciales” a ser olvidados.
A los dos, el COVID los encontró en sus hospitales, trabajando y los postró en la soledad de una cama en Terapia intensiva, con alarmas, intubados, boca abajo, llenos de sueros y medicaciones, peleando por un poco de aire. Sus compañeros pelearon como leones por ganarle la desigual batalla al maldito virus y no pudieron. Hoy los lloran, todos los lloramos.
Lo más triste de estas historias es que ninguno de los dos estaba vacunado.
No tuvieron su vacuna. Ella tenía su turno asignado para el 27 de febrero pero ingresó en la Terapia Intensiva el 22 ...
Así está el personal que nos salva a vida, nos acompaña, nos consuela. Así están los que nos dan todo sin pedirnos nada. Ni reconocimiento, ni sueldos dignos y ahora ni siquiera vacunas.
María Rosa y Carlos pelearon por tu vida y por la suya y la perdieron. Mañana volverán a ser un número, engrosaran la estadística de la tragedia.
Sus muertes, su dolor, su sufrimiento, tal vez, no lo sé, se podrían haber evitado.
Las tragedias tienen cara y tienen alma.
Que sus partidas no sean en vano.
Descansen en paz Dra. María Rosa Fullone y Dr. Carlos Sereday.
Ojalá encuentren todo lo que se merecían y que acá les fue negado.
Dra. Laura Cortés
MN 70.371
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Coloso2: 1ero vacunaron a los estrategicos amigos KaKas.
