Diputados liberan $ 45.000 M más del BCRA para prestar al Tesoro
• Fue en un cambio de último momento al proyecto sobre reservas.
•
También habrá más control a bancos
El debate del proyecto oficial de reforma a la carta orgánica del Banco Central terminó ayer con sorpresas y de una dimensión que ni el legislador más despierto podría haber imaginado: de un plumazo el Gobierno
introdujo en el dictamen final un incremento de $ 45.000 millones en los préstamos que el Central puede hacerle al Tesoro y al mismo tiempo les abrió la puerta a las reformas a la Ley de Entidades Financieras que había propuesto Carlos Heller. Es decir, pareció desaparecer la sentencia de Cristina de Kirchner ante la Asamblea Legislativa cuando explicó que era innecesaria una reforma a la ley de bancos frente a los cambios propuestos al Central: ahora la autoridad monetaria tendrá más poder para intervenir en la fijación de tasas de interés en los bancos y digitar dónde pueden abrir sucursales las entidades financieras.
Mientras, la oposición se acomodaba en cuatro dictámenes de minoría, dejando claro otra vez la imposibilidad de llegar a algún acuerdo común. Además, salvo en el caso del dictamen presentado por Alfonso Prat Gay y el del Peronismo Federal, todos los bloques terminaron tomando conceptos del oficialismo.
Sin dudas, el punto más conflictivo ya no de la reforma (que amplía funciones del BCRA y le da al directorio la facultad de decidir el nivel mínimo de reservas necesarias para garantizar la base monetaria), sino de los cambios introducidos ayer, es la ampliación de los adelantos transitorios del Banco Central al Tesoro.
Nueva redacción
Hasta ahora, la entidad podía girarle al Tesoro por un período de un año el equivalente al 12% de la base monetaria (comprendiendo la circulación monetaria más los depósitos a la vista en las entidades financieras) más el 10% de los recursos en efectivo que el Estado hubiera recaudado en el último año.
Ese punto había quedado sin modificaciones en la reforma a la carta orgánica que envió Cristina de Kirchner a Diputados. Pero ayer, un día después que Mercedes Marcó del Pont visitara el plenario de comisiones el miércoles pasado sin haber mencionado una letra del tema, apareció una nueva redacción en el dictamen final que extendió esos límites en $ 45.000 millones más.
Así, el nuevo artículo 11 del proyecto, que modifica el artículo 20 de la carta orgánica, reza:
«Podrá, además, otorgar adelantos hasta una cantidad que no supere el 10% de los recursos en efectivo que el Gobierno nacional haya obtenido en los últimos 12 meses. Este último límite podrá ser incrementado con carácter excepcional y por un plazo máximo de 18 meses hasta el 20% de los recursos en efectivo que el Gobierno nacional haya obtenido en los últimos 12 meses».
Es decir que se duplica el cálculo prestable sobre la recaudación que, teniendo en cuenta un promedio de $ 450.000 millones anuales, eleva la disponibilidad al Gobierno de financiarse en otros $ 45.000 millones. Está claro que este monto nada tiene que ver con los recursos que el Gobierno obtenga al recalcular las reservas necesarias para garantizar la base monetaria.
Resulta curioso que semejante reforma no haya sido mencionada por Marcó del Pont ante la comisión, sobre todo teniendo en cuenta que revela claramente los problemas fiscales y de caja que enfrenta el Gobierno. Más cuando se explicó en esa reunión (y hasta el hartazgo) que la reforma a la carta orgánica no provocaría una mayor emisión monetaria, con el peligro que eso implica. Habrá que esperar ahora cómo se compatibilizan esas promesas con estas realidades, aunque podría no ser un conflicto para un Banco Central que ya no estará pendiente de los niveles de inflación.
Con el límite de adelantos transitorios del Central vigente hasta hoy, al Gobierno le quedaban libres unos $ 15.000 millones para solicitar financiamiento. Ahora superarán en total una disponibilidad de $ 60.000 millones para cubrir cualquier tipo de gasto, sin contar con las reservas excedentes ampliadas para cancelar deuda a bonistas, más la autorización ya vigente para pagar a organismos multilaterales de crédito.
De acuerdo con el cálculo que hizo ayer Prat Gay, la capacidad prestable de la que dispone hoy el Gobierno por adelantos está en unos $ 70.000 millones y con la reforma se elevará a $ 135.000 millones. Por distintos conceptos de adelantos del BCRA.
A ese cambio deben sumarse las dos incorporaciones que se hicieron a la reforma y que corresponden más a una modificación a la Ley de Entidades Financieras que a la carta orgánica del Central.
Así Heller logró colar un artículo que estaba en su proyecto de ley de bancos y que establece como función del BCRA «autorizar la apertura de sucursales y otras dependencias de las entidades financieras y los proyectos de fusión de éstas, propendiendo a ampliar la cobertura geográfica del sistema, atender las zonas con menor potencial económico y menor densidad poblacional, y promover el acceso universal de los usuarios a los servicios financieros».
También otra que le permite a la autoridad monetaria
«regular las condiciones del crédito en términos de riesgo, plazos, tasas de interés, comisiones y cargos de cualquier naturaleza, así como orientar su destino por medio de exigencias de reservas, encajes diferenciales u otros medios apropiados».
Resulta sorprendente que en las reuniones previas al debate los bancos terminaran aceptando la reforma a la carta del Central propuesta por Cristina de Kirchner con el argumento, expresado sólo en la intimidad, de ser un mal menor frente a los proyectos sobre la Ley de Entidades Financieras. Ahora deberán ver cómo el recinto de Diputados vota dentro de una semana los dos temas dentro de la misma ley.
http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=627794