Varios economistas alineados al modelo kirchnerista, como un coro, salieron a decir, en los últimos días, que ven un crecimiento entre 5 y 6% para este año poniéndole un piso al crecimiento de 5%. En el artículo que cito a continuación tenemos un par más, sumándose a Boudou, Alejandro Robba y a Santiago Fraschina, que van en línea de ese pronóstico de más de 5% de crecimiento.
Hay que subrayar que estas estimaciones de crecimiento hoy tienen más fuerza, de lo que tenían cuando se hacían a fines del 2011, por la sencilla razón que ya pasaron casi dos meses y medio del 2012 lo que no es poco.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suple ... 03-11.html
DOMINGO, 11 DE MARZO DE 2012
CONTROVERSIAS SOBRE LAS ULTIMAS MEDIDAS ECONOMICAS
Pautas del 2012
Por Juan Latrichano * y Gustavo Eidlin **
El 2011 cerró mostrando nuevamente el éxito del modelo, donde particularmente se observa que la economía creció a una tasa del 8,8 por ciento, con un superávit de la balanza comercial de 10.347 millones de dólares y un superávit fiscal de 4919 millones de pesos. Cabe señalar que en aplicaciones económicas alternativas (especialmente las correspondientes al período 1976/2002), el crecimiento económico venía acompañado de un déficit significativo de la balanza comercial y con déficit fiscal. Frente a lo que sucede en los países desarrollados, el Gobierno busca con diferentes medidas seguir manteniendo aceitada la economía, atento a que el contexto internacional no sólo no ayuda, sino que también perjudica a países como el nuestro.
Para entender el pensamiento de los economistas que implementan este modelo, hay que centrar la atención especialmente en las siguientes metas del Gobierno:
- Bajo nivel de desempleo.
- Estimulación constante de la demanda agregada.
- Superávit de la cuenta corriente.
- Equilibrio fiscal.
- Alto nivel de reservas.
- Tipo de cambio nominal controlado por el BCRA.
- Nivel de inflación necesario para mantener un alto crecimiento de la actividad y continuar con el programa de desendeudamiento.
La primera medida controvertida se adoptó en los últimos meses del año pasado, cuando ante una merma de reservas, originada por una fuga de capitales (intento de devaluación por parte de los mercados), el Gobierno se vio en la encrucijada de aplicar las recetas tradicionales (devaluación y/o recesión) o desarrollar un mecanismo alternativo, tomando medidas sumamente útiles a la hora de cuidar el nivel de reservas y eliminar de este modo la corrida cambiaria que, de continuar, podría haber derivado en consecuencias muy graves.
No debemos olvidar las restricciones que existen para comprar dólares en los bancos, especialmente para aquellas personas o empresas que no pueden justificar sus ingresos. También debemos tener presente la obligatoriedad por parte de las empresas mineras y petroleras de liquidar el ciento por ciento de las divisas en el país y de las aseguradoras de repatriar sus tenencias en el exterior. A su vez, el Banco Central incrementó el capital exigido a los bancos que giren dividendos, limitando indirectamente la salida de dólares en concepto de utilidades al exterior.
Otras disposiciones que generaron controversias, incesantemente invocadas por los medios hegemónicos, fueron las de carácter comercial (incremento de productos alcanzados por las licencias no automáticas de importación, balances de comercio exterior compensados por empresa) y la declaración anticipada de necesidades de importación, implementada a partir del 1º de febrero, cuyo objetivo es determinar qué productos se autoriza importar y cuáles no.
Mediante este mecanismo, el Gobierno apunta a manejar más concienzudamente la política de importaciones y aunque tiene consecuencias no deseadas por consumidores y sectores económicos específicos, es la medida adecuada para alcanzar las metas estipuladas, sea para maximizar la sustitución de importaciones por producción nacional como para “cuidar el superávit en la cuenta corriente”, punto más que importante para este modelo.
La delicada situación internacional condiciona enormemente la posibilidad de crecer a las tasas de estos últimos años
. De todos modos, el programa de control cambiario y comercial, en tanto y en cuanto se desarrolle con eficiencia, unido al aumento considerable de la inversión obtenido el año pasado, nos permite pensar en un sendero de crecimiento del orden del 5/6 por ciento para este año. Por otro lado, para que el programa de desendeudamiento pueda continuar como hasta ahora, se requiere un superávit de la balanza comercial del orden de los 10.000 millones de dólares, objetivo que no será sencillo pero luce viable
* Presidente Grupo Periferia. Asesor económico CGE Metropolitana.
jclatrichano@yahoo.com.ar
** Economista Grupo Periferia.
Gustavo.eidlin@consejo.org.ar