Mensajepor OCULINO » Lun Abr 09, 2012 7:50 am
Bonos y acciones, bajo fuego cruzado
Los mercados financieros argentinos están atrapados entre dos situaciones desafortunadas; una tiene que ver con lo que sucede en el exterior y la otra es meramente local.
El jueves, el cierre de las Bolsas mundiales fue negativo con inversores pesimistas por la situación de Europa y la poca predisposición de la Reserva Federal para comprar bonos del Tesoro y mantener viva esta política monetaria flexible.
La primera señal de alarma vino desde España, que no pudo colocar los 3.500 millones de euros en bonos y el riesgo-país subió por encima de 400 puntos. A partir de allí quedaron en evidencia las dudas de los inversores sobre el crecimiento de Europa. El salvataje a Grecia ahora se ve como un fracaso.
Wall Street, que el jueves terminó un 0,11% abajo, cerró su peor semana del año con un retroceso del Dow Jones del 1,15% en ese lapso.
Las Bolsas europeas también retrocedieron levemente a excepción de Londres, que subió un 0,35%.
El oro, que habitualmente es el refugio en épocas de crisis, tuvo una leve suba del 0,35% a u$s 1.637,99 por onza.
Este pesimismo mundial se trasladó a los cupones PBI locales que están en franco retroceso. Hay enormes dudas de que la Argentina crecerá más del 3,2% este año. Y estas dudas no sólo tienen que ver con las restricciones a las importaciones y el control cambiario, sino con lo que está sucediendo con YPF.
Los inversores descreen que el INDEC ayude maquillando los números del crecimiento, como lo hizo en años anteriores, porque ahora dibujar un número mayor significa desembolsar dólares, una moneda escasa en el país.
Los problemas con YPF están afectando de manera directa a la Bolsa, que está en constante retroceso. El jueves, cuando la Bolsa local no operó por el feriado de Semana Santa, los papeles argentinos tuvieron un mal día en Wall Street. Los ADR de YPF bajaron un 2,26% y también cedieron los papeles de los bancos. Sólo subieron los de las empresas de servicios públicos que están a precios de liquidación.
Los bonos en pesos, en tanto, siguen siendo material descartable para los inversores. No los atraen las versiones a tasa variable o las que indexan por el costo de vida.
Los bonos en dólares, que hasta hace poco tenían un avance diario consistente, están vacilantes. Los únicos que siguen firmes son los Boden 2012 que vencen el 3 de agosto y se transformaron en un verdadero plazo fijo.
En el mercado cambiario, el dólar «contado con liquidación» que se utiliza para fugar está en los máximos históricos. Es muy acelerada la salida de capitales. La ofensiva contra las empresas preocupa a los inversores y se está contagiando a toda la economía que padece una sensible ausencia de inversiones.
Lo que suceda con YPF va a influir en los bonos y acciones y también en el consumo.