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En línea con la subestimación del gasto para el año próximo crecerá menos del 20%, según el proyecto de Presupuesto 2012, los recursos destinados a subsidios también fueron estimados a la baja en el proyecto de ley que será presentado el miércoles en la Cámara de Diputados por el ministro de Economía, Amado Boudou.
Frente a los $ 67.518 millones que se destinarán este año a las transferencias corrientes al sector privado, el año próximo esta cifra se ampliará en apenas 12%, hasta los $ 75.652 millones, según precisó la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap), en un informe dado a conocer ayer.
Dentro de los giros de fondos al sector privado, gran parte se destinará al pago de las asignaciones familiares $ 31.387,7 millones, unos $ 9.369,4 millones serán para realizar aportes a las instituciones privadas sin fines de lucro y los $ 34.895,3 millones tendrán como destino las firmas privadas, entre las cuales figuran las concesionarias del transporte y el aporte a CAMMESA.
Estos fondos tienen como finalidad mantener el costo de la energía y del transporte barato, política que viene aplicando la gestión kirchnerista desde el 2003. CAMMESA es la compañía mixta que se encarga de administrar el mercado eléctrico, de modo que importa gasoil y fuel oil para reemplazar el gas y lo distribuye entre las generadoras eléctricas a un precio subsidiado.
La expectativa de que luego de las elecciones el Gobierno decida finalmente actualizar gradualmente las tarifas es cada vez mayor, por lo que si ello avanza, el gasto en subsidios comenzaría a desacelerarse. De lo contrario, las partidas destinadas para este fin no alcanzarán para cubrir las necesidades de las empresas y deberán, como es habitual, recurrir a reasignaciones presupuestarias o esperar a una ampliación del gasto.Los subsidios a empresas públicas están contemplados en otras transferencias corrientes y sumarán en 2012 unos $ 28.518 millones. Dentro de este grupo de firmas se destaca Enarsa, Aerolíneas Argentinas, Nucleoeléctrica, Aysa, ARSAT, entre otras.
Deuda
Por otra parte, el proyecto de Presupuesto del año próximo autoriza a la Administración Nacional para emitir deuda a largo plazo por $ 102.185,7 millones, consignó el informe de ASAP. Esa colocación proyectada de títulos públicos representa el 45% de las Fuentes Financieras, o los recursos con los que cuenta el Estado para hacer frente a sus obligaciones. Es el principal recurso planteado por el Gobierno para ese fin.
Según ASAP, esta colocación de deuda es el punto más vulnerable del programa financiero. Por lo general, esa fuente ha sido incluida en los proyectos de ley de presupuesto de los últimos años, pero luego, durante la ejecución, se sustituye por otras fuentes, aseveró. Una de esas otras fuentes son las reservas de libre disponibilidad del Banco Central (BCRA), que el Gobierno espera usar para afrontar compromisos con acreedores privados por u$s 5.674 millones. La brecha entre recursos y vencimientos sería de alrededor de u$s 1.000 millones, según una fuente oficial, que serían cubiertos con el superávit financiero estipulado para el año entrante.
El Ejecutivo piensa también recurrir a letras intrasector público, desembolsos de organismos internacionales, préstamos del Banco Nación y otros bonos, por un total de $ 59.267 millones. De esa suma, el Nación aportará $ 9.839 millones, según se desprende del proyecto girado al Congreso.
A su vez, recurrirá a Adelantos Transitorios del Banco Central (BCRA) por $ 9.763 millones en términos netos es decir, descontando aquellos compromisos con el BCRA que vencen el año próximo.