La Presidenta pidió que se priorice el trabajo digno como un ordenador social
Argentina señaló en el G-20 que el ajuste no es la solución para que los países salgan de la crisis
28-06-2010 / La presidenta Cristina Fernández finalizó ayer su participación en la cumbre del G-20 de Canadá, donde les pidió a sus pares reformular los organismos multilaterales de crédito y eliminar los paraísos fiscales.
Cristina Fernández junto a Felipe Calderón, presidente de México, en la cumbre del G-20.
La presidenta Cristina Fernández participó de la cumbre del G-20 que se desarrolló hasta ayer en Canadá, donde abogó para que se considere al trabajo digno como “un ordenador social”, rechazó los ajustes como medida para paliar la crisis y reiteró su postura de reformular los organismos multilaterales de crédito.
Además, en el marco de la reunión de las veinte principales económicas del mundo, la Presidenta pidió a sus colegas que “no le suelten la mano a ningún país” que esté atravesando una crisis económica, porque advirtió que “eso sería una tragedia”.
“Hoy aquí quedó en claro que cada país es dueño de usar el modelo que más le convenga sin recetas que se le impongan desde afuera ni desde ningún organismo”, aseguró.
En diálogo con periodistas argentinos al finalizar el almuerzo oficial de la cumbre mundial, la Presidenta explicó que en su discurso ante el plenario de los líderes mundiales pudo “plantear la experiencia argentina y las recetas que luego del 2003 pusimos en práctica y que se tratan, no de dogmas, sino de cuestiones empíricas”.
En ese sentido, Cristina se mostró “conforme por la forma en que se desarrolló el plenario” y dijo que, “lejos de producirse el choque que todos vaticinaban, lo que quedó en evidencia fueron los distintos mecanismos para hacer frente a la crisis económica”.
“Se vieron claramente las dos posturas, una que sostiene que no hay que realizar ajustes y seguir manteniendo las medidas contracíclicas asegurando el trabajo, y la otra postura distinta que es la que está poniendo en práctica la eurozona y que la vemos en Grecia y en España, por ejemplo, con los ajustes y las reducciones en jubilaciones, salarios y pensiones”, sostuvo.
Tras reiterar que la Argentina se inscribe en la primera de las posturas –opuesta a los ajustes–, sostuvo que “aquí lo que ha quedado claro es que en la próxima cumbre de Seúl debemos llevar adelante todos estos compromisos que hoy surgieron aquí, y uno muy importante que surgió de (la cumbre anterior en) Pittsburgh, y que tiene que ver con el trabajo digno, que es lo que venimos a plantear nosotros claramente”.
La Presidenta reveló asimismo que “una de las cosas más rescatables que surge de esta cumbre es que comienza a verse la decisión de que cada país puede utilizar su modelo como más le convenga, y creo que esa es una novedad importante porque comienza a hacerse carne que no van más aquellas recetas impuestas a los países que tanta tragedia han causado, y nosotros los argentinos lo vivimos en 2001”.
MODELO. Cristina dijo también que hubo países como China, Turquía y la India que “defendieron la idea de un mercado interno fuerte con valor agregado en origen” y subrayó que “esos mismos países hicieron una fuerte defensa de las medidas contra el desempleo con las medidas de estímulos y explicaron que en una crisis no se pueden suspender los estímulos”.
En otro orden, la Presidenta afirmó que planteó el tema de los paraísos fiscales y su necesaria tipificación y agregó que “también hicimos una cuestión referida a las calificadoras de riesgo que últimamente tanto se han equivocado en el mundo con muchos países”.
Agregó que durante su mensaje “les recordé lo que había pasado en la Argentina con reformas laborales y económicas que nos llevaron al desastre en el 2001 con fuertes reducciones de hasta el 13% a los jubilados, docentes y salarios”.
“Luego les dije lo que hicimos desde el 2003 hasta hoy, con medidas concretas a través de las que logramos, por ejemplo, los superávits gemelos, en lo comercial y en lo fiscal”, explicó Cristina.
Como síntesis de los resultados de la cumbre, opinó que “hoy (por ayer) quedó plasmado aquí el respeto a cada país para que ponga en práctica el modelo que más le convenga, en un marco en el que nosotros solicitamos que no se le suelte la mano a ningún país porque no queremos que lo que pasó con nosotros en algún tiempo, con otro FMI y no con éste, le pase a algún otro país hoy”.