Mensajepor carlo405 » Mié Feb 23, 2011 11:41 am
El hombre al que los Kirchner culpan por la muerte de Néstor
23-02-11 00:00
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Cristina y Máximo Kirchner creen que la muerte de Mariano Ferreyra, asesinado el 20 de octubre pasado en una emboscada sindical, fue la causa principal del ataque cardíaco que una semana después terminó con la vida de Néstor Kirchner. Por eso, ambos se habían comprometido a encontrar al autor intelectual del homicidio y siguieron paso a paso el cerco judicial que ayer provocó la detención del jefe del gremialismo ferroviario, José Pedraza. Desde que murió Néstor, Máximo lo tenía a Pedraza entre ceja y ceja, relató a El Cronista una fuente del Gobierno. Esa es también la razón por la que la Presidenta le pidió a Hugo Moyano, titular de la CGT y buen amigo de Pedraza, que no accionara los resortes de la central sindical para defender al ferroviario como lo había hecho hacía dos semanas con otro detenido: Gerónimo Momo Venegas, de los peones rurales.
En la obsesión de Máximo y de la Presidenta contra Pedraza se pueden rastrear algunas de las líneas directrices que la muerte de Kirchner generó en esta etapa de la gestión de Cristina. En las horas posteriores al crimen del joven Ferreyra, un intendente del conurbano bonaerense le acercó a Kirchner un testigo de identidad reservada, quien ingresó acostado en un auto al ministerio de Justicia que entonces comandaba Julio Alak. Allí le tomó declaración la fiscal Cristina Caamaño y su testimonio fue clave para detener al barrabrava Cristián Favale (acusado de disparar) y al delegado ferroviario Pablo Díaz, acusado de armar una fuerza de choque y prometer la dispersión del grupo de tercerizados militantes del Partido Obrero, al que pertenecía el muchacho asesinado. Ese camino acusatorio conducía directamente a la figura de Pedraza.
El relato del testigo reservado y algunos datos aportados por la SIDE hablaban de un pacto entre el gremio ferroviario y la Policía Federal para dejar supuestamente una zona liberada, el barrio de Barracas donde balearon a Ferreyra e hirieron a tres militantes más del PO. La información dejaba mal parado al jefe de gabinete, Aníbal Fernández, por esos días a cargo de las fuerzas de seguridad. Las versiones sobre la posibilidad de su renuncia se mantienen firmes desde entonces y arreciaban anoche tras la detención de Pedraza.
Luego vinieron los incidentes por las tomas de terrenos en Villa Soldati y Cristina aprovechó la conmoción social para crear el ministerio de Seguridad; poner a cargo a Nilda Garré y sacarle el manejo de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura a un golpeado Aníbal Fernández. Pero la sorpresa mayor fue la llegada de Cristina Caamaño, aquella fiscal del caso Ferreyra, a la secretaría de Seguridad para trabajar junto a Garré. Esta última era una muy mala noticia para Pedraza.
Por consejo de Máximo, Cristina también designó en esas horas al abogado de 29 años Alejandro Julián Alvarez como secretario de Justicia, para trabajar junto a Alak. Es un joven de la organización La Cámpora, el grupo que lidera el hijo de la Presidenta y que cada vez ocupa más espacios dentro del gobierno. Este núcleo de kirchneristas de segunda generación celebró ayer en silencio la detención de Pedraza por su carga simbólica relacionada con la muerte de Kirchner, pero también como verdadero signo de su ascenso irresistible hacia el poder K.
fuente cronista -hoy