Provincias buscan fondos extras por $ 8.000 millones
De la mano de nuevas colocaciones de bonos y Letras del Tesoro y de préstamos, en medio de merma en ingresos
A tono con la desaceleración de los ingresos por coparticipación, el inicio del segundo semestre disparó otra andanada de iniciativas de gobernadores en pos de asegurarse recursos frescos adicionales, de la mano de nuevas colocaciones de títulos, emisión de Letras y pedidos de préstamos por cerca de al menos $ 8 mil millones.
Algunas alquimias ya cosecharon el necesario aval legislativo, mientras que otras se encuentran aún en categoría de proyecto. Pero el telón de fondo es el mismo: el de las remesas coparticipables que no se comportan según el ritmo esperado y que vienen a profundizar los desequilibrios financieros promedio del interior.
A ello se suma la creciente presión salarial de los gremios, que buscan incluso arrancarles a los mandatarios una segunda recomposición de sueldo para este segundo tramo del año.
Mercados
Este escenario también se enlaza con las dificultades que arroja una potencial búsqueda de fondos en el mercado internacional, con tasas por las nubes que hacen que los Ejecutivos fijen su mirada en el mercado nacional.
Veamos:
En Neuquén, la semana pasada la Legislatura aprobó un proyecto para la emisión de bonos por 330 millones de dólares presentado por el gobernador Jorge Sapag (Movimiento Popular Neuquino).
En sesión especial, la Cámara autorizó al Ejecutivo a colocar en el mercado financiero nacional e internacional los Títulos de Cancelación de Deuda y Financiamiento de Obras (TICAFO).
La pretensión es destinar los recursos a la reestructuración del stock de deuda y la ejecución de un plan de obras públicas en todo el territorio provincial.
En paralelo, la provincia adjudicó Letras del Tesoro a corto plazo por 52,3 millones de dólares a una tasa del 6 por ciento bajo el sistema «dólar link».
En Buenos Aires, en tanto, el Gobierno del justicialista Daniel Scioli aspira a colocar un nuevo bono dolarizado por entre u$s 300 y u$s 450 millones, para lo cual en rigor necesita de un aval explícito del Ministerio de Economía nacional.
A principios de mes, la provincia colocó un bono por u$s 192,5 millones a una tasa del 9 por ciento, que se sumó al colocado en mayo por 50 millones de dólares, a una tasa del 9,25 por ciento. Mientras tanto, avanza en su programa de colocación de Letras de Tesorería.
El objetivo es otorgar previsibilidad para los pagos de este segundo semestre, con epicentro en el segundo medio aguinaldo.
En esa línea se inscribe el proyecto de retoques impositivos que podría ser enviado esta semana a la Legislatura, en pos de recaudar $ 1.200 millones adicionales.
Por su parte, en Chubut, la ministra de Economía, Gabriela Dufour, confirmó ayer que el Gobierno del justicialista Martín Buzzi trabaja en un programa que apunta a la colocación de Letras por hasta 250 millones de pesos a partir de septiembre.
«Vamos a prepararnos por si existiera una necesidad, y en septiembre vamos a elegir sobre ese monto y antes de fin de año estaríamos colocando la totalidad, pero se determinará en función del mercado y nuestro desequilibrio de caja», señaló la funcionaria en un distrito golpeado por la pérdida de regalías que significó el conflicto en Cerro Dragón.
En Mendoza, el Gobierno de Francisco Pérez lanzará esta semana una licitación en pos de que uno o más bancos nacionales le presten entre $ 700 millones y $ 900 millones al distrito cuyano, aquejado por un déficit de $ 1.500 millones.
En Santa Cruz, en tanto, el gobernador justicialista Daniel Peralta busca que la Legislatura le dé un aval para obtener un empréstito de 200 millones de dólares con bancos privados para reducir el déficit.
«Enviamos un presupuesto a principios de año con un déficit de 1.500 millones de pesos y tenemos que recordar los problemas basados en 2010 y 2011 en la parálisis de la producción petrolera que hizo demasiado daño en el ingreso de recursos», argumentó.
En sintonía, en Santa Fe, el gobernador socialista Antonio Bonfatti pretende que el Parlamento le apruebe la posibilidad de contraer deuda -vía préstamos o colocación de un bono- por u$s 500 millones para concretar obras de infraestructura.
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