Re: Actualidad y política
Publicado: Dom Dic 23, 2012 6:29 pm
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Hubo datos que llamaron mucho la atención en la sucesión de desórdenes. La mayoría de los participantes fueron jóvenes . Incluso menores de edad y pocas veces mayores de treinta años. El kirchnerismo y otras fuerzas políticas afectadas –el socialismo– hicieron un diagnóstico parecido. Hablaron de grupos organizados, de delincuentes, del efecto contagio y hasta de la posible irrupción de narcotraficantes.
Como si esa degradación no representara también un fenómeno social, en calidad y cantidad, que no se estaría condiciendo con el modelo de inclusión con que machaca Cristina.
Sería en este punto donde el relato kirchnerista entraría en crisis. Quedaría al desnudo. La Argentina ha tenido una década de fuerte crecimiento económico. Incluso por encima de otros países de la región, como Brasil y Chile.
Pero aquel crecimiento no tuvo correspondencia con un cambio de raíz de la estructura social.
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Los cortesanos han sabido convivir desde hace algunos años con las presiones kirchneristas. Pero ciertos episodios empiezan a sobrepasar el color castaño oscuro . El cristinismo le adjudica a Ricardo Lorenzetti, el titular de la Corte, aspiraciones presidenciales que se incubaron sólo por unas infortunadas declaraciones del juez Carlos Fayt. El dueño de un grupo mediático kirchnerista, durante un brindis, le anticipó a Lorenzetti sobre una nota crítica que sería publicada en una revista de su propiedad. Pero intentó deslindar responsabilidades: “Es por pedido expreso del Gobierno. ¿Sabe doctor?” , se disculpó. El juez lo tomó sólo como un mal trago. Pero atinó a empalidecer cuando descubrió que el centro porteño y los alrededores de Tribunales habían sido empapelados con la portada de aquella revista. Sospechó de la sombra de la SIDE o de la mano de la maquinaria camporista.
El cristinismo supone que vulnerando al Poder Judicial habría terminado de domesticar a los poderes institucionales. En ese tránsito podría también lograr el objetivo de limitar al periodismo no adicto y devolverle consistencia a un relato que parece deflecarse. ¿Por qué no soñar entonces con una reforma y con la re-reelección? Antes de eso estaría el examen popular de las legislativas del año que viene.
Mientras la tormenta merodea, el Gobierno ensaya distracciones. El alboroto, luego del papelón, por el regreso de la Fragata Libertad. O el anuncio de la captura por decreto del predio de la Sociedad Rural, justo en el momento en que empezaba a arreciar el desorden social. La simulación encerraría una novedad: el Gobierno empezaría a cambiar las apropiaciones legales, como fue la de YPF, por las de facto . Soslayando resguardos elementales de la Constitución. La próxima presa podrían ser los terrenos de Parque Norte. ¿Una prueba para el futuro?
Para ir por todo, como le agrada pregonar a Cristina, también valdría todo.
http://www.clarin.com/opinion/modelo-re ... 16694.html
Hubo datos que llamaron mucho la atención en la sucesión de desórdenes. La mayoría de los participantes fueron jóvenes . Incluso menores de edad y pocas veces mayores de treinta años. El kirchnerismo y otras fuerzas políticas afectadas –el socialismo– hicieron un diagnóstico parecido. Hablaron de grupos organizados, de delincuentes, del efecto contagio y hasta de la posible irrupción de narcotraficantes.
Como si esa degradación no representara también un fenómeno social, en calidad y cantidad, que no se estaría condiciendo con el modelo de inclusión con que machaca Cristina.
Sería en este punto donde el relato kirchnerista entraría en crisis. Quedaría al desnudo. La Argentina ha tenido una década de fuerte crecimiento económico. Incluso por encima de otros países de la región, como Brasil y Chile.
Pero aquel crecimiento no tuvo correspondencia con un cambio de raíz de la estructura social.
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Los cortesanos han sabido convivir desde hace algunos años con las presiones kirchneristas. Pero ciertos episodios empiezan a sobrepasar el color castaño oscuro . El cristinismo le adjudica a Ricardo Lorenzetti, el titular de la Corte, aspiraciones presidenciales que se incubaron sólo por unas infortunadas declaraciones del juez Carlos Fayt. El dueño de un grupo mediático kirchnerista, durante un brindis, le anticipó a Lorenzetti sobre una nota crítica que sería publicada en una revista de su propiedad. Pero intentó deslindar responsabilidades: “Es por pedido expreso del Gobierno. ¿Sabe doctor?” , se disculpó. El juez lo tomó sólo como un mal trago. Pero atinó a empalidecer cuando descubrió que el centro porteño y los alrededores de Tribunales habían sido empapelados con la portada de aquella revista. Sospechó de la sombra de la SIDE o de la mano de la maquinaria camporista.
El cristinismo supone que vulnerando al Poder Judicial habría terminado de domesticar a los poderes institucionales. En ese tránsito podría también lograr el objetivo de limitar al periodismo no adicto y devolverle consistencia a un relato que parece deflecarse. ¿Por qué no soñar entonces con una reforma y con la re-reelección? Antes de eso estaría el examen popular de las legislativas del año que viene.
Mientras la tormenta merodea, el Gobierno ensaya distracciones. El alboroto, luego del papelón, por el regreso de la Fragata Libertad. O el anuncio de la captura por decreto del predio de la Sociedad Rural, justo en el momento en que empezaba a arreciar el desorden social. La simulación encerraría una novedad: el Gobierno empezaría a cambiar las apropiaciones legales, como fue la de YPF, por las de facto . Soslayando resguardos elementales de la Constitución. La próxima presa podrían ser los terrenos de Parque Norte. ¿Una prueba para el futuro?
Para ir por todo, como le agrada pregonar a Cristina, también valdría todo.
http://www.clarin.com/opinion/modelo-re ... 16694.html