alzamer escribió: ↑
Recuerden, si las cripto monedas son Intercambiables entre sí, entonces valdrán cero, porque son infinitas.
Solo si
una de ellas se impone como curso legal en algún país significativo , esto puede cambiar.
En ese caso combinará la imposibilidad de emitirla con la propiedad que tiene la Fiat , el dólar, que lo siguen emitiendo a los bestia.
Esto último es muy difícil que suceda .
Debe ser un país o grupo de países que tenga significación, y energía barata y abundante.
No es imposible, Paraguay tiene un candidato que lo quiere hacer , y cumple con la condición de energía barata y excedente.
El bitcoin, que según creo fue la cripto original, parece haberse diseñado a conveniencia de traficantes de armas, drogas o cosas por el estilo. El mismo misterio que rodea a su(s) creador(es) apunta al delito. No a la mera evasión impositiva, sino al delito en gran escala.
Su sorprendente difusión muestra varias cosas: un marketing costoso y efectivo, a grandes sumas en juego (lo que deja afuera a los perejiles) y la complicidad de los encargados de reciclar montos importantes. Desde su origen criminal, pasando por banquitos tránsfugas en países corruptos, a las grandes instituciones en las naciones respetadas.
Gentes capaces de diseñar un sistema de criptos, abunda. Pero para imponerlos como contramonedas, capaces de alterar la M mundial se necesitó un esfuerzo extraordinario de operadores poderosos. Que necesitan de la complicidad inocente de millones de personas normales, de modo que los intereses creados adquieran una magnitud tal que hagan temblar a los gobiernos democráticos.
Se ha comparado a las criptomonedas con burbujas como la de los tulipanes del siglo XVII. Esto es algo más serio, poderoso y amenazador. Por supuesto, el oro es otra burbuja, pero con una tradición de cincuenta siglos (por lo menos) y respaldada por la mayor parte de los bancos centrales.
Oro, tulipanes o arte moderno, tomados como refugio de valor están sujetos a una producción limitada y la aceptación de quienes son respetados. Pero una cripto la inventa cualquiera. Y aunque cada una de ellas tenga limitaciones rigurosas en cuanto a cantidad emisible (¡medida en consumo energético!), la cantidad de criptos posibles es infinita. Hay menos de 150 países que emiten monedas, respaldadas a veces por gobiernos importantes, algunos vestigios de seriedad y fuerzas armadas a tener en cuenta.
Y es esa posibilidad de reproducción infinita de las cripto, me parece, la que puede amenazar la débil estabilidad financiera mundial, inflando los medios de pago sin otro control que el de la delincuencia más vil. Si los gobiernos no se ponen las pilas, están locos. Bueno, sí, oyendo balbucear al senil Biden, puede ser que lo estén.