Re: Actualidad y política
Publicado: Mié Jul 02, 2014 10:30 am
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miércoles 2 de julio, 2014buscar en el sitio
Argentina le ganó a Nigeria con dos golazos de Messi.compartiresto Bolivia cambió el reloj: las agujas giran al revés y los números están invertidos.
Holdouts italianos van por US$ 2700 millones y podrían tener un fallo a favor.
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Quedan potenciales reclamos por más de 6 mil millones de dólares. Es el valor de los títulos que no entraron en el canje y que no forman parte de la causa Griesa.
Publicado el 25 de junio, 2014 | 0 comentarios
Holdouts italianos van por US$ 2700 millones y podrían tener un fallo a favor.
Los abogados de la Argentina en el exterior deberán multiplicar sus esfuerzos en estos días . No sólo afrontan la negociación para pagarles a los holdouts que ganaron el caso en Nueva York; también temen que, como lo indicaron varias fuentes, en el corto plazo se confirme una sentencia a favor de un grupo de bonistas italianos por US$ 2700 millones ante el tribunal arbitral del Banco Mundial. (Stock, líder de los acreedores italianos en la demanda ante el Ciadi., en la foto)
Así lo señalaron a LA NACION fuentes que participan del caso que se dirime en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) desde 2006, a instancias de la Task Force Argentina, liderada por Nicola Stock, representante de unos 50.000 bonistas italianos.
Por este caso viajaron a Washington funcionarios de la Secretaría de Finanzas, liderados por el abogado Matías Isasa, que luego se trasladaron a Nueva York por la negociación con los holdouts.
Una fuente que participó como testigo del arbitraje afirmó que “las preguntas respecto de la Argentina eran muy duras y anticipan un fallo negativo para el Gobierno”, una percepción que confirmaron dos fuentes de Wall Street a LA NACION.
El panel, integrado por un árbitro holandés, uno suizo y uno español, terminará esta semana de escuchar todos los alegatos. Ayer fue el turno de Stock, que desde Washington, luego de declarar ante los árbitros y antes de regresar a Roma -apenado por la eliminación de Italia del Mundial- ,dijo a LA NACION: “Esperamos que haya un fallo favorable a nuestra demanda por 2000 millones de euros”.
Nicola Stock, representante de los acreedores italianos, indicó que están “muy positivos con que la demanda nos favorezca”.
Una vez que el Ciadi emita su laudo (lo que los representantes de los bonistas esperan para las próximas semanas), comenzará a regir el proceso de ejecución de la sentencia.
Al respecto, Stock dijo que “luego del fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos por el pari passu [a favor de los fondos NML-Elliot y Aurelius y otros 13 inversores minoristas argentinos], están más firmes nuestras aspiraciones de negociar, algo a lo que la Argentina siempre se ha negado, a diferencia de varias provincias y empresas privadas con las que sí llegamos a acuerdos” por la deuda en default.
DESEO DE NEGOCIAR
“Si quieren, podemos negociar, pero hasta ahora no nos han convocado. Si hay un arreglo, será más fácil que el país reciba inversiones y vuelva a crecer”, consideró el representante de los demandantes.
Hasta el año pasado, la Argentina se había negado a reconocer la posibilidad de ejecutar en el extranjero los fallos firmes del Ciadi y les reclamaba a las empresas que se presentaran para cobrar en los tribunales porteños.
Stock fue tajante en este sentido: “Si ganamos este arbitraje, podemos ejecutarlo en los 102 países que forman parte del Ciadi, pero no lo haremos en la Argentina, porque allí todas las sentencias son contrarias a los acreedores y además está la «ley cerrojo», que nos impide cobrar lo que pedimos”.
Pero como parte del cambio de estrategia que comenzó en 2013 para volver a financiarse en los mercados internacionales ante la fuerte caída de las reservas -y tras la fuerte presión de varios países desarrollados, sobre todo de Estados Unidos-, el Gobierno aceptó pagarles en octubre pasado a cinco empresas que ganaron casos de arbitraje. Las empresas fueron Azurix, Blue Ridge Investments, Vivendi, Continental Casualty Company y National Grid, y se les pagó con bonos (Boden 2015 y Bonar 2017) un total de 506 millones de dólares, sobre un total de 677 millones.
Las cuatro primeras habían demandado a la Argentina ante el Ciadi, mientras que la restante lo hizo ante el Uncitral (un tribunal arbitral que depende de las Naciones Unidas).
Entre Azurix, que brindaba servicios de agua potable, y Blue Ridge, que compró la demanda al adquirir la participación de CMS Gas Transmission Company en una transportadora de gas natural en el país, habían obtenido sentencias favorables por más de 300 millones de dólares.
Ésta fue una de las condiciones que el gobierno de Estados Unidos exigió a la Argentina (junto con el arreglo con el Club de París, el cambio en las cifras del Indec y el arreglo con los holdouts) para destrabar una nueva cartera de créditos del Banco Mundial por 3000 millones de dólares, que, sin embargo, todavía sigue congelada.
El problema es que la Argentina enfrenta demandas ante el Ciadi por unos US$ 20.000 millones. La mayoría de estos pleitos surgieron a raíz de la crisis de 2001-2002.
MÁS DEUDA
Estos pasivos se suman al dinero que se les debe a los holdouts y a la deuda recientemente reconocida con el Club de París, sin ninguna quita, para evitar la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) como auditor.
Los analistas en Wall Street creen que, dados estos pasivos que se suman a los vencimientos regulares que venía cumpliendo la Argentina, el Gobierno deberá buscar financiamiento en el mercado de capitales en los próximos meses, algo que el equipo económico viene explorando en forma tímida, pero constante. “Si arreglaran el tema de los holdouts, podrían emitir deuda a una tasa apenas por encima de la que tuvo que pagar Ecuador y llegar sin problemas hasta 2015″, comentó un operador de bonos, mucho más preocupado por la crisis en Medio Oriente y en Ucrania que por la Argentina.
“La Argentina tiene para subir 5 puntos si hay arreglo, pero para perder 20 puntos si hay un default”, advirtió esta fuente, en un café de la Quinta Avenida.
De todos modos, no todos los operadores tienen la misma postura. Mientras que esta fuente comentó que “comprar bonos de la Argentina tiene un bajo potencial de beneficio y un alto riesgo de default hasta que no se solucione lo de los holdouts”, otros colegas saben que pocos rendimientos pueden igualar la tasa de interés que ofrece la Argentina.
En este sentido, otro experimentado operador afirmó que “a diferencia de 2013, cuando sólo había dinero de los fondos de inversión de riesgo, ahora la mayoría de los bancos tomaron posiciones en la Argentina, sobre todo por los cambios registrados en los últimos meses y por la expectativa de tener un gobierno más racional desde fines del año próximo”.
Por esta razón, “ahora el volumen en bonos argentinos que se negocia es bastante mayor que en 2013, y por lo tanto el riesgo es mayor: si todo sale mal, serán varios los que perderán por goleada”, dijo la segunda fuente, apelando a la jerga mundialista, que ha llegado también a esta ciudad, tradicionalmente ajena a los vaivenes del soccer.
FUERTES CRÍTICAS AL JUEZ GRIESA EN MEDIOS INTERNACIONALES
Publicaciones de prestigio internacional criticaron la orden de Griesa de pagar toda la deuda a los holdouts. El periódico inglés Financial Times sostuvo en un artículo firmado por Martin Wolf: “Los acreedores que aceptaron cambios y los holdouts no son casos similares. Forzar a que se los trate como iguales parece un error. Es más, el argumento de que los holdouts están ayudando a la Argentina mediante el castigo a la corrupción del Gobierno parece absurdo. Corresponde a los argentinos elegir al gobierno. Peor, si la Argentina es obligada a pagar la totalidad a los holdouts, el precio pesará sobre los argentinos. Eso es extorsión apoyada por el Poder Judicial de Estados Unidos”. Las críticas al juez norteamericano también llegaron desde Foreing Affairs. Un texto de Felix Salmon sostiene que “hay muchas instituciones suficientemente poderosas para poner a una nación soberana sobre sus rodillas. La mayoría maneja su poder con mucho cuidado; el resto son fundamentalistas peligrosos”.
Y agrega: “La Argentina no está mintiendo cuando dice que simplemente no puede pagar lo que demanda la corte norteamericana”.
QUEDAN AUN MAS DE 6 MIL MILLONES DE DOLARES EN ...
Quedan potenciales reclamos por más de 6151 millones de dólares. Es el valor de los títulos que no entraron en el canje y que no forman parte de la causa Griesa.
Si bien la causa de los fondos NML y Aurelius que trata el juez de Nueva York Thomas Griesa es la más resonante que tiene en este momento la Argentina, no es la única. De hecho, existen demandas por el default en tribunales del Reino Unido, Alemania e Italia, algunos de los países en los cuales la Argentina había emitido en su momento los bonos.
Según señaló entonces el Gobierno, hubo un 7% de bonistas que no entraron en los canjes de 2005 y de 2010. De este total, más de la mitad tenía títulos emitidos bajo la jurisdicción de Nueva York, pero luego el resto se repartía entre bonistas con papeles con legislación italiana, alemana y del Reino Unido.
Algunos de éstos luego iniciaron reclamos en sus respectivos tribunales (y hay una minoría que desistió de cualquier reclamo). La demanda de los fondos NML y Aurelius en el juzgado de Griesa fue la que más avanzó. Pero ahora también estaría más cerca la iniciada por un grupo de bonistas italianos en el Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial. Resta ver qué sucede con los reclamos pendientes en las otras jurisdicciones.
“Más allá del juicio de Griesa hay distintos casos con distintos niveles de avance en otras jurisdicciones”, confirmó el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen en diálogo con LA NACION.
Según una estimación de la consultora Quantum Finanzas, en total (considerando los bonos de otras jurisdicciones y excluyendo los montos del litigio de NML y Aurelius) la deuda en poder de los otros holdouts tiene un valor facial original de capital de US$ 6151 millones, pero podrían llegar a US$ 20.550 millones si se le agregasen intereses impagos, punitorios y otros conceptos.
“Para muchos de éstos, y no para los del juicio de Griesa, habrá que esperar hasta el año próximo para hacer una oferta que limpie esta contingencia, ya que sería de aplicación la cláusula conocida como RUFO (rights upon future offers, derechos de los participantes en canjes anteriores a futuras ofertas), que rige hasta fines de 2014″, dice el informe que lleva la firma del ex secretario de Finanzas Daniel Marx.
Ya de por sí, la sentencia de Griesa que obliga al país a pagarles a los fondos NML y Aurelius casi US$ 1500 millones habilitaría a los bonistas con títulos con legislación de Nueva York a reclamar que los efectos del fallo también sean aplicables en sus casos. Según abogados que siguen de cerca el tema, no obstante, podría llevar algún tiempo hasta que una medida de este tipo se haga efectiva.
Pero además de las realizadas por los tenedores de títulos todavía en default, la Argentina tiene otras demandas producto del default, la devaluación y la pesificación de 2002, que podrían presionar también sobre las cuentas públicas.
En el Ciadi, además de la demanda de los bonistas italianos, el país todavía tiene pendientes más de una decena de juicios iniciados por compañías privadas, muchas de las cuales reclaman por la pesificación y el congelamiento de sus tarifas.
Según los registros que figuran en la página web del tribunal del Banco Mundial, entre otros casos, la Argentina tiene juicios pendientes con Unisys Corporation, EDF International, Enersis, Suez, Gas Natural SDG, Camuzzi International, AES Corporation, Mobil Exploration and Development, Ambiente Ufficio y Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.
El año pasado, el país llegó a un acuerdo con cinco empresas que ya habían tenido laudos a su favor en el Ciadi y que estaban a la espera de que la Argentina las resarciera económicamente. El fondo Gramercy fue el encargado de actuar como intermediario, comprándoles la deuda en nombre del gobierno argentin
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miércoles 2 de julio, 2014buscar en el sitio
Argentina le ganó a Nigeria con dos golazos de Messi.compartiresto Bolivia cambió el reloj: las agujas giran al revés y los números están invertidos.
Holdouts italianos van por US$ 2700 millones y podrían tener un fallo a favor.
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Quedan potenciales reclamos por más de 6 mil millones de dólares. Es el valor de los títulos que no entraron en el canje y que no forman parte de la causa Griesa.
Publicado el 25 de junio, 2014 | 0 comentarios
Holdouts italianos van por US$ 2700 millones y podrían tener un fallo a favor.
Los abogados de la Argentina en el exterior deberán multiplicar sus esfuerzos en estos días . No sólo afrontan la negociación para pagarles a los holdouts que ganaron el caso en Nueva York; también temen que, como lo indicaron varias fuentes, en el corto plazo se confirme una sentencia a favor de un grupo de bonistas italianos por US$ 2700 millones ante el tribunal arbitral del Banco Mundial. (Stock, líder de los acreedores italianos en la demanda ante el Ciadi., en la foto)
Así lo señalaron a LA NACION fuentes que participan del caso que se dirime en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) desde 2006, a instancias de la Task Force Argentina, liderada por Nicola Stock, representante de unos 50.000 bonistas italianos.
Por este caso viajaron a Washington funcionarios de la Secretaría de Finanzas, liderados por el abogado Matías Isasa, que luego se trasladaron a Nueva York por la negociación con los holdouts.
Una fuente que participó como testigo del arbitraje afirmó que “las preguntas respecto de la Argentina eran muy duras y anticipan un fallo negativo para el Gobierno”, una percepción que confirmaron dos fuentes de Wall Street a LA NACION.
El panel, integrado por un árbitro holandés, uno suizo y uno español, terminará esta semana de escuchar todos los alegatos. Ayer fue el turno de Stock, que desde Washington, luego de declarar ante los árbitros y antes de regresar a Roma -apenado por la eliminación de Italia del Mundial- ,dijo a LA NACION: “Esperamos que haya un fallo favorable a nuestra demanda por 2000 millones de euros”.
Nicola Stock, representante de los acreedores italianos, indicó que están “muy positivos con que la demanda nos favorezca”.
Una vez que el Ciadi emita su laudo (lo que los representantes de los bonistas esperan para las próximas semanas), comenzará a regir el proceso de ejecución de la sentencia.
Al respecto, Stock dijo que “luego del fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos por el pari passu [a favor de los fondos NML-Elliot y Aurelius y otros 13 inversores minoristas argentinos], están más firmes nuestras aspiraciones de negociar, algo a lo que la Argentina siempre se ha negado, a diferencia de varias provincias y empresas privadas con las que sí llegamos a acuerdos” por la deuda en default.
DESEO DE NEGOCIAR
“Si quieren, podemos negociar, pero hasta ahora no nos han convocado. Si hay un arreglo, será más fácil que el país reciba inversiones y vuelva a crecer”, consideró el representante de los demandantes.
Hasta el año pasado, la Argentina se había negado a reconocer la posibilidad de ejecutar en el extranjero los fallos firmes del Ciadi y les reclamaba a las empresas que se presentaran para cobrar en los tribunales porteños.
Stock fue tajante en este sentido: “Si ganamos este arbitraje, podemos ejecutarlo en los 102 países que forman parte del Ciadi, pero no lo haremos en la Argentina, porque allí todas las sentencias son contrarias a los acreedores y además está la «ley cerrojo», que nos impide cobrar lo que pedimos”.
Pero como parte del cambio de estrategia que comenzó en 2013 para volver a financiarse en los mercados internacionales ante la fuerte caída de las reservas -y tras la fuerte presión de varios países desarrollados, sobre todo de Estados Unidos-, el Gobierno aceptó pagarles en octubre pasado a cinco empresas que ganaron casos de arbitraje. Las empresas fueron Azurix, Blue Ridge Investments, Vivendi, Continental Casualty Company y National Grid, y se les pagó con bonos (Boden 2015 y Bonar 2017) un total de 506 millones de dólares, sobre un total de 677 millones.
Las cuatro primeras habían demandado a la Argentina ante el Ciadi, mientras que la restante lo hizo ante el Uncitral (un tribunal arbitral que depende de las Naciones Unidas).
Entre Azurix, que brindaba servicios de agua potable, y Blue Ridge, que compró la demanda al adquirir la participación de CMS Gas Transmission Company en una transportadora de gas natural en el país, habían obtenido sentencias favorables por más de 300 millones de dólares.
Ésta fue una de las condiciones que el gobierno de Estados Unidos exigió a la Argentina (junto con el arreglo con el Club de París, el cambio en las cifras del Indec y el arreglo con los holdouts) para destrabar una nueva cartera de créditos del Banco Mundial por 3000 millones de dólares, que, sin embargo, todavía sigue congelada.
El problema es que la Argentina enfrenta demandas ante el Ciadi por unos US$ 20.000 millones. La mayoría de estos pleitos surgieron a raíz de la crisis de 2001-2002.
MÁS DEUDA
Estos pasivos se suman al dinero que se les debe a los holdouts y a la deuda recientemente reconocida con el Club de París, sin ninguna quita, para evitar la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) como auditor.
Los analistas en Wall Street creen que, dados estos pasivos que se suman a los vencimientos regulares que venía cumpliendo la Argentina, el Gobierno deberá buscar financiamiento en el mercado de capitales en los próximos meses, algo que el equipo económico viene explorando en forma tímida, pero constante. “Si arreglaran el tema de los holdouts, podrían emitir deuda a una tasa apenas por encima de la que tuvo que pagar Ecuador y llegar sin problemas hasta 2015″, comentó un operador de bonos, mucho más preocupado por la crisis en Medio Oriente y en Ucrania que por la Argentina.
“La Argentina tiene para subir 5 puntos si hay arreglo, pero para perder 20 puntos si hay un default”, advirtió esta fuente, en un café de la Quinta Avenida.
De todos modos, no todos los operadores tienen la misma postura. Mientras que esta fuente comentó que “comprar bonos de la Argentina tiene un bajo potencial de beneficio y un alto riesgo de default hasta que no se solucione lo de los holdouts”, otros colegas saben que pocos rendimientos pueden igualar la tasa de interés que ofrece la Argentina.
En este sentido, otro experimentado operador afirmó que “a diferencia de 2013, cuando sólo había dinero de los fondos de inversión de riesgo, ahora la mayoría de los bancos tomaron posiciones en la Argentina, sobre todo por los cambios registrados en los últimos meses y por la expectativa de tener un gobierno más racional desde fines del año próximo”.
Por esta razón, “ahora el volumen en bonos argentinos que se negocia es bastante mayor que en 2013, y por lo tanto el riesgo es mayor: si todo sale mal, serán varios los que perderán por goleada”, dijo la segunda fuente, apelando a la jerga mundialista, que ha llegado también a esta ciudad, tradicionalmente ajena a los vaivenes del soccer.
FUERTES CRÍTICAS AL JUEZ GRIESA EN MEDIOS INTERNACIONALES
Publicaciones de prestigio internacional criticaron la orden de Griesa de pagar toda la deuda a los holdouts. El periódico inglés Financial Times sostuvo en un artículo firmado por Martin Wolf: “Los acreedores que aceptaron cambios y los holdouts no son casos similares. Forzar a que se los trate como iguales parece un error. Es más, el argumento de que los holdouts están ayudando a la Argentina mediante el castigo a la corrupción del Gobierno parece absurdo. Corresponde a los argentinos elegir al gobierno. Peor, si la Argentina es obligada a pagar la totalidad a los holdouts, el precio pesará sobre los argentinos. Eso es extorsión apoyada por el Poder Judicial de Estados Unidos”. Las críticas al juez norteamericano también llegaron desde Foreing Affairs. Un texto de Felix Salmon sostiene que “hay muchas instituciones suficientemente poderosas para poner a una nación soberana sobre sus rodillas. La mayoría maneja su poder con mucho cuidado; el resto son fundamentalistas peligrosos”.
Y agrega: “La Argentina no está mintiendo cuando dice que simplemente no puede pagar lo que demanda la corte norteamericana”.
QUEDAN AUN MAS DE 6 MIL MILLONES DE DOLARES EN ...
Quedan potenciales reclamos por más de 6151 millones de dólares. Es el valor de los títulos que no entraron en el canje y que no forman parte de la causa Griesa.
Si bien la causa de los fondos NML y Aurelius que trata el juez de Nueva York Thomas Griesa es la más resonante que tiene en este momento la Argentina, no es la única. De hecho, existen demandas por el default en tribunales del Reino Unido, Alemania e Italia, algunos de los países en los cuales la Argentina había emitido en su momento los bonos.
Según señaló entonces el Gobierno, hubo un 7% de bonistas que no entraron en los canjes de 2005 y de 2010. De este total, más de la mitad tenía títulos emitidos bajo la jurisdicción de Nueva York, pero luego el resto se repartía entre bonistas con papeles con legislación italiana, alemana y del Reino Unido.
Algunos de éstos luego iniciaron reclamos en sus respectivos tribunales (y hay una minoría que desistió de cualquier reclamo). La demanda de los fondos NML y Aurelius en el juzgado de Griesa fue la que más avanzó. Pero ahora también estaría más cerca la iniciada por un grupo de bonistas italianos en el Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial. Resta ver qué sucede con los reclamos pendientes en las otras jurisdicciones.
“Más allá del juicio de Griesa hay distintos casos con distintos niveles de avance en otras jurisdicciones”, confirmó el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen en diálogo con LA NACION.
Según una estimación de la consultora Quantum Finanzas, en total (considerando los bonos de otras jurisdicciones y excluyendo los montos del litigio de NML y Aurelius) la deuda en poder de los otros holdouts tiene un valor facial original de capital de US$ 6151 millones, pero podrían llegar a US$ 20.550 millones si se le agregasen intereses impagos, punitorios y otros conceptos.
“Para muchos de éstos, y no para los del juicio de Griesa, habrá que esperar hasta el año próximo para hacer una oferta que limpie esta contingencia, ya que sería de aplicación la cláusula conocida como RUFO (rights upon future offers, derechos de los participantes en canjes anteriores a futuras ofertas), que rige hasta fines de 2014″, dice el informe que lleva la firma del ex secretario de Finanzas Daniel Marx.
Ya de por sí, la sentencia de Griesa que obliga al país a pagarles a los fondos NML y Aurelius casi US$ 1500 millones habilitaría a los bonistas con títulos con legislación de Nueva York a reclamar que los efectos del fallo también sean aplicables en sus casos. Según abogados que siguen de cerca el tema, no obstante, podría llevar algún tiempo hasta que una medida de este tipo se haga efectiva.
Pero además de las realizadas por los tenedores de títulos todavía en default, la Argentina tiene otras demandas producto del default, la devaluación y la pesificación de 2002, que podrían presionar también sobre las cuentas públicas.
En el Ciadi, además de la demanda de los bonistas italianos, el país todavía tiene pendientes más de una decena de juicios iniciados por compañías privadas, muchas de las cuales reclaman por la pesificación y el congelamiento de sus tarifas.
Según los registros que figuran en la página web del tribunal del Banco Mundial, entre otros casos, la Argentina tiene juicios pendientes con Unisys Corporation, EDF International, Enersis, Suez, Gas Natural SDG, Camuzzi International, AES Corporation, Mobil Exploration and Development, Ambiente Ufficio y Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.
El año pasado, el país llegó a un acuerdo con cinco empresas que ya habían tenido laudos a su favor en el Ciadi y que estaban a la espera de que la Argentina las resarciera económicamente. El fondo Gramercy fue el encargado de actuar como intermediario, comprándoles la deuda en nombre del gobierno argentin