Me considero liberal y conozco a muchas personas que lo son y a otras muchísimas más que no lo son. Pero, a lo largo de una trayectoria que comienza a ser larga, no he conocido todavía a un solo neo-liberal. [...] Un “neo” es alguien que es algo sin serlo, alguien que está a la vez dentro y fuera de algo, un híbrido escurridizo, un comodín que se acomoda sin llegar a identificarse nunca con un valor, una idea, un régimen o una doctrina. Decir “neo-liberal” equivale a decir “semi” o “seudo” liberal, es decir, un puro contrasentido. O se está a favor o seudo a favor de la libertad, como no se puede estar “semi embarazada”, “semi muerto”, o “semi vivo”. La fórmula no ha sido inventada para expresar una realidad conceptual, sino para devaluar semánticamente, con el arma corrosiva de la irrisión, la doctrina que simboliza, mejor que ninguna otra, los extraordinarios avances que al aproximarse este fin de milenio, ha hecho la libertad en el largo transcurso de la civilización humana. - Mario Vargas Llosa[8]
SMC escribió:El neo-liberal viene a ser como una mala copia de su original, que está inspirado en los elevados principios de libertad y fe en el hombre y sus capacidades. Un plagio donde el autor deja dentro de la obra su firma oculta, un sello que plasma el reflejo de su propia vanidad, que de hecho lo empobrece.
A propósito sres de L.N. a juzgar por la nota que publicaron hoy: "plagiadores", se nota que en su vida leyeron los autores clásicos, que justamente son quienes más han influido en los demás. Por cierto no es una falta, excepto al buen gusto.