Mientras no haya estabilidad en la economìa,(la KK, hace todo lo contrario), todo lo demàs es verso. El dèficit habitacional serà cada vez mayor, y la gente vivirà en forma miserable.
Números de la Subsecretaría de Desarrollo y Urbanismo, del Ministerio de Planificación Federal, Inversión y Obras Públicas de la Nación, marca que entre 2003 y mayo de 2011 fueron terminadas cerca de 609 mil viviendas. En 2010 se terminaron menos de 35 mil viviendas. La distribución geográfica de las viviendas construidas también es testigo de la falta de un criterio objetivo en la política habitacional: en Misiones se terminaron 79 viviendas cada 1.000 habitantes desde 2003, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, 1 vivienda y media cada 1.000 habitantes.
La ausencia de vivienda o las condiciones habitacionales precarias deben ser las prioridades en la política habitacional. Sin embargo, debe reconocerse que es cada vez más difícil para sectores de ingresos medios acceder a una vivienda propia, principalmente por falta de financiamiento a largo plazo (el crédito hipotecario ha perdido participación en el PIB, pasando de cerca de 3,4% a inicios de 2003 a 1,2% en la actualidad). Las medidas más usuales tendientes a solucionar este aspecto incluyen la apertura de líneas de créditos hipotecarios con condiciones especiales.
La falta de políticas activas por parte del gobierno para permitir el acceso a miles de argentinos a una vivienda digna, los altos precios de los alquileres que se ven diariamente en nuestro país, la falta de un trabajo con remuneraciones que permitan ahorrar para la compra de una vivienda, entre otras cuestiones, son las que han llevado a que este cuadro de situación de endurezca en vez de amainar.
Sin dudas que la vivienda es algo central para que las personas se sientan gratificadas y puedan ver el futuro con mejores perspectivas. Al no tener una vivienda propia y al tener que alquilar a precios exorbitantes casas y departamentos muchas veces inhabitables, lo único que se hace es que con el correr de la crisis económica, cientos de miles de argentinos vean que la posibilidad de no tener donde vivir sea más cercana que nunca.
Como puede verse, un problema que en vez de amainar tiende a agravarse, debido en gran causa a la falta de políticas activas por parte de los sucesivos gobiernos para acabar con la falta de oportunidades para alcanzar el sueño de la vivienda propia. La incapacidad mostrada por los sucesivos gobiernos para llevar adelante un plan de viviendas populares que pueda acabar con este flagelo, ha llevado a que millones de personas tengan un miedo creciente de perder lo poco que tiene.
Los datos mostrados con anterioridad dan cuenta de una realidad injusta que vive la mayor parte de la población de nuestro país, con las clases acomodadas que sufren menos estos coletazos de la crisis financiera internacional, y con una clase media, media baja y baja que siente enormemente los efectos de la misma, necesitando la mano de un Estado fuerte que sirva para paliar los efectos y empezar a crecer nuevamente como en años anteriores.
Es vital que se atiendan las causas y no que atienda los hechos consumados, sólo así la Argentina podrá volver a recuperar la excelencia que supo tener en una época, y evitar que se siga cayendo en el desgaste y deterioro de las últimas décadas.
rivas144 escribió:Estimado quique43 la aparición de créditos hipotecarios va a beneficiar directamente a la demanda, a la oferta lo que la beneficiaría directamente son los precios altos de las propiedades y un bajo costo de la construcción, no mezcles peras con bananas
