Preparando el terreno para la impunidad, saben que tienen la cola sucia, por eso van a hacer lo imposible para zafar
Parte del artìculo de Morales Solà en La Naciòn sobre el Còdigo Procesal Penal.
Ése es el teatro. Entre las bambalinas quedó rezagado el aspecto más importante: el de los fiscales. Los fiscales carecen de un organismo independiente, como lo es el Consejo de la Magistratura para los jueces, para revisar sus nombramientos, conductas y eventuales destituciones. El ex jefe de los fiscales Esteban Righi creó por resolución un consejo consultivo para que los ayudara a evaluar eventuales sanciones a los fiscales. Fue una buena decisión, que le sustrajo a él parte del poder absoluto, pero es una instancia que ni siquiera tiene el respaldo de una ley.
La suerte de los fiscales depende, al fin y al cabo, de la adhesión social que concitan cuando son perseguidos por el poder que manda. Sucedió en los últimos días con Campagnoli. Ya en tiempos de Menem, una fuerte reacción social le impidió a éste desplazar al fiscal Carlos Stornelli, que investigaba el caso del contrabando de armas que terminó por llevar a la cárcel al ex presidente.
El sistema "acusatorio", que intenta ahora desplazar el poder de la investigación de los jueces a los fiscales, no es teóricamente malo. Sólo necesita de una independencia real, y no formal, de los fiscales. Es la condición que no existe en el sistema judicial actual. Los fiscales que deberán investigar los casos de corrupción de funcionarios nacionales, en lugar de los jueces, carecen de la protección de éstos. Un anexo de la reforma dispone, incluso, que Gils Carbó podrá cambiar a los fiscales que investigan las causas ya abiertas sobre la deshonestidad de los funcionarios. El círculo de la impunidad se cierra.
Además, el artículo 5 del proyecto de reforma estipula que sólo podrán plantear el principio de la cosa juzgada fraudulenta (o irrita) los perjudicados por una sentencia. Obviamente, no los beneficiados (como sería el caso del enriquecimiento ilícito de los Kirchner) ni, lo que es peor, los fiscales. Una reciente libro, Cosa juzgada fraudulenta, del penalista Federico Morgenstern, exhibe con solvencia todos los casos en los que, según la legislación vigente, se puede reclamar que una cosa juzgada no lo sea. El nuevo Código Procesal de Cristina encoge fatalmente los márgenes para esa revisión. Revisión que, como hemos visto, atañe sobre todo a las causas por presunta corrupción de funcionarios nacionales.
RIAL escribió:AYER EL HIJO DE LEUCO EXPLICABA LA TRAMPA DE ARTICULO 34 EN LA PROPUESTA DE REFORMA DEL CÓDIGO PENAL , DONDE LA SRA. GILS CARBÓ , PUEDE DESIGNAR FISCALES QUE ACTUARAN EN LAS CAUSAS FUTURAS
Y EN LAS ACTUALES , AHI LA PRESIDENTA PUEDE ,OFRECER QUE LA INVESTIGUEN Y HASTA COLOCAR EL FISCAL QUE QUIERA SOBRE LA DENUNCIA DE USURPACIÓN DE TÍTULOS Y HONORES Y HABER COBRADO , EN ESTAFA AL FISCO MAS DE 20 AÑOS POR UN TÍTULO QUE NUNCA PRESENTÓ
QUE CRISTINA MUESTRE EL TÍTULO Y SANSEACABÓ
SOBRE SU ENRIQUECIMIENTO NO CREO QUE SE ATREVA AÚN DESIGNANDO ELLA EL FISCAL
MIENTRAS NOS TIENEN
ENTRETENIDOS EN DISCUTIR , LOS EXTRANJEROS SI O NO