Mensajepor manzana » Mié Feb 04, 2015 11:06 am
no se por que cuando leo a algunos foristas me acuerdo de esto
James Warren Jim Jones fue un religioso estadounidense, fundador y líder de la secta Templo del Pueblo, famosa por el suicidio colectivo realizado el 18 de noviembre de 1978 por parte de 909 de sus miembros en Jonestown (Guyana)
Jones, quien hacía tiempo que había creado una atmósfera de miedo y permanente amenaza externa, empezó a fomentar entre sus adeptos una sensación del «fin de mundo» sosteniendo que el Apocalipsis era un evento cercano y que el Anticristo estaba encarnado en el capitalismo que ansiaba destruir la congregación.
Fue uno de los supuestos mayores casos de suicidio colectivo ritual en la historia de la humanidad, eliminándose a más de 900 personas. En noviembre de 1978 viajó a Guyana el congresista estadounidense Leo J. Ryan, acompañado de periodistas y algunos disidentes de la secta, con el fin de acudir a Jonestown para consultar si algunos feligreses de Jones deseaban abandonar la secta. Ryan quería investigar también si eran ciertas las noticias sobre abusos sexuales de mujeres de la secta por parte de Jones, golpizas a los descontentos, explotación laboral, esclavitud y torturas a niños.
Jones (que ocultaba su cara tras unas gafas oscuras ante sus seguidores) intentó impedir la visita, pero al fracasar se vio en la obligación de organizar una gran fiesta en donde inicialmente el ambiente parecía de armonía. El 17 de noviembre de 1978, los miembros de la secta lo recibieron con aplausos frenéticos. «Aquí hay gente que cree que esto es lo mejor que jamás le haya pasado en la vida», afirmó Ryan. Sin embargo, a la mañana siguiente (18 de noviembre de 1978), antes de que Ryan regresara, el ambiente cambió. Algunos pocos seguidores pidieron abandonar la comunidad junto con Ryan. El reverendo Jones lo consideró una traición imperdonable. «¡No pueden irse, ustedes son mi pueblo!», les gritó Jones con desesperación a los que querían irse. Al notar que los descontentos se retiraban hacia la pista de aterrizaje para seguir a Ryan, un miembro de la secta atacó a Ryan con un cuchillo, y los hombres de confianza de Jones abrieron fuego contra el político y sus acompañantes cuando se disponían a abordar un pequeño avión. Cinco personas fueron asesinados a balazos, algunos de ellos a quemarropa. Los seguidores descontentos fueron forzados a volver a Jonestown.
Esa misma mañana del 18 de noviembre, Jones reunió a los líderes de la congregación y advirtió que tras el asesinato del congresista Ryan las fuerzas del fascismo destruirían inevitablemente al Templo del Pueblo, por lo cual ordenó ese mismo día el suicidio masivo de todos los integrantes de la secta que se hallaban en Jonestown. James decía que «la muerte solo era el tránsito a otro nivel» y «esto no es un suicidio, sino un acto revolucionario». La mayoría de sus seguidores se envenenaron con cianuro, por lo cual se considera oficialmente que, en medio de la «histeria suicida», Jones ―en lugar de suicidarse― le pidió a uno de sus seguidores que lo asesinase. Jim Jones fue encontrado muerto de una herida de escopeta en la cabeza, entre los 909 cadáveres hallados en Jonestown.