Universidad de San Martin, de la nota: Elecciones 2015 ¿la ciencia no se toca?
Con aciertos cruciales –como la creación del MINCyT, la política energética o los enormes esfuerzos de inversión y gestión política para impulsar núcleos estratégicos de desarrollo que, además, fueran capaces de integrar empresas nacionales–, y algunas debilidades persistentes –como la falta de coordinación entre el MINCyT con otros ministerios, como Industria, Planificación o Defensa, o los procesos de “sustitución inversa”, especialmente en el sector automotriz y de electrónica de consumo en Tierra del Fuego–, hoy es un hecho irrebatible que el Estado argentino logró poner en marcha procesos exitosos de gestión de tecnologías complejas.
Con aciertos cruciales –como la creación del MINCyT, la política energética o los enormes esfuerzos de inversión y gestión política para impulsar núcleos estratégicos de desarrollo que, además, fueran capaces de integrar empresas nacionales–, y algunas debilidades persistentes –como la falta de coordinación entre el MINCyT con otros ministerios, como Industria, Planificación o Defensa, o los procesos de “sustitución inversa”, especialmente en el sector automotriz y de electrónica de consumo en Tierra del Fuego–, hoy es un hecho irrebatible que el Estado argentino logró poner en marcha procesos exitosos de gestión de tecnologías complejas.
Una nueva cultura empresarial incipiente
Fue un paso imprescindible comenzar a crear las condiciones para el crecimiento de una nueva cultura empresarial capaz de revertir hábitos históricos de retraso tecnológico, importación de tecnología, actitud predatoria respecto del Estado, baja inversión, fuga de capitales y negación de la función social del empresario. Rasgos que suponen que una sociedad es únicamente un espacio de extracción de riqueza, donde no hace falta la responsabilidad ética o legal en la generación de fuentes de trabajo, en la sustentabilidad de los emprendimientos o en el fortalecimiento de las entramados locales de producción de valor.
Los casos testigos mejor perfilados son las más de 100 empresas que se integraron en 2014 a consorcios público-privados para concursar fondos del programa de Fondos Regionales –segunda generación de los Fondos Argentinos Sectoriales impulsados desde 2010 por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica–, o las más de 80 empresas que participaron en el proyecto del primer satélite argentino de telecomunicaciones ARSAT-1, o las empresas que participaron de la finalización de Atucha II y que podrán sumarse a la construcción de la próxima central nuclear de potencia, que contempla una participación del 65% de industria nacional, o el crecimiento y la diversificación de la empresa INVAP. En estos ejemplos, que comienzan a mostrar algunos rasgos sectoriales sistémicos, el papel conductor del Estado ha sido central.
Les dejo el link de la nota completa:
http://www.unsam.edu.ar/tss/elecciones- ... o-se-toca/