LEAN ESTE ARTICULO DE LA NACION Y POR FAVOR NO SE ATREVAN YA SABEN PARA QUIEN VA ESTE PALO A VENDER MAS HUMO. NO SE ENOJEN NI TE ENOJES PERO NO ES UN BUEN MOMENTO. NI PARA RIVER NI PARA LOS BONOS JE
Mientras el Gobierno busca que Venezuela refinancie hasta US$ 1500 millones de su deuda este año, los inversores privados siguen vendiendo los bonos argentinos porque creen que se gastó una bala de plata con el nuevo índice de precios al consumidor (IPC), que convalida la manipulación estadística en la que, afirman, incurrió el Indec en el último año y medio.
Los bancos de Wall Street recibieron con gran escepticismo el anuncio del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al considerar que la nueva metodología aumentará la discrecionalidad para medir los precios, por lo que el país encontrará cada vez más dificultades para refinanciar su deuda pública, en un contexto de crecientes vencimientos.
Para algunos analistas, se trata de la ceguera del Gobierno de no admitir el problema de la inflación y la necesidad de controlarla. Otros van un paso más allá y afirman que se trata de una estrategia deliberada para "aplastar" del todo el precio de los bonos ajustables por la inflación oficial y canjearlos el mes próximo a un precio bajo.
"El Gobierno no tiene la intención de ganar credibilidad, al contrario: quiere lograr que todo el mundo se desprenda de los bonos sin resistencia en el momento del canje", indicó a LA NACION una calificada fuente de un importante banco que tiene su sede central en Manhattan.
En esa línea de pensamiento, la fuente descartó que el nuevo IPC pueda exhibir números de inflación mayores que los que venía mostrando, porque eso "encarecería" el canje de pasivos (Boden y préstamos garantizados) destinado a aliviar las necesidades financieras de los próximos tres años. Más moderado, el jefe de Estrategia de Merrill Lynch, Pablo Goldberg, sostuvo que "ningún índice que muestre una inflación inferior al 20% resultará creíble".
Goldberg consideró que el oficialismo "gastó una bala" importante luego de las expectativas que en algún momento generó el cambio formal de la metodología.
En ese sentido, el analista Pablo Morra, de Goldman Sachs, expresó que "hay un mal diagnóstico oficial en torno de los problemas de la inflación y del campo", y eso alimenta más la baja de los títulos soberanos.
"Esta metodología da más lugar a la manipulación porque siempre podrán reducir el peso en el índice de los precios que más suban", agregó.
Un informe de Credit Suisse First Boston para sus clientes sentenció que "aunque la ganancia del Gobierno de informar una inflación baja es pequeña, el costo político de asumir que el IPC real es mayor resulta demasiado alto para el Gobierno". El informe se titula: "Cuanto más cambian las cosas, más siguen igual".
Por Martín Kanenguiser
De la Redacción de LA NACION