Tras el anuncio oficial
Buscan garantizar el crecimiento con el plan de obras
Funcionarios creen que es posible sumarle 2 o 3 puntos al PBI; dudas entre los privadosMartIn Kanenguiser
LA NACION
El Gobierno apuesta a sumarle al crecimiento económico tres puntos porcentuales del PBI con el ambicioso plan de obras públicas que lanzó anteayer, para atenuar el impacto de la fuerte desaceleración que se viene registrando y que amenaza con una potencial recesión en 2009.
Calificadas fuentes oficiales destacaron "el efecto multiplicador" que debería lograr el proyecto por un total de $ 111.000 millones, de los cuales $ 70.000 millones presuntamente están garantizados y $ 41.000 millones aún deben ser identificados.
"El eje central de este plan, más allá de las obras en particular, es sumarle dos o tres puntos porcentuales al crecimiento del PBI", indicó un funcionario del Ministerio de Planificación Federal a LA NACION.
La fuente comparó esta iniciativa anunciada por la presidenta Cristina Kirchner "con los planes de obra pública que anunciaron recientemente los Estados Unidos y España".
Al respecto, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, señaló ayer que el plan es "el más importante de toda la historia" en materia de obras en la Argentina. Este plan tiene apalancamiento financiero y se encuentra enmarcado en un esquema de desarrollo estratégico elaborado por todas las provincias y por el Estado nacional".
Por su parte, economistas consultados por LA NACION destacaron, con matices, la intención oficial de reactivar la economía con obra pública, aunque pusieron en duda la capacidad del plan para revertir la fase descendente del ciclo económico.
Daniel Heymann, de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal) en Buenos Aires, indicó: "Hay que conocer las cifras finales del plan, aunque cabe recordar que la inversión pública equivale a sólo el 2% del PBI, por lo que aun con un plan fuerte es difícil pensar que pueda revertirse el ciclo económico".
El principal obstáculo para que este plan tenga éxito, advirtió, es "la restricción de recursos, porque habrá tensión entre estos planes, que requieren de una recaudación fuerte, y la caída en los ingresos".
Al respecto, el ex viceministro Jorge Todesca dijo: "Difícilmente este plan le sume algo al crecimiento, porque se hace a expensas de quitarle recursos al sector privado, aunque puede ser que aumente la demanda de empleo en la construcción".
En cambio, Abraham Gak, director del plan Fénix, se declaró optimista sobre el rumbo económico y elogió que el plan "delegue las obras en las provincias y municipios para acelerar su ejecución". De todos modos, dijo que "hay que monitorear la eficiencia del Estado para cumplir el plan".
Marina Dal Poggetto, del estudio Bein, dijo que la iniciativa "ayudará por el lado del empleo y para que no se caiga el crecimiento, generando además alianzas políticas".
Dal Poggetto agregó: "El Gobierno hizo bastante obra pública en estos años, aunque es discutible cuánto costó y cuál fue la distribución".
$57.000
millones
