Mensajepor ProfNeurus » Mié May 20, 2015 5:38 pm
En la última campaña presidencial boliviana, el caballito de batalla del mandatario Evo Morales fue el alto crecimiento de su economía durante los últimos 10 años. Y no mentía. Solo en el 2013 el PBI boliviano avanzó un 6,8%, un ritmo acelerado en la región. ¿Pero a qué se debió este enorme avance? ¿Es real?
De acuerdo con Juan Carlos Mathews, director de Educación Ejecutiva de la Universidad del Pacífico (UP), en este lapso el país altiplánico se apoyó en el alto precio de materias primas como el gas, los minerales y la soya en el ámbito internacional, de ahí su crecimiento.
Sin embargo, Mathews considera que la época de bonanza ya se terminó y que los retos de Bolivia son enormes y que de no atacarlos fuertemente pondrían en riesgo su sostenibilidad.
¿Y LA DIVERSIFICACIÓN?
Vayamos paso a paso. Al cierre del año pasado, Bolivia exportó productos por un valor de US$12.500 millones, todo un récord en su historia, y el gas natural representó cerca del 50% del total.
“Argentina y Brasil compraron en conjunto gas natural boliviano por aproximadamente US$6.000 millones”, dice José Ezeta Carpio, docente de la Universidad ESÁN.
Si bien se han comprometido estas compras hasta el 2019, la pésima situación de la economía argentina y la desaceleración de Brasil podrían afectar los pagos en los próximos años.
A modo de queja, el analista boliviano Carlos Herrera Echazú escribió a inicios de este año en el diario “El Día” lo siguiente: “Nada se ha hecho para aumentar la oferta productiva (más bien las políticas gubernamentales han sido hostiles al trabajo privado), así no ha habido inversiones significativas en el área energética, ni en la manufacturera ni en la agrícola ni en la minera”.
La pregunta cae de madura. ¿En su tercer mandato, de ser necesario, el presidente Morales reducirá los subsidios?
TAREAS PENDIENTES
En el ránking para facilidad de negocios Doing Business, Bolivia ocupa el puesto 157 de 189 países. En el Índice de Competitividad Global del WEF está en el puesto 98 de 130 países y en el de Percepción de la Corrupción del sector público ocupa el puesto 106 de 175 países.
El catedrático Ezeta dice que para tratar de resolver estos inconvenientes deben abordarse las causas que originan tales posiciones en conjunto. “Esto supone, además de las reformas económicas y comerciales que le urgen, un redimensionamiento del aparato estatal en todos sus niveles, reduciendo con ello el gasto burocrático”.
Mathews añade que se tienen debilidades en infraestructura, innovación, ciencia, tecnología y educación, donde considera hace falta una reforma. “Deben aprovechar los recursos que tienen para implementar grandes reformas”.
Asimismo, considera que no es posible compararse con el Perú o Chile.