Mensajepor PATAGONICO » Mié Mar 28, 2012 8:03 am
El crecimiento exponencial de la deuda de las distribuidoras con Cammesa tiene, para los ejecutivos del sector eléctrico, una explicación simple: el constante incremento de costos, tanto salariales como de mantenimiento, dejó casi sin margen de acción financiera a las compañías, que en muchos casos no reciben aumentos tarifarios o son menores en comparación con el incremento de erogaciones. Ante la falta de caja, prefieren no pagar la energía que venden y financiarse de esa manera, explicó un ejecutivo.
Es la última pieza de una ingeniería de vicios. Cammesa es la empresa administradora del mercado eléctrico creada durante la privatización del sistema, en los 90. Si bien es un organismo pentacefálico (participan las cuatro asociaciones que representan a proveedores de servicios y consumidores, así como al Estado), durante el kirchnerismo se convirtió en una mano ejecutiva del Gobierno. Se encarga, entre otras cosas, de recibir los pagos de las distribuidoras (le cobran a los usuarios finales) y girarle los fondos a los transportistas y, en especial, a los generadores (como Central Puerto, Dock Sud, Costanera, Yacyretá), que se llevan la parte más gruesa de la factura eléctrica. Así, la falta de pago de las distribuidoras desfinancia a Cammesa y complica la cadena aguas arriba.
Más de una decena de empresas decidió discontinuar sus obligaciones. Entre los nombres que más llaman la atención figuran Epec, la distribuidora de Córdoba; EPE, de Santa Fe; Emsa (Misiones); Edelar (La Rioja) y Edelap, la empresa encargada de prestar el servicio en La Plata, que solicitó un plan de pagos. Hasta el momento continúan pagando en fecha Edenor y Edesur, del área metropolitana y las dos principales compañías del sector, pero en sus entornos aseguran que son presa de la misma tendencia. Frente a la escasez de caja, las empresas tenemos tres patas sobre las cuales ajustar: las inversiones, los salarios y los pagos de la energía a Cammesa, explicó un ejecutivo del sector.