La electrónica argentina es cara. Verdadero.
-33% son los insumos importados. Los proveedores sobrecargan entre 5% y 15% el valor por el riesgo argentino, que era aún mayor en tiempos del cepo.
-19% son los gastos, los impuestos y la renta del comercio minorista.
-11% es el costo de financiación.
-7% son los gastos de administración y comercialización.
-el 6% son los impuestos internos
-el 6% es el IVA.
-el 6% son los salarios.
-el 4% es la logística.
-el 4% es la renta de la electrónica fueguina. No cualquiera puede instalarse en la isla y recibir la promoción industrial.
Queda claro que los sobreprecios no son tanto de TdF y del régimen como de problemas de infraestructura y de impuestos mal diagramados. Y eso que ahí falta considerar el gran % que se lleven los retailers.
La fueguina es la industria del telgopor. Falso.
Sobra la cita. El % de componentes nacionales es importante, como así también el trabajo requerido para la producción, o ensamblado, como se prefiera llamar.
La industria fueguina es de mala calidad. Falso.
Las telefónicas han liderado la oposición al régimen fueguino, pero altos ejecutivos de dos ellas que exigen no ser mencionados con su nombre admiten que la calidad de los celulares del Sur es igual que la de los importados.
Las medidas de control son extremas en la planta que Mirgor inauguró en 2015 para ensamblar radios Pioneer para las Toyota Hylux y SW4, que a su vez se exportan a ocho países latinoamericanos. Sólo se puede ingresar con zapatos especiales, cofia, barbijo y delantal y después de circular por un corredor con ducha de aire para limpiar la ropa, corriente de aire ionizada para evitar descargas eléctricas, alfombra de vacío para aspirar partículas de los zapatos y molinetes que miden la carga estática de la persona, porque Río Grande es una ciudad de viento, tierra y barro y nada de eso se debe colar en la fábrica porque provocaría cortocircuitos.
La electrónica fueguina no exporta a nadie. Engañoso.
Pero la electrónica fueguina también incluye autopartes que sí se exportan directamente o dentro de vehículos que se envían a otros países. Como ejemplo están los aires acondicionados de Mirgor, presentes en la mitad de los autos hechos en la Argentina, según cuenta el gerente de operaciones de la compañía en Río Grande, Luis Iglesias; o las radios, llaves, módulos de control e inmovilizadores de Famar, que exporta el 80% de su producción y cuenta como clientes a Fiat, Volvo, Renault, Daimler, General Motors o Volkswagen, describe su dueño, Hugo Pascarelli.
La electrónica fueguina emplea a poca gente. Engañoso.
Son 60.000 personas que dependen de la industria, en una provincia con 152.000 habitantes, de los cuales el 62% nació fuera de ella.