Endeudamiento muy bajo y en pesos. Ganancias constantes, crecientes y por arriba de la inflación (y eso que estamos hace más de un año en plena caída de actividad de la construcción). Paga dividendos en efectivo y en acciones. Marca reconocida, centenaria y líder en su rubro. Y sobre todo una manija casi inexistente de parte del mercado, lo que hace que el precio normalmente sea ridículo, pero siempre marcando pisos hacia arriba. Es una típica inversión para resguardo de valor a largo plazo. Para entrar y salir a corto plazo, están las del Merval.
