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La montaña rusa de maniobras y emociones en la que se deslizan los nueve jueces de la Cámara de Casación Penal -envueltos en una vergonzosa guerra interna- tuvo esta mañana un nuevo giro: tras la sorpresiva convocatoria a un acuerdo general para elegir las autoridades del tribunal y de cada una de las cuatro salas que lo integran, que el presidente de la Casación Alejandro Slokar convocó de ayer para hoy, esta mañana a las 10 la sala de acuerdos estaba desierta. Según fuentes judiciales que asisten a los camaristas, cuando los jueces Hornos y Borinsky se presentaron no había nadie.
En vísperas de un fin de semana largo y a solo seis días hábiles de la audiencia convocada por la sala I (Hornos, Borinsky y Ana María Figueroa) para analizar la posible apertura a investigación de la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMA, la incertidumbre envuelve al máximo tribunal penal del país.
Tal como informó Clarín, la súbita convocatoria de Slokar -discutible también desde el punto de vista reglamentario, pues los acuerdos generales son los martes- se superpuso con no menos de veinte audiencias que las distintas salas de la Casación habían planificado para hoy, justamente para resolver asuntos antes del fin de semana largo. Un detalle: como en todo tribunal penal, muchas de las cuestiones que llegan a sus jueces están relacionadas con pedidos de excarcelación, que por razonables motivos humanitarios se acumulan ante la cercanía de las Fiestas de fin de año.
El escándalo desatado ayer por la jugada de Slokar -contradiciendo la orden que él mismo había dispuesto y que fuentes de su despacho compartieron la semana pasada con este diario- y las posibles negociaciones entre bambalinas para que tras un supuesto desistimiento del juez Juan Carlos Gemignani a asumir la presidencia del tribunal ese honor recayera sobre Liliana Catucci, pero a cambio de votar el desplazamiento de Hornos y Borinsky como miembros suplentes en la sala I, detuvo las cosas. Esta mañana, como no había nadie en la sala de acuerdos, los jueces Gemignani, Catucci y Riggi se fueron a celebrar las audiencias programadas para hoy en la sala III que integran. A a las 11.30, a su vez, la sala IV debía iniciar tres audiencias orales por causas de lesa humanidad.
¿Entonces el polémico plenario fue suspendido? Nadie en el tribunal pudo contestar aún esa pregunta.
Mientras en Comodoro Py se juega el destino de la denuncia de Nisman y de otras causas por corrupción en las que debe decidir la sala I (Hotesur y dólar futuro son las más importantes), en el Consejo de la Magistratura también hay una fuerte inquietud por lo que está ocurriendo en la Casación. Según afirmó a Clarín un directivo de ese organismo, "estamos muy atentos por lo que hagan en el acuerdo general con las suplencias que están cubriendo Hornos y Borinsky, días antes de una audiencia tan importante como la del 19. Y si ese día la doctora Figueroa no asistiera por algún motivo, vamos a evaluar si las suplencias actuales caducan o no a fin de año".
El funcionario recordó que la comisión de Selección del Consejo "puede estar de acuerdo o no" con la lista de subrogancias (suplencias) que le envían las cámaras para cubrir entre sus jueces los lugares vacantes. "Hay una discusión sobre el régimen legal vigente después de que se declaró inconstitucional la ley que impulsó el kirchnerismo para cubrir las vacancias. Para mí, por ejemplo, no hay ninguna ley vigente, y es el Consejo quien debe resolver en cada caso". Fuentes de la Magistratura también confirmaron a este diario que se están reuniendo los antecedentes y se está analizando la vigencia o no de una resolución de la Casación de 2011, en la que la Cámara estableció su propio sistema de subrogaciones.
Siguen rechinando los sables en los atildados despachos de magistrados y funcionarios judiciales.
http://www.clarin.com/politica/Incertid ... 29984.html
Total normalidad. 