A evaluar para todo el sector bancario local:
1) El spread entre tasas (activa y pasiva) se achicará, cayendo el márgen. Para parar la fuga, los bancos ya pagan bastante más y la tasa aún puede trepar más. Y trasladarle los costos al tomador del crédito tiene sus límites.
2) Veremos en los próximos trimestres incrementos de la morosidad por el enfriamiento de la actividad económica. A revisar bien las coberturas de mora de cada banco, porque tendrán que previsonar recurrentes para hacer frente a la mora.
3) Ya tenemos una contracción importante del crédito al sector privado. La fuga hace que los bancos se pertrechen de liquidez para atender el retiro de dinero. Y el estrangulamiento, puede volcar a los bancos a perseguir el cobro rapido de sus préstamos.
4) Algunos banquitos chicos, acogotados por esta fuga de capitales, se las verán en problemas. Cuidado aquellos que se tienen con tasas de interés en pesos muy altas en entidades necesitadas de guita.
5) Cuando baja la marea, uno termina sabiendo si eligió bien. Si queda vestido o en pelotas. Y allí veremos la calidad de cada banco.
6) Vamos a parir sangre, sudor y lágrimas, acá y en BFR con los dividendos. Probable corralón nacional y popular.
7) Habrá gorra el año que viene con los bancos locales. Ojalá les permita a cambio, remesar los dividendos.

Los rodrigazos por venir enfriarán fuerte el consumo. Lo que antes iba al shopping o el plasmazo, terminará yendo a pagar luz, gas, peajes, etc.
9) Si el gobierno consiguiera tranquilizar al mercado, los bancos rebotarían muy fuerte. Los precios de hoy tienen el castigo de la política oficial, no de la parte operativa, previsible a cómo veníamos y que se podía manejar de taquito.
10) La guasada del credito creciendo a tasas del 50% anual y los depósitos creciendo por debajo de la inflación no se volverá repetir.