Es un poco larga, pero vale la pena leerla:
Jury por el caso Micaela: los jueces defienden a los jueces
Dos integrantes de la Corte de Entre Ríos votaron contra el juicio político al juez Carlos Rossi. Y la Asociación de Magistrados lo apoya.
Rolando Barbano
No era sólo el juez Carlos Rossi.
La gran mayoría de sus colegas de Entre Ríos, o al menos los más representativos, entienden que está bien liberar anticipadamente a un violador convicto aún cuando los expertos recomienden lo contrario, y que no importa si el beneficiado luego secuestra a una estudiante de 21 años, la lleva a un descampado, abusa de ella y decide asesinarla.
Eso está bien para los jueces entrerrianos. Pretender que su colega usara el sentido común y tomara otros recaudos es inconstitucional, sostienen. Nada se le debe reprochar a Rossi. Hay que sostenerlo en su cargo para que pueda repetir la faena, a como dé lugar. Y hay que protegerse.
Ahora sí se entiende todo.
Alguna vez cazador de pollos en un frigorífico de Concepción del Uruguay, el 7 de julio de 2010 Sebastián Wagner atacó a una estudiante de Rosario del Tala cuando regresaba de rendir un examen: se metió en la pensión donde vivía con su hermana, la golpeó, le robó dinero y otros objetos y, antes de irse, la violó. El 17 de noviembre de aquel año, el mismo Wagner sorprendió en la calle a otra estudiante, la amenazó con un cuchillo, la subió a su auto por la fuerza y abusó de ella.
Fácil para hacerse el duro con mujeres indefensas pero cobarde para enfrentar las consecuencias, a Wagner lo detuvieron y en 2012 confesó todo, pidió clemencia y acordó con el fiscal Diego Young una pena de 9 años de prisión en un juicio abreviado.
En un debate oral, podría haberle correspondido el doble.
Empezaba a cumplir la condena cuando una tercera joven se atrevió a denunciarlo por un abuso anterior. El 11 de mayo de 2010, también en Concepción, Wagner la amenazó, la secuestró y la violó. Pero la Justicia entrerriana, otra vez, lo ayudó: el acusado juró que el autor de este tercer ataque -que había cometido con una capucha sobre el rostro- había sido Maximiliano Wagner, su hermano gemelo.
Se podría haber hecho un análisis de ADN muy complejo -no cualquier examen diferencia los códigos genéticos de gemelos- pero como había que encargarlo a un laboratorio de Alemania a un costo de 130.000 euros, se desistió de hacerlo.
Y Wagner fue absuelto por un tribunal oral de este tercer cargo, que hubiera prolongado su estadía en prisión.
Su condena original vencía el 16 de julio de 2018. Es decir, que aún hoy debería estar preso.
Pero en su camino se cruzó el bueno de Rossi, juez de Ejecución Penal de Gualeguaychú.
A mediados de 2016, Wagner le pidió la libertad anticipada a Rossi. Como es de rutina, el magistrado tuvo que solicitarle informes a los peritos de la Unidad 9 de Gualeguaychú, donde el condenado estaba preso. “Visto lo dictaminado en el informe del Equipo Técnico Criminológico de esta Unidad, donde se emite opinión desfavorable, y que el interno, más allá de respetar las normas establecidas en esta institución y de cumplir con laborterapia (...), en el aspecto educativo y psicoterapéutico no se ha incorporado a los espacios que brinda la Unidad, (...) este Consejo Correccional emite opinión desfavorable en relación a lo peticionado por el interno penado”.
En otras palabras: señor juez, no libere a Wagner.
Pero Rossi consideró que tenía que hacer lo contrario. No contrapuso informe alguno al que le indicaba que no soltara a Wagner. Sólo ordenó su libertad, que se hizo efectiva el 5 de julio de 2016.
Así fue como Wagner se fue a vivir a Gualeguay. Así fue como pudo cruzarse en la madrugada del 1ro de abril de este año en el camino de Micaela García, una estudiante de 21 años, cuando salía de un boliche. Así fue como estuvo en condiciones de amenazarla, llevarla secuestrada en su auto hasta un descampado, violarla y matarla.
Y así fue como el juez Rossi condenó a Micaela a la pena de muerte.
Sin embargo, para los jueces entrerrianos, esto estuvo bien.
Siete pedidos de juicio político llovieron sobre el juez para destituirlo, apenas Wagner confesó el crimen de Micaela. Hasta el presidente Mauricio Macri habló de él como un ejemplo de la Justicia que no le sirve a la Argentina.
Pero la Justicia opina lo contrario.
El mecanismo para realizar el juicio político en Entre Ríos consiste en conformar un jurado con abogados, diputados y senadores provinciales, e integrantes del Superior Tribunal de Justicia (la Corte entrerriana). Algo que parece tan simple se hizo casi imposible, por motivos que recién en los últimos días se hicieron claros.
El primer paso de la estrategia defensiva de Rossi, a quien jamás se le ocurrió renunciar a su cargo, fue pedir una licencia de 20 días. En ese lapso, respondió por escrito al pedido de jury. “Debemos señalar que se me endilga el haber otorgado la libertad condicional al interno condenado Sebastián José Luis Wagner, basándose las denuncias en que éste habría cometido el femicidio de Micaela García”, señaló allí en potencial, pese a la confesión del acusado. “Lo cierto es que aún pesa sobre él la presunción de inocencia que ampara a todo ciudadano acusado de haber cometido un delito hasta tanto recaiga sentencia firme que demuestre su culpabilidad”, apuntó. Y sentenció: “Esta sola circunstancia basta, entiendo, para que se provoque el rechazo de las denuncias que pretenden mi enjuiciamiento”.
“Es una verdadera obligación del alto cargo que ostento explicar y demostrar que en el caso ejercí la judicatura cumpliendo acabadamente con la función de manera inobjetable”, abundó. “Pero está en juego nada menos que la forma republicana de gobierno que establece la independencia de la función judicial, la que quedaría seriamente amenazada si cada decisión judicial pudiese ser atacada a través del mecanismo del jurado de enjuiciamiento”.
Su siguiente paso, terminada su licencia y reintegrado a su cargo, fue demorar el inicio del jury recusando a cuanto integrante del jurado pudo. De forma hasta entonces incomprensible, los jueces del Superior Tribunal de Justicia le permitieron hacerlo una y otra vez hasta que casi no quedaron opciones. Recién en octubre quedó conformado el jurado, una demora que generó otro absurdo: Wagner fue condenado a perpetua por el crimen de Micaela ese mismo mes, pero el juez que le facilitó el crimen seguía trabajando sin siquiera contar con una resolución sobre el inicio del jury.
Eso recién llegó esta semana. Los integrantes del jurado votaron, en fallo dividido, a favor del inicio del juicio político contra el juez Rossi. Además, 255 días después del crimen de Micaela, lo suspendieron.
Hubo sólo dos votos en contra de abrirle el jury a Rossi: los de los jueces Daniel Carubia y Bernardo Salduna, integrantes del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. Los mismos a quienes distintos legisladores habían amenazado con enjuiciar si seguían facilitando las demoras en el proceso.
Esos dos votos fueron la primera manifestación pública de lo que opina la Justicia entrerriana sobre Rossi: que no hay nada que reprocharle.
Pero no fue la única.
Este miércoles la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Entre Ríos emitió un comunicado terminó por transparentar la postura de la Justicia entrerriana sobre el rol que tuvo Rossi en la violación y femicidio de Micaela.
“Enjuiciar a un magistrado por el contenido de sus pronunciamientos, cuando ellos resultan estrictamente cuestiones jurídicas opinables y enmarcadas dentro del ejercicio de la función constitucional que el cargo le otorga, implica una clara injerencia en la labor que diariamente debe asumir el Poder Judicial”, advirtieron los jueces. “Esto atenta contra la garantía constitucional de división de poderes en un estado republicano, afectando el normal desenvolvimiento de la labor jurisdiccional”.
La Asociación de Magistrados exhortó también a los integrantes del jury a “analizar el caso dentro de las normas vigentes del proceso ejecutivo penal en el Estado de Derecho y evitar transferir responsabilidades a título objetivo al juez encargado de aplicar un régimen progresivo de pena, según lo estipulan diversos instrumentos legales nacionales e internacionales”.
Argumentos muy similares a los del propio Rossi.
“El lamentable tema que nos convoca es mucho más complejo y pone de relieve la necesidad de un abordaje cabal de la violencia sexista en el seno de nuestra sociedad, la situación carcelaria, en especial la resocialización y control de los internos y todo lo que hace a la seguridad ciudadana, aspectos sobre los que debemos trabajar y buscar alternativas superadoras puesto que lo sucedido nos interpela a todos”, agregaron.
Interpela a todos, menos a ellos.
Quien preside la Asociación de Magistrados es Rubén Chaia, juez de la Cámara del Crimen de Concepción del Uruguay, la localidad donde Micaela pasó casi toda su vida y donde hoy hay una fundación que lleva su nombre. Pero lo más significativo es que él también intervino en una de las causas que posibilitaron la liberación anticipada de Wagner: fue uno de los jueces que lo absolvieron en la denuncia por violación en la que no se hizo el análisis de ADN para determinar si el autor había sido él o su hermano gemelo.
Es decir, que quien preside la Asociación de Magistrados que salió a defender a Rossi es otro juez que podría ser cuestionado por su actuación.
El apoyo de la Asociación de Magistrados impulsó a Miguel Cullen, abogado de Rossi, a decirle a la agencia Télam que la decisión de enjuiciar al juez atiende a “un humor social” y a opinar que es “muy grave” que se avance en un jury porque quienes lo impulsan “juegan para la tribuna” y “se afecta la independencia del Poder Judicial”.
“¿Ahora quién va a sacar un fallo sin pensar en el humor social?”, se preguntó el abogado, sin aclarar en qué deberían pensar los jueces.
Quienes sí recibieron con agrado la suspensión de Rossi fueron los padres de Micaela. Néstor “Yuyo” García le dijo a Clarín que “es algo positivo, pero tarde”. Él y su mujer se habían reunido la semana pasada con el gobernador entrerriano para pedirle por este tema.
Alguien debería confesarles que el problema que sufre la Justicia de su provincia no es sólo Rossi.
https://www.clarin.com/policiales/jury- ... 8hZfG.html
EL MAL SE RENUEVA