Huevo, ya que publicàs estadìsticas, te ayudo un poco. para tener claro de donde venimos, vos lo sabès, pero como todo KK populista/peronista, viven con el engaño, y le dan al bombo confundiendo a la gente, sin duda tenès mala fè, porque el relato cuando es parcial, en alguna medida es mentiroso, lo que ocurre hoy, es producto de lo que ocurriò en el pasado, ahora bancàtela, tenès para rato.
El español, Diario, Noviembre del 2015 asì nos veìan:
El turno de Cristina Fernández de Kirchner llegó en 2007, tras los cuatro años de mandato de su marido. El carisma de Néstor dio paso al coraje de su mujer que, tuvo que hacer frente al deterioro de la economía global y que dejó de disfrutar de los efectos positivos del ‘default’ de 2005.
La economía empezó a deteriorarse muy rápido desde finales de 2008 y en 2009 la economía ya estaba estancada. En estos años, Argentina volvió a vivir del ahorro y la producción externa y empezó a recorrer una vez más el camino del endeudamiento. El superávit de la balanza por cuenta corriente, esto es, el saldo del comercio de bienes y servicios, rentas (incluye los intereses) y transferencias corrientes, ya era negativo, con más de 2.000 millones de dólares que se iban por el ‘sumidero’ al resto del mundo.
Desde ahí siguió profundizando hasta convertirse, no sólo en una fuga de reservas, sino en una gran dificultad para conseguir importar todos los productos necesarios. Por ejemplo, el viernes, el diario argentino ‘La Nación’ publicó que el Banco Central de la República Argentina denegó a la empresa pública Enarsa el envío de 53 millones de dólares para comprar el petróleo que había transportado hasta las costas de Bahía Blanca el petrolero M/T Fraternity.
Mientras tanto, el Ejecutivo de Cristina Fernández trataba de animar la economía con gasto público, por lo que el Estado volvió a elevar su deuda. Siete años después del gran ‘default’ de Néstor, la deuda volvía a estar en los niveles anteriores. ¿Qué había aprendido el kirchnerismo?
Para colocar la deuda con más facilidad y así seguir impulsando el gasto público, la estrategia de las autoridades fue que el Banco Central de la República Argentina se hiciera cargo de financiarlo emitiendo más dinero. Este proceso, conocido como ‘monetización de deuda’ tiene un problema secundario: la inflación. Al aumentar el volumen de liquidez en circulación, los precios tienden a aumentar y, cuando las expectativas de inflación se disparan, se convierte en un círculo vicioso que sólo se para con un fuerte ajuste monetario que provoca una fuerte contracción en la economía.
La evolución de los precios en Argentina es un gran misterio, pero hay una evidencia, que la inflación es galopante, una de las mayores del mundo, pero nadie conoce las cifras reales. El Banco Mundial ha alertado en numerosas ocasiones a las autoridades del país de los problemas al calcular esta estadística, pero todavía no han conseguido recopilar datos fiables. El FMI estima que el IPC avanzará este año un 19,3%, disparándose hasta el 26,4% el próximo año, lo que pone a Argentina entre los cinco países con unos precios más desbocados.
La inflación se ha comido una buena parte de la capacidad adquisitiva de los salarios de las clases medias, así como ha deteriorado sus ahorros. Todos los avances de los años de Néstor se escapaban entre los dedos de Cristina.
Vuelta al principio
El candidato que resulte ganador en los comicios del domingo, el oficialista Daniel Scioli o el opositor Mauricio Macri, se tendrá que enfrentar a una situación que no dista mucho de ser la que se encontró Néstor Kirchner cuando accedió al poder. Las reservas del Banco Central de la República Argentina están en su nivel más bajo desde junio de 2006, un año después del gran ‘default’ de 2005.
El país está otra vez en una situación de ‘default’ técnico de la que tiene muy complicado salir, con el dictamen de la justicia estadounidense en su contra y con los ‘hedge funds’ negándose una y otra vez a pactar la reestructuración de 2005. Por si fuera poco, la deuda pública supera ya en más de un 16% el récord que alcanzó antes de la quita.
En estos momentos, la inflación del país hace inviable que el banco central pueda seguir monetizando deuda y la ausencia de reservas hace imposible que el Estado pueda financiarse en los mercados internacionales. La situación es más que delicada. “En Argentina, la inflación sigue siendo elevada, debido a la monetización del déficit fiscal. La falta de acceso al mercado impacta en la actividad, y las políticas macroeconómicas y microeconómicas distorsivas están afectando los fundamentos económicos del país”, alerta el FMI. Esta vez, poca culpa pueden echarle los candidatos argentinos a las recetas del Fondo, aunque el camino distinto adoptado por los Kirchner haya llevado al país al mismo destino.
“Las cuentas internacionales han empeorado en los últimos meses debido a crecientes presiones en el escenario global y en particular el empeoramiento de la situación económica en Brasil”, alerta el Banco Mundial. “Un enorme impulso fiscal contribuyó a estabilizar la actividad económica en 2015, pero los desequilibrios macroeconómicos han empeorado”, advierte el FMI. A falta de conocer los datos consolidados de 2015 las cifras de 2014 mostraron un aumento del gasto público del 40%, una situación insostenible que no puede prolongarse mucho más de dos o tres años.
Un país con cinco tipos de cambio
El FMI estima que la economía del país se contraerá un 0,7% en 2016 y que el superávit por cuenta corriente seguirá profundizando el déficit del país a ritmos superiores al 2,5% del PIB. Un escenario que plantea un futuro incierto para Argentina y para el nuevo inquilino de la Casa Rosada.
La singular situación de la economía argentina queda definida a la perfección en los cinco tipos de cambio que tiene el país al mismo tiempo y que en el mercado negro alcanzan la decena. Una auténtica locura para cualquier argentino. Esta situación insólita en el mundo se debe a que el país tiene instalado un fuerte control de capitales para evitar que el peso argentino se deprecie y, al mismo tiempo, evitar que se vacíen las arcas del banco central. Son los cinco dólares.
El dólar oficial es el que marca el tipo de cambio legal que establece la autoridad monetaria. Es el que mantiene al peso en el nivel más alto de los cinco, esto es, su capacidad de compra en el exterior es más alta, pero que tiene muy restringido su uso. El dólar blue es el que se intercambia en el mercado negro, aunque su circulación es tan habitual que el tipo de cambio aparece en distintas webs y diarios.
El dólar tarjeta se emplea para el pago con tarjetas de crédito y débito y se le aplica el tipo de cambio oficial más un 35%. El dólar ahorro tiene un sobrecoste del 20% y sólo tienen acceso a él aquellas personas que demuestren suficiente capacidad de ahorro y contribución. El dólar contado con liqui, que se emplea para sacar capitales al exterior. Se permite cuando un inversor compra títulos (bonos o acciones) en el mercado doméstico con pesos y acude a venderlos a mercados foráneos y se deja este dinero en una cuenta en el exterior.
egis escribió:Siguen los aumentos en los servicios públicos
Gas: entre 30% 35%
Agua: 27%
Colectivos: 11,7%
Trenes: entre 12% y 13%
Este nuevo #tarifazo sumará más presión a la #inflación y generará más #recesión en el #consumo provocando #malestar social
Fte.: C5N, Ámbito, Cronista
https://twitter.com/egis57/status/976152642081599488