Oximoron escribió:En la batalla que dio contra los K, mantuvo de rehenes a 3,5 millones de cordobeses dejando sin obras de la nación por 12 años a la segunda provincia y metiendo impuestos hasta la nafta para mantener su feudo.
Muy revelador lo que posteas.
Seguís con el equivocado hábito de juzgar a los otros según tus cánones personales: no todos se prostituyen; ya deberías saberlo.
De la Sota no fue santo de mi devoción, aunque si le reconozco haber estado, en términos políticos, bastante por encima de la media de la clase dirigente, particularmente la peronista.
Entiendo el punto kirchnerista, más "obras de la Nación" hubieran significado más bolsos, máxime tratándose de la segunda Provincia argentina.
La "recaudación" hubiera sido bastante mayor.
Por supuesto el castigo para Córdoba no quedó en el impuesto "a la nafta" y otras cargas que su gente tuvo que asumir.
En diciembre de 2013, cuando el acuartelamiento -o "huelga" policial- De la Sota lo llamó a Capitanich para solicitarle el auxilio de fuerzas federales. Tanto Zannini como la Jefa se negaron rotundamente. "Que se le incendie la Provincia", sentenciaron. Después el aquelarre se extendió a Tucumán, Chaco, Entre Ríos, Río Negro y otras. No se sabe la cantidad de muertos, pero deben ser varias decenas. Muchas comprobadas, pero no trascienden; no "venden". Como los muertos ocultos en la inundación de La Plata.
Mientras tanto, la zarina golpeaba la cacerolita en la Plaza, "festejando" los 30 años de "Democracia", chapoteando sobre la sangre en compañía de la progresía argenta, acompañada de la ex vedette y meretriz de genocidas y de la hija de esta, la que confesó preferir "ser pu** antes que moza".
Claro, "la Patria no estaba en peligro", aunque hubiera muertos a rolete.
De haberse confirmado el "asesinato" de Maldonado a manos de gendarmes -cosa que dieron como un hecho, empezando por el inefable perro Verbitsky, mítico entregador de sus compañeros y doble agente- hubiesen procurado que el gobierno saltara por el aire. Claro, más de 50 peritos develaron la infamia.
Es decir, la "vida" del militante barbado valía un gobierno, pero la de otros muchos compatriotas fue sólo un "instrumento político" que pretendió utilizar "el mayor cuadro político de los últimos 50 años".
Volviendo al punto, dos años después, la Provincia "rebelde" les costó el régimen; por ella, por su gente, perdieron. Una visionaria la Jefa.
Finalmente el carácter de un Pueblo tuvo su recompensa.
Un extraño caso de Justicia Divina en la política argentina.
Los carísimos bolsos que no fueron.