Por eso la mayor responsabilidad es de los milicos, podían haber dejado al pais un reloj, encima despuès vinieron los peronchos/sindicalistas ladrones y "combatiendo al capital", hoy son millonarios y viven a costa nuestro, cambiar esos nichos de privilegios va a costar mucho.
Hoy en el Editorial de La Naciòn, habla que tienen parada en el Congreso la ley de Extinciòn de Dominio, ley que permitiría recuperar los fondos robados, pero los peronchos no la quieren activar, se cubren entre ellos, son chorros de la peor calaña, ahora se juntan otra vez para seguir robando.
La nota dice; "En los últimos 20 años, solo el 8% de las causas por corrupción instruídas en los tribunales de nuestro país llegaron a juicio oral, y un porcentaje aún menos es el que arriba a una sentencia firme. La Justicia se diluye cuando pasa tanto tiempo o cuando existen magistrados dispuesto a dejarlo pasar para que las causas prescriban"
Y mirá que se robaron hasta los escarbadientes, el tema es claro son chorros, no quieren democracia, pretenden el poder para servirse de él, las pruebas sobran, tachín, tachìn "combatiendo al capital".
udA escribió:Todo lavado de plata, y obviamente, cocina de corrupción.
Si intiman a justificar sus compras - ventas a todos los proveedores de las obras sociales y todas sus empresas, van a poder comprobar como funcionan.
Facturas truchas, adulteradas, con terribles sobreprecios, etc, etc, que la diferecia entre lo real y lo inventado se lo reparten los sindicalistas, que son millonarios, y te hablan de combatir el capital.
Por eso el único arreglo que tiene este país es cambiar la estructura, y para eso, hace falta un golpe militar y reordenar la patria.
El enemigo no está afuera como piensan los zurditos revolucionarios, si no adentro. El enemigo somos el mismo pueblo argentino y su ignorancia sobre como nuestros propios compatriotas nos saquean el país y el bolsillo.
Hace falta un Pinocho que lo primero que haga sea abolir todos los sindicatos actuales, llevarse al otro barrio a los ladrones, el 99% seguramente, y empezar de nuevo adoptando el modelo sindical europeo, y que todo se amolde a la producción, y a su vez sentar a los empresarios y aclararles que el país adopta un modelo de libre mercado y competencia, y que tienen dos años para amoldarse a la nueva situación, y a partir de entonces se abre las puertas para que la competencia ponga el mercado en el lugar que tiene que estar.
La clase política no puede arreglar eso, hace falta un mazazo contundente que derribe todos nuestros problemas estructurales y empezar de nuevo.