quique43 escribió:Está claro, se han equivocado, pero nadie va a arreglar la cosa en poco tiempo, son muchos los interèses que se juegan, y nadie va a querer ceder. El gran error de Macri fué no haber tomado de entrada las medidas necesarias. Hay una crisis económica pero tambièn polìtica, lo que si los KKs/peronchos no deben volver, son unos inùtiles ademàs de ladrones.
Hoy se està mejor en la Justicia a pesar de las grandes falencias que tienen, hay libertad de comercio, hay libertad de cambios no hay cepos, el país cumple sus compromisos, hay libertad de prensa, hasta el 2017 se estaban haciendo cosas mejor, la devaluaciòn del 2018, nos llevó puesto, pero las distorisiones vienen de atràs, con la inflaciòn reprimida, altos impuestos, deuda impaga, grandes dèficit en la energía etc.(la presión impositiva del 22% pasó al 45%).
Ese es un sector que va mejorando sin dudas con respecto a los kks, que rompieron todo, teníamos con ellos u/s 6.000 millones de superavit, pero pasamos a unos u/s 6.000/7.000 de dèficit, hoy en carne volvimos al sexto lugar estabamos con ellos en el 3 ó 4, nos dejaron en el lugar 12/13, nos pasó Paraguay y Uruguay, y así en varios sectores. (Ese es todo capital que perdió el país, ademàs de lo que se afanaron).
El paìs està en una encerrona, no tiene capital, ni ahorro, se lo devoran los impuestos y los curros, va a costar dar vuelta la cosa.
Argentina país desordenado, donde no interesa la ley, y no se ahorra, porque el Estado se lo lleva todo, y sin capital y ahorro, no hay inversión, y sin inversión no hay desarrollo etc., tan fàcil como eso, pero prevalecen los curros, los chorros y los privilegios, va a costar resolver el tema, pero los peronchos, no lo hicieron, y vaya si tuvieron la oportunidad.
La destrucción material mental y moral provocada por 70 años de peronchopulismo no se solucionan en un mandato presidencial, ni siquiera en dos... Va a costar algunas décadas de seguir por un mismo rumbo, de no aflojar a pesar de las adversidades, y con gobernantes y dirigentes nuevos, sumamente honestos (no contaminados mentalmente por el tachín tachín combatiendo al capital) comprometidos con la idea de que la función pública es un servicio y no un botín que hay que conquistar y retener a cualquier precio para poder chorear a cuatro manos.