Mas vale que la abarajaron en el aire y se peleaban para enchufármelos. Cuando me doy cuenta de la burrada lo llamo a Cacho desesperado y le pido, casi le imploro, que llame a donde mier.da tenga que llamar y vuelva todo para atriqui.
Cuando ya estaba al borde del soponcio, y la enfermera con el desfibrilador a punto de sacudirme, llamó Cachito para decirme que la había rescatado.
Definitivamente, esto me va a terminar matando...

